No quería volver a caer tan pronto en alguno de los grupos con Maynard James Keenan al micrófono, pero tras las escuchas a la discografía de A Perfect Circle que implicó el redactar un artículo sobre «The Outsider», era inevitable el caer en su banda principal. Tool es una de esas bandas que, a pesar de conocerlas desde hace muchos años, no me he atrevido a sumergirme en sus trabajos de golpe, tengo que procesarlos poco a poco. Comencé con sus singles acompañados de esos vídeos dirigidos por Adam Jones marca de la casa, el año pasado le toco el turno a su primer EP y al «10.000 Days», y hace apenas una semana me atreví a catar «Lateralus» , una escucha obligatoria en el progresivo.
Tool es una banda muy compleja en todos los sentidos. Desde el arte de sus álbumes hasta los conceptos que estos intentan reflejar, pasando por los vídeos, riffs, la inhumana batería de Danny Carey o la propia estructura de los discos. Las letras tienen un toque marcadamente crítico con el materialismo y la degradación del ser humano. Algunos pueden encontrar fácilmente la ironía, o incluso hipocresía de esto, ya que Tool es una banda con un más que decente éxito económico, y sus miembros no se caracterizan por vivir en la humildad ni rechazar los lujos (Maynard ahora mismo esta vendiendo su mansión en Los Angeles, lo cual me hizo plantearme este punto). Quien sabe, quizás es que simplemente ellos mismos no están excluidos de lo que tanto rechazan con sus canciones
«¿Por qué no podemos admitirlo?»
La misantropía, el odio por muchos rasgos de la humanidad, es algo que ha marcado totalmente las letras de Tool. En «Stinkfist» ya mostraban, usando como metáfora la práctica sexual mediante la que uno introduce su propio puño por la vagina o ano de su pareja, el punto al que hemos llegado para poder sentir algo, sentirnos vivos. «Vicarious» es uno de mis temas favoritos de Tool, que junto a otros como «Jambi» hace que me parezca que «10.000 Days» ha sido injustamente infravalorado.
La razón que me llevo a que Tool, y concretamente esta canción sean la que ocupen la sección de hoy fue a un hecho que contemple hace unos días. Me encontraba volviendo de la universidad en coche con un amigo, y pasamos cerca de un accidente de moto. En un principio no pensé que fuera nada grave, pero el día lluvioso le había salido demasiado caro al pobre motorista. El casco en el suelo destrozado y el cuerpo tapado eran muestras del resultado del siniestro. Y alrededor, recordándome inevitablemente a esta canción, una muchedumbre curiosa contemplando los hechos. Steven Wilson lo plasma a la perfección en su disco «The Incident», diciendo como unos sucesos que suponen toda una tragedia que trastoca para siempre el mundo de a quienes envuelve, se concierte en un simple motivo de morbo para los que lo contemplan desde su burbuja individual.
Maynard pretendía transmitir perfectamente esto. La letra no se esconde en metáforas ni otro tipo de recursos literarios, sino que va directa al grano. Lineas como «Cause I need to watch things die, from a distance, Vicariously I live while the whole world dies » o «We won’t give pause until the blood is flowing» son muestras claras de ello. La realidad es que, sin hablar en nombre de todos, el ser humano disfruta con la violencia. No desde el punto de vista de que todos seamos proyectos de asesinos en potencia, para nada es ese el mensaje. Maynard pretende transmitirnos el morbo que tristemente transmiten las desgracias ajenas. No desde la perspectiva de que uno se alegre por ello, sino que egoistamente nos reconforta no ser nosotros mismos los sujetos afectados por la situación.
Es un tema complicado, y que obviamente es injusto extrapolarlo a la totalidad de la humanidad. Pero lo cierto es que no hay que ver muchas portadas de periódicos, o las principales noticias de los telediarios para ver como la violencia abarca la mayoría de las noticias en la multitud de aspectos en que se puede presentar, y que cuanto menos hemos llegado al punto en el que tristemente nos causa indiferencia. Esa es la esencia del trasfondo de la canción, un ejemplo de la importancia que tiene en las letras de Tool la mentalidad del ser humano.