A la par que descubrí el último corta duración de Dabin, decidí escucharme «Oasis«, el nuevo EP del productor de electrónica norteamericano MitiS. MitiS es el pseudónimo de Joe Torre, pianista clásico de Pennsylvania que tiene en su historial de lugares en los que ha tocado sitios como el Carnegie Hall en Manhattan, o Kimmel Center en Philadelphia. Sin embargo, en los últimos años ha dado un giro a su estilo, acercándose a derroteros más propios de clubs y ambientes nocturnos. Como él afirma, solo pretende crear música de la que se sienta orgulloso, que ahora mismo pasa por este nuevo proyecto.
Descubrí la música de MitiS gracias al canal de youtube MrSuicide Sheep (ya me habréis visto citarlo anteriormente en algún artículo de electrónica, incluso le dediqué un post entero). Las cinco partes de «Life of Sin», «Open Window», o «Namaste, Alvida», entre otros, son temas que me encantan y que he reproducido múltiples veces. Sin embargo, hasta ahora no me había decidido a escuchar un trabajo completo. Y la verdad es que «Oasis» encierra todos los elementos que podía esperar de un disco suyo basándome en los cortes escuchados.
Si hay algo que caracteriza el sonido de MitiS por encima de todo lo demás es la melodía. Joe Torre abarca con su propuesta géneros como el drum & bass o el dubstep, pero siempre manteniendo un aspecto melódico que definen su estilo personal. Supongo que esto, y a su vez el hecho de que compone la gran mayoría de sus temas usando un teclado, le viene heredado de su experiencia como músico clásico.
El EP en cuestión está formado por cuatro temas, siendo el primero y el último el mismo con la diferencia de que el encargado de arrancar cuenta con Crywolf en el apartado vocal. Como ya dije cuando analicé su último trabajo hace unos meses, la voz de Justin Taylor (nombre del productor que se encuentra detrás de Crywolf) es demasiado empalagosa para mi gusto, pero es innegable que se ajusta bastante bien a la instrumentación.
El segundo tema, «For so Long», es un corte que sigue la fórmula a la que nos tiene acostumbrados el músico, con esas melodías cargadas de energía pero sin dejar de lado una faceta más ambiental. «Prism», por otra parte, sería la pieza destinada a mover al público en sus directos. Y he de reconocer que se ha convertido en mi favorita. Combina de una forma perfecta sus elementos característicos con un drop sencillo pero melódicamente brutal, que difícilmente te dejará indiferente.
En definitiva, el EP no me ha enseñado nada rompedor respecto a las canciones de MitiS que había escuchado hasta la fecha, pero eso no tiene por qué ser malo, porque a su sonido parece que aún le queda mucho por decir. Va a tocar profundizar en su discografía.