Repasando la crónica del último concierto de Sabaton se cruzan Civil War sin parar, estrechamente relacionados con ellos, para apostillar su grandeza. Civil War, formados por la fragmentación de varios miembros de Sabaton, su teclista, Daniel Mÿrh, los guitarristas Rikard Sundén y Oskar Montelius, y el batería Daniel Mullback hace un par de años y la incorporación del bajista Pizza y de Patrik Johansson, vocalista de Astral Doors y ex-Wuthering Heights, además de su mejor apuesta, empezaron a formar sus planes de conquista.
Hacer la competencia a los recién reformados Sabaton fue un duro trabajo, sobre todo por el gran éxito que han seguido teniendo, pero el primer álbum de los Civil War del 2013 “The Killer Angels” se convirtió en un debut digno de los componentes de la banda. ¿Temática?, idéntica. Por suerte, aquí varían un poco respecto al eje temporal de sus historietas, que ya no se centran solo en la segunda guerra mundial, sino en otros momentos de la historia, además que respecto a lo musical también hay un cambio importante, ya que aunque sus composiciones retienen todo el poderío y la épica de Sabaton, el vocalista aporta una gran variedad dado su enorme destreza, y su característica más importante, su tono enormemente parecido al maestro Dio.
«Rome is Falling» es a mi parecer, y aunque pueda ser difícil elegir, la mejor canción del disco. Empieza reposada y elevando el ambiente con el sintetizador, y marcandose Nils unos tranquilos y bellos versos en los que relata la desesperación de un hombre anónimo que ha de partir a luchar, y seguramente a morir, por su tierra y su César. A battle cry, a soldier’s sigh, I wish I hadn’t said goodbye. Estremecedor. Encontramos también, por si no fuese suficientemente flagrante con el tono de voz de Nils, una referencia a nuestro querido elfo Dio en la parte de A rainbow is painting the sky. Por otra parte, el estribillo es de los que te descubres gesticulando como si fueses tu mismo el que partiera a la guerra. Cuando intentes dormir, ahí estará, en tu cabeza, sin dejarte descansar. El que avisa no es traidor.
Una pequeña muestra de lo que se puede encontrar en este disco, un power metal potente, pegadizo y épico, a la zaga de los antes mentados Sabaton, y por tanto de originalidad casi nula, pero que te harán soñar y te meterán en la piel de los personajes de sus historias. Roma cayendo, y yo de esta guisa. Hail the Caesar!
Nota: Perdón por la rima.