Devin Townsend Project – Z²: Dark Matters

02-Ziltoid-Dark-Matters-cover

Doble álbum, doble emoción, doble probabilidad de cagarla o petarla. Por un lado, tenemos el «Sky Blue», que Mr. Andiros tuvo el gusto de reseñar y con quien comparto la opinión de “no tan bueno como el «Epicloud» pero está bastante majete”. Por otro lado, «Z² Dark Matters» es la secuela de aquel maravilloso «Ziltoid The Omniscient» del 2007, que también reseñé el otro día . ¿Que ha estado haciendo Devin durante ese lapso? Pues su proyecto epónimo, haciendo que su popularidad subiera como la espumita del champán, y en el que ha imprimido el sonido que ha acabado por influir a este álbum.

Las expectativas eran altas, la suerte estaba echada, las cartas sobre la mesa, las tuercas engrasadas, el motor rugiendo. Y Devin no falló. No falló, con matices. Que lo incluyese en mi top 10 del 2014 no implica que rebasara al primer Ziltoid, ni mucho menos. El principal problema aquí recae en que el álbum es mucho más narrativo que el primero. La historia está currada, los plot twist y dislates varios están a la orden del día, y la música se encarga de llevar la narración por buen camino. El tío Devy se ha pasado un poquito en esto último, aunque si queremos verlo como un musical, por mí bien. Lo que está claro es que el viaje merece mucho la pena.

Muy buenas ideas, (dejando a un lado la originalidad, no hay que olvidar que ya hay una primera parte) ahí tenemos sin ir más lejos el “universal choir” en el primer y en el último tema, formado por la mezcla de miles de voces que sus fans grabaron y enviaron. Muy buena música también, faltaría más, aunque algo más de ritmo en las composiciones (e.g. que no se corten a la mitad para meter un diálogo) no habría venido mal.

Atentos al pastel. «Dark Matters» comienza el camino a modo de introducción con unos coros muy bien trabajados y alentándonos a aposentarnos, tomar una taza de café y esperar a lo que se avecina. “People of Earth, the Ziltoid Show”. No sé, no sé, pero la siguiente, «From Sleep Awake», me suena a una continuación de la intro. Debe serlo, porque esperaba que me saltara la tralla de repente, y no. Se siguen presentando los personajes, entra Anneke a los coros y la cosa se desborda. Precioso. Dejemos la tralla para más adelante, esto ha sido perfecto.

Ya llegó, «Ziltoidian Empire» es la que rompe a machete, con la batería reventando con sus enrevesados ritmos secundados siempre por los coros, y sus múltiples cambios dependiendo de la situación. Lo que viene a mitad del interludio, no sé que será, pero de verdad puede conmigo. “Dadadadi dididida dadidia”. No hay mejor forma de expresarlo.

«War Princess», tras la introducción narrada pertinente, nos entrega un ritmo marcial que apabulla cosa mala. “You’re part of me”… más quisiera yo, eh Anneke… ejem. Está claro que aquí toma ella el protagonismo, aunque un tanto repetitivo, o más bien alargado. El cambio de ritmo que lleva a mitad de canción se hace de rogar, pero es efectivo. El tema llega a su apoteósico final sin respiro. En definitiva, me tomo la licencia de usar las palabras de los poozers para resumir la performance de Anneke: I shall follow, for you’re my Queen. I’ll die for you!… Ya vale ¿no? Que aquí el protagonista es Devin. Mejor paro.

«Deathray», el ataque a la tierra comienza, porque ataque tenía que haberlo sí o sí, aunque no he dicho nada de la historia ex profeso, ya la descubriréis vosotros. Y como imaginais el ritmo va a ser potente y sin concesiones. No mucho que resaltar, pues no es de mis favoritas. Pero lo que le falta a una le sobra a otra, «March of the Poozers», todo un dechado de virtudes. De nuevo con un tremendo ritmo marcial que culmina en el mejor estribillo del álbum, acompañado de un teclado memorable. Enorme y divertidísima la narración final, “Can he trust him? Does he have any choice? Why am I talking to myself?” que se sigue en «Wandering Eye», la cual no nos sirve nada más en lo musical.

Lo del tema musical lo arreglan las siguientes «Earth», que tras una parte más calmada (salvo para la batería, que hace de las suyas por todas partes) que va aumentando en intensidad y desenboca en un alarde de potencia, con un bonito interludio con unos coros muy interesantes,.“Coming to earth”. Y «Ziltoid Goes Home» donde Devin literalmente se jode la garganta usando su voz más agresiva.

Por último tenemos «Through the Wormhole», enteramente dialogada, y «Dimension Z», que si es un cierre como los dioses mandan, y donde se nota el consabido «universal choir» aunando las esperanzadoras voces de todos los humanos. Coros, coros everywhere! Las melodía de guitarra y de los coros se aúnan en un solo ente, y en verdad es emocionante y parece que estés viviendo la salvación de la Tierra.

Digna continuación. Como veis, las secuelas no siempre tienen que ser malas. Te alabamos Devin, señor de lo irreverente y lo post-molón. La magia de tus atmósferas y melodías rebasa lo mundano y acomete contra el corazón. Lo siento, una rima del montón.


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