Pese a ser un género con una presencia algo secundaria en el blog en comparación con otros estilos, he considerado necesario destacar aquellos trabajos de 2014 que, cada uno a su manera, me han parecido más especiales. Este año he ampliado mucho mi repertorio de artistas de electrónica a los que seguir la pista, además de profundizado en la discografía de viejos conocidos. Durante 2014 he prestado una mayor atención a las novedades que nos iban ofreciendo distintos productores, centrándome más en disfrutar de los trabajos en toda su extensión en vez de picotear temas sueltos, como estaba más acostumbrado a hacer con la electrónica. Habiendo escuchado más de 20 discos del género entre EPs y LPs a lo largo de este año, merecían una lista propia más que solaparse con la de discos internacionales que publicaré la semana que viene. Tanto para los aficionados a estos sonidos que quieran contrastar sus favoritos personales, como aquellos que simplemente se encuentren buscando nueva música y tengan la mente abierta, aquí os dejo mi Top 5 personal.
5. Röyksopp – The Inevitable End (ver reseña)
La propuesta de los noruegos Röyksopp ha ido variando mucho con los años. Comenzando con un estilo más cercano al trip-hop en su debut, «Melody A.M» (álbum imprescindible para los amantes de la electrónica en general), ya este mismo año sin embargo observábamos su jugueteo con el electro-pop en «Do it Again», junto a Robyn. De una forma o de otra, su música encierra calidad y personalidad, confirmándolo en noviembre con el que será su último larga duración, «The Inevitable End». En él Röyksopp nos muestra lo bien que se mueve en su vertiente más mainstream, y confirmando mi perspectiva de que, a pesar de que hayan comercializado algo su sonido, sigue poseyendo un significado y una intención artística de transmitir notables. «Monuments (TIEV)» resume bastante bien lo que encontraréis en el álbum.
4. Kiasmos – Kiasmos (ver reseña)
Después del fantástico «For Now I’m Winter» que nos ofreció el año pasado Ólafur Arnalds, este nos ha sorprendido mostrándonos un proyecto musical paralelo: Kiasmos. En el une fuerzas con Janus Rasmussen, aproximándose a la electrónica con elementos propios de las composiciones del joven músico islandés. «Kiasmos» es un trabajo de techno calmado pero bailable, repetitivo pero lleno de matices, resultando bastante fácil perderse en las sucesivas capas de sonido que se van desarrollando. Se disfruta de igual forma sumergiéndote de pleno en sus 50 minutos de duración que dejándolo de fondo creando un agradable ambiente. Como toma de contacto recomiendo escuchar «Looped».
3. Culprate – Deliverance (ver reseña)
Menuda sorpresa ha sido la de encontrarse tamaño discazo a comienzos de diciembre. «Deliverance» es con diferencia el disco más variado y original de esta lista, lleno de rincones que descubrir y pasajes en los que perderte. Tienen cabida aquí el dubstep y el trip-hop, electrónica más ambiental y partes muy psicodélicas, todo ello aderezado con instrumentos que van desde guitarras acústicas a violines, pasando por un absolutamente deliciosos saxofón. Además en el primer tema colabora el vocalista y productor Koda. Culprate se ha marcado un primer larga duración realmente impresionante, derrochando ambición creativa por todos lados. En mi interior ahora mismo este me parece el mejor disco de electrónica de 2014, pero dado que no ha recibido las mismas escuchas de los demás, y que aún cabe la posibilidad de que se desinfle mi percepción sobre el álbum, lo dejo en este moderado tercer puesto. Impresicindible de principio a fin, pero si hay que elegir «Whisper (Part II)» no es una mala opción para comenzar.
2. Rameses B – Reborn (ver reseña)
«Reborn» es sin duda un verdadero viaje musical. El último trabajo de Rameses B, en esta ocasión en forma de álbum conceptual, mantiene el estilo al que nos tiene acostumbrados el joven productor inglés: un drum and bass melódico con toques de chillstep, pero habiendo logrado en este LP llevar su sonido a un nuevo nivel de calidad. En el transcurso de los cortes puedes sentir realmente como acompañas en su busqueda al protagonista de la historia, siendo estos ricos y variados. «Spirit Walk» se encuentra entre mis predilectos, condensando la epicidad atmosférica del disco además de demostrando una cierta influencia de Stumbleine, muy recomendable.
1. Seven Lions – Worlds Apart (ver reseña)
He dudado, pero al final me ha parecido lo más coherente concederle el primer puesto a Seven Lions. Jeff Montalvo se encuentra sin lugar a dudas entre mis productores de electrónica favoritos, sabiendo conjugar a la perfección los componentes melódicos del trance con la potencia del dubstep, habiendo logrado un sonido muy propio. En este último trabajo la primera faceta ha ganado relevancia, siendo «Worlds Apart» su EP más melódico y más accesible a un público más amplio. «Don’t Leave» y «Strangers» son temas marcadamente comerciales, que bajo mi punto de vista justifican parte del temor de los fans de que se esté alejando demasiado de su sonido original. Sin embargo, esto no implica que carezcan de una calidad arrolladora. «Worlds Apart» es mi favorita, aunque sin duda las 5 valen la pena. De los discos citados en esta lista, es el que más veces ha sonado en mis altavoces, poniéndome la carne de gallina con sus drops característicos, aun no he escuchado a ningún otro productor capaz de superarlos. Solo espero que en su busqueda de nuevos sonidos y de expandir sus horizontes creativos, postura con la que no puedo estar más de acuerdo, Seven Lions termine por perder sus señas de identidad. Hasta entonces continuemos escuchando sus tres EPs y amplia cifra de singles y remixes, hay mucho con lo que disfrutar.
Mención Especial: Faux Tales – Dystopia (ver reseña)
Pese a que no lo veo capaz de entrar en el top 5, me parece necesario recomendar «Dystopia», EP del productor Faux Tales que ha visto la luz este año. Conjuga componentes de dubstep con otros más propios de bandas sonoras, estando el EP compuesto por 3 cortes realmente épicos. «Atlas» es un buen ejemplo.