El pasado 8 de Febrero tuvimos la suerte de poder contar en Valencia con la presencia de la banda de rock/jazz fusion instrumental The Aristocrats. La formación está formada por tres músicos conocidos por su trabajo en otras agrupaciones o proyectos musicales: Marco Minnemann (batería en Steven Wilson Band, Necrophagist, audicionó para sustituir a Mike Portnoy en Dream Theater, y además ha acompañado en sus directos a Joe Satriani), el bajista Bryan Beller (Dethlok, James LaBrie y músico de directo para Satriani y Steve Vai) y por último Guthrie Govan (reconocido por su trabajo en la banda Asia, su disco en solitario «Erotic Cakes» o como miembro de directo y de estudio de la banda de Steven Wilson). Cualquiera diría por los miembros que lo conforman que The Aristocrats es un supergrupo, pero ellos mismos se encargan de borrar esa idea desde el principio. Cuando empecé a escucharles el nombre de la banda me pareció un poco pretencioso, pero realmente su origen se encuentra en un chiste de mal gusto, con lo cual el trío intenta transmitir que no son un grupo de músicos virtuosos alardeando de su insuperable técnica, sino tres amigos con un sentido del humor particular que se lo pasan bien en el escenario. Y como veremos ahora esto es más que cierto.
El concierto se realizaba en el Loco Club, sala pequeña a la que no había ido nunca hasta la fecha, y que ofreció un sonido más que decente. Los encargados de abrir la velada fueron el David Rufes Trio. La verdad es que desconocía que fuera a haber teloneros, por lo que no pude escuchar material previamente ni tenia ningún tipo de expectativas creadas. Y menuda grata sorpresa. La propuesta instrumental del trío valenciano era demoledora, tanto a nivel técnico (especialmente por parte del bajista y el batería) como por el sonido. El setlist que nos ofrecieron estaba formado por canciones sacadas de su álbum debut «Assorted Random Notes» (os recomiendo que le deis una escucha), entre ellas «Peace & War», «Falken», o «Miguelito Martillo», además de una improvisación. Lo cierto es que, como ellos mismos se mofaban, las canciones sonaban bastante mejor en comparación a la calidad de sus nombres. Un comienzo más que decente de la noche, como única crítica bajo mi punto de vista sería mas justo que tuvieran un nombre que los representara equitativamente a los tres, ya que el bajista y el batería tienen un nivel técnico y protagonismo en las canciones más que destacable, merecen más que formar parte del «trío» de David Rufes. Tras una pequeña pausa para preparar el escenario daría comienzo el verdadero espectaculo de la noche.
Abrieron el concierto con la canción de su disco homónimo «Furtive Jack», compuesta por Guthrie (sus dos discos tienen 9 temas, habiendose encargado cada miembro de componer un tercio de ellos). En ella ya pudimos presenciar los elementos que acompañarían todo el concierto. Un nivel técnico que sobrepasaba lo humanamente imaginable, improvisación, y la sencillez de unos músicos disfrutando como niños haciendo lo que mejor se les da. La siguió una de mis favoritas, «Sweaty Knockers», donde Guthrie pudo lucirse y explayarse a su gusto, pero para mi gusto fallo un poco el sonido durante el solo de bajo de Bryan. Posteriormente le tocaría su turno a «Ohhhh Noooo», de su último trabajo «Culture Clash«, el cual estaban presentando en la gira europea. Previamente a tocarla explicaron a que se debía su nombre (lo cual hicieron con casi todas las canciones) siendo este uno de los momentos más cómicos del concierto. Al parecer en alguna gira previa Guthrie Govan estaba llevando un amplificador cuando por accidente se le cayo, y como apuntaba entre risas Marco, en vez de actuar como una persona normal y soltar un «¡Mierda!» o «¡Joder!», su expresión fue (en un perfecto inglés de Oxford) «¡Ohhhh Noooo!», siendo esto una muestra más de lo poco que se toman en serio y la confianza que se respira entre ellos. Esta no fue la única canción que tenía sus raíces en un momento comprometido de Guthrie, «Gaping Head Wound» seguía la misma estela (teniendo el título un significado bastante literal).
Continuaron con «Luisville Stomp» y «Get it Like That». Un momento muy curioso, que ya había presenciado en alguno de sus directos en Youtube, fue cuando comenzaron a improvisar usando dos muñecos de cerdo y Bryan uno de un gallo (al final realizarían una similar con una aplicación de sus móviles). Con «Culture Clash» aprovecharon para explicar entre sus típicas bromas que el nombre del álbum y la canción viene de los choques culturales que se crean cuando estas de gira en países tan diferentes, o incluso entre ellos mismos se podría aplicar, ya que Marco es alemán, Bryan es judío y norteamericano, y Guthrie es mitad inglés y mitad escocés. Esto se puede apreciar en la portada del álbum.
«Flatlands» fue la canción más tranquila del setlist, aunque eso no limitó para nada el que la disfrutáramos como las demás. Introdujeron «Blues Fuckers» como una canción construida para destruir todo aquello relativo al blues, partiéndola al final para que Marco Minnemann pudiera lucirse a las baquetas. Soy un poco ignorante en materia de analizar solos de batería, pero puedo decir sin lugar a dudas que el solo de Marco es el que más me ha impresionado hasta la fecha (y en mi historial de directos figuran Mike Mangini con Dream Theater o Mario Duplantier de Gojira). Me encanta la capacidad que tiene de desbordarnos técnicamente y siempre encontrar un hueco para sacarnos alguna sonrisa, como continuar los ritmos con los focos del techo de la sala o poner uno de los cerdos en uno de los platillos. Impresionante se queda corto para describirlo.
El resto del setlist se basó en canciones de «Culture Clash», con bis de la canción homónima del disco en solitario de Guthrie Govan «Erotic Cakes». El concierto fue increíble, he de decir que superó con creces mis expectativas. El nivel técnico cumplieron lo que me esperaba, pero aumentado por lo que impresionaba verles clavarlo en directo y, además, improvisando y alargando cada tema. El sonido de la sala fue perfecto salvo pequeños detalles, especialmente en alguna de mis partes favoritas de Bryan, y Marco Minnemann se ha consolidado como mi batería favorito. Y que decir de Guthrie, creo que no hay guitarrista del panorama actual que pueda compararse a el en aspecto técnico y de flexibilidad estilística, y todo ello con una actitud de como si no fuera consciente de lo anonadados que nos deja a todos al verle tocar, como si fuera una cosa mundana, nada destacable. Todo esto, junto a la posibilidad de hablar con ellos y fotografiarnos después del concierto (cosa que no todos los artistas hacen y que se agradece mucho), hicieron que fuera una noche perfecta.
PD: Siento la calidad de las fotografías, pero mi móvil no daba para mas!
Setlist:
- Furtive Jack
- Sweaty Knockers
- Ohhhh Noooo
- Louisville Stomp
- Get It Like That
- Culture Clash
- Flatlands
- Blues Fuckers
- Gaping Head Wound
- Desert Tornado
- Living the Dream
- Erotic Cakes (Guthrie Govan song)
Una respuesta a “Crónica del concierto de «The Aristocrats» en Loco Club, Valencia”