En 2013 hice una gran cantidad de descubrimientos musicales (bueno, igual que todos los años vaya), tanto en géneros en los que ya me desenvolvía como el progresivo, o en otros en los que estoy menos curtido como el thrash. Pero sin duda el mas destacable fue el de introducirme en un estilo que me resultaba totalmente desconocido: el post-metal. Caracterizado por compartir una estructura pesada en los riffs con el sludge, y la construcción de atmósferas que van de lo opresivo a lo onírico (en esto último similar al post-rock), di mis primeros pasos de la banda nacional Adrift (altamente recomendables, tanto por su impecable último trabajo como por sus absorbentes directos) y de los alemanes que nos ocupan hoy. The Ocean, a veces llamados llamados The Ocean Collective, de forma que englobe a la totalidad de músicos que han participado en sus LPs (en sus primeros discos contaron con múltiples colaboraciones), ha conseguido en muy poco tiempo ganarse un sitio entre mis bandas predilectas, siendo su guitarrista y compositor principal Robin Staps uno de los músicos que más respeto del panorama extremo actual. Parte de culpa la tiene el genial trabajo que nos ofrecieron el año pasado. «Pelagial» fue una obra colosal, en lo instrumental, vocal y conceptual, habiéndoles descubierto con ese disco, y demostrándome que tenían la capacidad sobrada para crear discos que suenen sólidos en su conjunto. Además, su concepto acerca de ir sumergiéndose en el océano como analogía respecto a la psique humana se encuentra relacionado con la progresión de atmósferas de una forma soberbia.
«Pelagial» no es para nada el primer trabajo que se deciden a desarrollar en torno a un tema determinado. De hecho han seguido este patrón a lo largo de toda su carrera. En «Precambrian» por ejemplo exploraban a base de riffs rocosos el periodo precámbrico, y en «Heliocentric» y «Anthropocentric» desarrollan una crítica al cristianismo, recurriendo cronológicamente al periodo comprendido entre el Renacimiento a la Ilustración. En estos dos últimos discos es donde participó por primera vez el vocalista (ya miembro permanente de la agrupación) Loïc Rossetti. Me encanta su estilo de cantar, sabiendo equilibrar de una forma perfecta unos guturales con el toque justo de brutalidad , con un estilo más melódico que no desentona para nada.
El tema que protagoniza este artículo pertenece a su penúltimo trabajo, «Anthropocentric» (2010). Como cité anteriormente (y como bien indica su título), esta ambientado en la época de pensadores como Galileo o Copérnico, y analiza la evolución del pensamiento acerca de la posición del ser humano respecto al universo y Dios (por resumirlo en un sentido amplio), a través de temas más concretos como la «paradoja de la omnipotencia», en ese brillante último corte que es «The Almightiness Contradiction». Con «Pelagial» en mi opinión dieron un paso adelante en cuanto a su sonido en general pero si nos centramos únicamente en la guitarra no puedo resistirme a riffs como los de «She Was The Universe» o «Heaven TV». Pero vamos a centrarnos en la canción en cuestión que si no acabaré destripando el LP entero.
«The Grand Inquisitor II: Roots & Locusts» es el quinto tema del disco, perteneciendo a una suite formada por tres temas. En ellos desarrollan en el aspecto lírico uno de los capítulos del libro «Los Hermanos Karamazov», del escritor ruso Fiódor Mijáilovich Dostoyevski, el cual se centra en la leyenda del «Gran Inquisidor», ambientada en Sevilla en el periodo de auge de la inquisición en España. Respecto a la estructura de la canción, encontramos un buen repertorio de riffs variados, duros pero volviéndose más livianos y ambientales al acercarse al estribillo. Reconocer aquí la labor de Jonathan Nido, que es autor de buena parte del trabajo a las seis cuerdas. Rossetti nos ofrecer a lo largo del tema su cara más dura, pero bajando el volumen en el estribillo, siendo uno de los más épicos de la agrupación.
Destacar que este corte y el resto de la suite se juntaron en un EP en 2012, añadiéndole un tema más que ponía punto y final a la historia, y saliendo a la venta en una edición limitada de vinilos. Un gesto que demuestra (de igual forma que la edición del vinilo con laminas de «Pelagial», entre otros) la gran importancia que tiene para la banda el acabado artístico de su obra.