Vinnie Vincent Invasion – Vinnie Vincent Invasion

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Vinnie Vincent, quien en su locura, planeó una invasión global a la raza humana. Claro que sus planes no estaban enfocados hacia la esclavitud ni la obediencia servil a un ente superior, sino que se limitaban solamente al ámbito del rock. Bah, ni siquiera podemos decir que quisiera llegar a todo el mundo posible, a mí lo que me parece es que a este hombre le importaba un comino lo que pensaran de él, y eso bien puede demostrarse con su música, sobre todo en el álbum que ahora nos ocupa, que no es sino el homónimo de su banda triple V, Vinnie Vincent Invassion, de 1986. Poco más se sabe de él, a parte de su otro disco en solitario y su estancia previa en la banda Kiss, que fue la que le dio el empujón de popularidad necesario para empezar su brevísima carrera en solitario.

El fuego incontrolable que coexistía junto a su alma roquera fue exorcizado de su interior en forma de música, y ya os imagináis lo que salió de aquí. El refinamiento y la elegancia dejadlos para los anuncios de coches. Lo que nos presenta Vinnie es un látigo devastador, un torbellino de notas, al más puro estilo Malmsteen, que se hace presente en los solos de cada una de las canciones, dando a entender que, o bien este hombre estaba como una chota, o bien creía de corazón que lo que hacía sería perfectamente asimilable por el oído de sus potenciales oyentes.

Llegados aquí cabe aclarar que no estoy diciendo que el disco, o más bien los solos, sean malos o infumables. Lo que quiero decir es que si esperáis comprender alguno de ellos vais apañados. Este hombre es una fiera, y arrasa todo a su paso, con las escalas más locas imaginables. Y sí, el conjunto en definitiva es algo único dentro de su estilo, y bien molón, al menos para mí. Por otro lado, si dejamos por un momento aparte los solos, lo que vamos a encontrar va a ser un manojo de fantásticas canciones entre un hard rock y un heavy metal ochentero americano. Vamos bien encaminados, ¿me explico? Qué rico.

Tampoco es que las canciones en un contexto más amplio se libren de su histrionismo, ya que el tito Vinnie consigue embaucar a todo el grupo en esta aventura extraterrestre y unirlos como si fueran un solo ser. Pero al fin y al cabo consiguen sacar melodías alucinantes y frenéticas por igual. Una de cal y otra de arena, morena. Ordo ab chao, que dirían los culturetas. Ahí tenemos como ejemplo la primera “Boyz are Gonna Rock”, comenzando con unas melodías espaciales… recordemos que estamos en medio de una invasión, y que por supuesto alcanza su máximo frenesí en los dos solos con que cuenta. Destaca no solo aquí, sino en todas las canciones, el magnífico y super-agudo cantante Robert Fleishman, que se deja la piel alcanzando notas hiper-espaciales solo al alcance de unos pocos marcianos. Y si no me creéis, mirad como se deja el aliento el tío en el estribillo.

La igualan en calidad la “no tan rápida” (da igual el adjetivo ¿no?) “Shoot u Full of Love”, que vuelve a destacar con un buen desarrollo y con su alocado batiburrillo que podríamos denominar solo, y “Animal” con su molón riff y sus coros hard roqueros,  y las buenas maneras del grupo, que como en todo el disco suena totalmente entregado y compenetrado. El tímido inicio del solo junto al riff nos da a entender que el asunto se va a relajar un poco, pero no, ¿en serio os lo habíais creído? Ya al poco empieza la verdadera tralla que se encarga de cerrar la canción con una escala, por qué no decirlo, alucinante, aunque mejor que vayáis al otorrino a que os revise los tímpanos, sobre todo si lo escucháis con cascos.

La primera lenta “No substitute” se encarga de relajarnos con una voz elegante que da forma a una bonita balada de rock al más puro estilo eighties. Una gran melodía con unos suaves coros en el estribillo, lo típico, pero contando, y esto es a todas luces indefectible, con el solo de Vinnie, que aquí, todo sea dicho, se contiene bastante, dejándonos con solo diez segundejos de orgasmo guitarrero.

Muy grande la línea vocal de la siguiente “Twisted” que alcanza su máxima cota de calidad en el estribillo acompañada por los etéreos coros. Y para no desacostumbrarnos, ahí en medio tenemos los guitarrazos del solo y un final completamente retorcido… pero espera, la canción se llama «Twisted»… vale entonces está justificado.

¿Moviendo la cabeza con las excentricidades del tito Vinnie? Tranquilos, aún nos queda por delante, empezando por la molona y hard roquera “Do You Wanna Make Love”, cuyo solo me encanta, ya que esta vez pega más que en otras canciones, juntándose al final con el estribillo y dejándonos con ganas de más. Ahora viene ese más, con otra de las destacadas, “Back On the Streets” una lenta también típicamente ochentera, y con pedazo de puente y estribillo del calibre 15.

El patrón se repite en las siguientes, con las que seguiremos disfrutando, “I Wanna Be Your Victim” será la más destacada, pues cuenta con una melodía muy disfrutable, pero “Baby-O” y “Invasion” bajan un poco el listón, la primera con un estribillo demasiado pasteloso y simple a más no poder, y la segunda bastante pesada ya tras repetir patrones.

Amigos campesinos, guardad ya vuestros trabucos y vuestros palos con clavos, que la invasión de Vinnie ha acabado, pero eso sí, aunque no haya conseguido abducir a muchos, sí ha conseguido llevarse mi corazón ochentero, y el de algunos otros… Cómo hubiera querido vivir esa época.

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