Canción de la Semana: Sand and Mercury

The_Gathering-Mandylion-Frontal

‘»There is no such thing as a natural death. Nothing that happens to Man is ever natural, since his presence calls the whole world into question. All men must die, but for every man his death is an accident. And even if he knows it and consents to it, an unjustifiable violation.» ‘You may agree with the words or not, but those are the keyspring of The Lord of the Rings.’

Con estas palabras de J.R.R. Tolkien acaba «Sand and Mercury«, la que es sin duda una de las canciones más épicas del grupo holandés The Gathering. El tema pertenece al que es mi disco favorito de la banda, «Mandylion«, el primero que escuché, formando parte sin duda de la lista de álbumes que más me han marcado. The Gathering comenzó su carrera practicando un metal progresivo centrado en crear atmósferas características sobre las cuales pudiera brillar con luz propia la vocalista Anneke van Giersbergen (siendo «Mandylion» el disco en el que debutó), la cual es conocida ademas de por The Gathering por sus múltiples colaboraciones dentro del mundillo progresivo (Ayreon, Devin Townsend, Danny Cavanagh…). Tras dejar la banda en 2007 pasó a centrarse en su carrera en solitario, más enfocada a un pop de corte acústico. La evolución de la banda fue poco a poco eliminando los elementos más pesados de su instrumentación hasta la actualidad, con un estilo muy cercano al trip hop (véanse sus discos con la nueva vocalista o el último en el que participo Anneke, «Home»).

La canción en cuestión, «Sand and Mercury», con su duración de casi 10 minutos se coloca entre las más largas de la banda (aunque las hay mucho más extensas, vease «How to Measure a Planet»). Su estructura se podría dividir en cuatro partes. La primera mitad de la canción es instrumental, donde la banda nos va introduciendo poco a poco en el ambiente del tema haciendo lo que mejor saben hacer. En la segunda parte entra Anneke, cantando sobre una mujer que no quiere despedirse de su amado, el cual se encuentra en su lecho de muerte. Le sigue otra parte instrumental, captando la emotividad de la situación, para una vez finalizada concluir la canción con la cita que encabeza el artículo. El fundamento de la canción (y por lo visto de la propia trilogía de «El Señor de los Anillos») se encuentra en dicha frase, así que intentemos ahondar un poco en su significado. La grabación es de Tolkien citando la frase, pero realmente la primera parte no es de él, sino de la filosofa existencialista francesa Simone de Beauvoir. Es la siguiente:

«No hay muerte natural: nada de lo que sucede al hombre es natural puesto que su sola presencia pone en cuestión al mundo. La muerte es un accidente, y aun si los hombres la conocen y la aceptan, es una violencia indebida».

Atendiendo a que Tolkien dice que esa frase recoge la clave de la famosa saga de fantasía, podemos decir que tanto la canción como la propia trilogía tienen un mensaje profundamente existencialista. Esta corriente filosófica tuvo su apogeo entre los siglos XIX y XX, teniendo entre sus representantes más conocidos a filósofos como Jean-Paul Sartre o José Ortega y Gasset. La esencia, lo que tienen en común todos los existencialistas, como expresó Sartre, se centra en la libertad y la responsabilidad de los actos individuales. Esta forma de pensar tiene puntos en común con el liberalismo más humanista, aunque en su última etapa el filósofo francés se retractaría, reconociendo que no todas las decisiones que tomamos las realizamos en un estado de libertad total. Su forma de pensar queda bastante bien reflejada en su frase «Los hombres son como los dados, se lanzan la partida de la vida», intentando expresar que lo que nos sucede es consecuencia de las decisiones que tomamos, y debemos ser responsables de ellas (esto también se debe a que en una época en la que el ateísmo iba cobrando fuerza a pasos agigantados, el ser humano se convertía en el único responsable de sus actos).

Habiendo desviado un poco el tema de la cuestión principal, la frase se ajusta a la canción en la parte en que Anneke canta a su amado agonizante, negándose a aceptar su muerte («No hay muerte natural«), y aun si lograra aceptarla, en palabras de Simone de Beauvoir sería un acto de «violencia indebida», enmarcándose en la línea de pensamiento explicada anteriormente. Respecto a «El Señor de los Anillos», la verdad es que ahora mismo no sabría explicar muy bien la relación entre el argumento de la historia y el mensaje que encierra la cita de la filósofa francesa, pero desde luego, viniendo de los labios del propio autor, nadie puede cuestionar que sea así.

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