El grupo italiano nos acaba de presentar –31 de marzo de 2014–, el que es ya su séptimo álbum de estudio. Después de la gran aceptación que tuvo en su día su anterior disco, “Dark Adrenaline”, hace más de dos años, era mucha la expectación, sobre todo entre su gran amplia comunidad de fans, por conocer la forma de las nuevas composiciones de estos milaneses de cuna mundialmente consagrados, después del claro giro estilístico que supuso su quinto álbum “Shallow Life” ya tímidamente manifestado en “Karmacode”.
Lacuna Coil nació con varios nombres anteriores (Sleep of Right, Ethereal) en 1994 pero no fue hasta pasados tres años cuando adoptaron el definitivo, una combinación de la palabra italiana ‘Lacuna’, que significa laguna o vacío, con la inglesa ‘Coil’, espiral, una mezcla de idiomas que terminará por definirlos también musicalmente.
La frontwoman, Cristina Scabbia, se incorporó a la formación como apoyo vocal al que era cantante principal, Andrea Ferro, y gracias a su capacidad de performance increíblemente evolucionada y reforzada después de todo este tiempo, el grupo incrementó de manera considerable todo su potencial explotándolo al máximo hasta los días de hoy.
Musicalmente supe de ellos gracias a la cover “Stars” que hicieron del grupo británico de pop-indie Dubstar, una versión que refleja perfectamente el sonido de la primera etapa de su trayectoria: atmósferas muy oscuras, voces limpias y tranquilas. Podríamos destacar de su primer larga duración «In a Reverie«, “My Wings”, “Cold” o “Falling Again”.
Aunque Lacuna Coil empezó con tajantes influencias del rock/metal gótico y doom inglés tanto musicales como a nivel de imagen, no es ni ha sido nunca uno de aquellos típicos grupos que iban apareciendo correlativamente desde el norte de Europa con voces pulcras en contraste con las más rasgadas. A mi parecer, Lacuna Coil es un grupo realmente único que ha sabido encontrar su esencia pronto y elevarla hasta lo más alto alcanzable. Desde el principio con textos en inglés, también es verdad que no ha habido disco sin algún toque en su lengua materna, el italiano, y es de agradecer, pues seguramente ha enriquecido mucho la obra final y, al menos en mi caso personal, he acabado disfrutando todavía más, si cabe. “Senzafine”, enteramente interpretada en italiano y que encontramos en su segundo álbum de estudio “Unleashed Memories”, es sencillamente perfecta.
Con el grandísimo éxito de “Comalies”, los milaneses se establecen como grupo metal de referencia en su país y consiguen cruzar el gran charco gracias a su participación en el aclamado Ozzfest por allá el 2004. Cristina será entonces la primera mujer en actuar en el festival norteamericano de renombre internacional, rompiendo con la falsa creencia ‘Metal no apto para féminas’. “Swamped” o “Heaven’s a Lie” son las canciones estrella aunque “Unspoken” es realmente fascinante.
Con tanta repercusión mediática, no fue hasta pasados cuatro años cuando vimos a la luz el que sería su siguiente disco, “Karmacode”. Me recuerdo sentada en el tren escuchándolo por primera vez con muy buena primera impresión. Potente y lleno de vida.
Esta vez con asesoramiento para el ajuste de la palabra en la composición, pues no siendo anglófonos tendían hacia una excesiva complejidad propia de cualquier nativo de lengua románica, se presentan ciertamente con un sonido evolucionado e incorporan elementos alternativos más bien característicos de la escena nu-metal americana. “Within me” o “Without Fear” nos recuerdan bastante su primera faceta y quizás reflejen menos estas nuevas influencias. Ni qué decir sobre la adaptación de la canción de los británicos Depeche Mode, “Enjoy the Silence”, gloriosa.
“Shallow Life” quiso romper de manera contundente con el patrón al que más o menos nos tenían acostumbrados sumergiéndose en un sonido marcadamente americanizado. Estribillos pegadizos, melodías más sencillas y accesibles, ambientación mucho más electrónica y comercial que tuvo sus seguidores pero también bastantes detractores. Muestras de ello serían por ejemplo “I like It”, “I Won’t Tell You” o “Spellbound”. De la edición especial destacaría sin duda “Leaving Alone”, mágica desde el primer acorde.
Con “Dark Adrenaline” pudimos degustar un agradecido aunque ligero retorno a un mundo de guitarras más heavy y escenificación oscura como antaño sin abandonar el cierto carácter minimalista y fácilmente digerible que a días de hoy poseen sus letras. “Trip the Darkness” es una exquisitez, los estribillos de “Kill the Light” o “Give me Something more” están hechos con buen gusto y por supuesto, “End of Time” eclipsa de manera sobrenatural.
El arranque del reciente último disco hasta el momento, “Broken Crown Halo”, es dominante aunque un poco monótono y aburrido, entrelazándose rifts contundentes pero escasamente artificiosos con partes angelicales que infinitas veces consigue la voz de Cristina. Personalmente prefiero el siguiente corte, “Zombies”, aunque puestos a elegir me quedo con las más lentas y que de hecho, este álbum ha quedado repleto. Mis preferidas, “I Burn in You” o “Hostage to the Light”, por toda la calmada fuerza interior que transmiten, sin olvidarme de “One Cold Day” que cierra decentemente el disco y a la que me ha recordado “My Spirit”.
Sinceramente, me esperaba un poco más de “Broken Crown Halo”. Aceptando toda buena evolución de una banda, “Dark Adrenaline” me pareció un disco notable con suntuoso y singular artwork, y en general este nuevo material que nos traen, aunque disfrutable, lo percibo algo menos atrayente, más aburrido, falto de originalidad y sin ninguna canción diez.
Uno de los aspectos que más valoro en una formación es la calidez y la interacción con el público y los fans y de esto Lacuna Coil entiende y mucho. Siempre muy amables, próximos y activos en redes sociales, Cristina gana con creces a cualquiera. Otro punto importante a considerar es su gran unión como grupo, la casi nula alteración en la composición de sus integrantes, todos ellos amigos o conocidos de la misma Lombardía pese a sus ya infinitos contactos internacionales. Desgraciadamente la noticia sobre la marcha del guitarra Cristiano Migliore ‘Pizza’ y el batería Cristiano Mozzati ‘Criz’ por razones personales, probablemente supondrá un punto de inflexión en su trayectoria profesional, así que de momento se incorpora nuevamente el americano Ryan Blake Folden como baterista para el nuevo tour promocional, el cual ya sustituyó a Criz durante la mayor parte de los conciertos de 2012 y 2013.
Ahora toca esperar a los nuevos videoclips y su puesta en escena porque como buenos italianos, estaremos todos de acuerdo en que Lacuna Coil es sinónimo de exquisitez, diseño y elegancia.
Creo que Lacuna Coil es una banda increíble, estoy muy de acuerdo con el análisis. La mezcla del inglés y el italiano en sus composiciones logran algo mágico, y la atmósfera oscura, melancólica (como en sus primeros álbumes) y llena de inspiración que logran es sublime. Sus canciones, en especial las del album Reverie y Comalies, este último una maravilla, siempre me sumergen en sus sonidos y me dan inspiración para escribir mis relatos.
Me gustaría que la banda volviera un poco a sus raices o que, de innovar, nos sorprendiera mucho. Pero no quisiera que esta grandiosa banda adoptara un estilo comercial.
Que sigan con su gran trabajo. Lacuna Coil, una verdadera banda.