El post-rock se hace una vez más con un hueco en el blog. Ese género por norma general etéreo, atmosférico, en el que se crean capas de sonido plenas de efectos que en ocasiones parecen hasta tangibles. Un estilo que a algunos les resulta aburrido, mientras que a otros sencillamente nos encanta perdernos en sus composiciones. Si nos leéis ocasionalmente ya os habréis dado cuenta de que todos los redactores de Spreading the Sound sentimos especial debilidad por él. Pues hoy vengo a hablaros del que probablemente será uno de los discos más interesantes de post-rock de 2015.
Lights & Motion no es una banda al uso, sino que es el proyecto musical en solitario del sueco Christoffer Franzén. Éste fue creado en 2012, en una época en la que el músico padecía de insomnio, y decidió canalizar la situación a través de la música. Inicialmente guitarrista, terminó por aprender a tocar de forma autodidacta el resto de instrumentos que aparecen en sus trabajos (bajo, teclado y batería), encargándose de esta forma tanto de la composición, grabación, y hasta producción de cada uno de sus discos. Se puede decir que es un proyecto absolutamente individual.
La discografía de Lights & Motion cuenta tan sólo de tres trabajos: «Reanimation» (2013), «Save your Heart» (2013) y el que nos ocupa aquí, «Chronicle» (2015). Su estilo me recuerda a las bandas de post más calmado y ambiental, sobre todo a Explosions in the Sky, y quizás también por momentos a God is an Astronaut o Sigur Rós. Además tiene un claro componente cinemático, tendiendo muchas de sus canciones a desarrollarse en forma de crescendos continuos, lo cual ha llevado a que algunos de sus temas hayan usado en trailers y distintos vídeos promocionales. Su primer álbum presenta un estilo bastante cercano a EITS, mientras que el segundo mantiene la línea general pero usando como instrumento principal el teclado en lugar de la guitarra. Su último trabajo supone la maduración de su sonido, posicionándose un peldaño por encima de lo escuchado hasta entonces.
El álbum arranca con «Fireflies«, un tema redondo que desde luego no desentonaría como single. Sobre la base de teclado guitarras cristalinas van hilando distintas melodías, al que finalmente se le añaden unas voces que terminan por alcanzar un clímax muy en el estilo cinematográfico anteriormente mencionado. Post-rock ambiental en su mejor manifestación. «Glow» es la primera canción que compuso para el LP, presentándonos una atmósfera espacial que encaja a la perfección con la espectacular portada que viste el disco. Un tema realmente meditativo y de lento desarrollo, que cumple una función muy adecuada dentro de la tónica general de «Chronicle».
La tercera pieza del tracklist es «Antlers«, del cual ya pudimos disfrutar como adelanto. En este caso el tronco de la canción lo constituyen las guitarras, resultando muy difícil no pensar en Explosions in the Sky al escucharla. «Reborn«, por otro lado, nos muestra un lado ligeramente más pesado y oscuro de Lights & Motion de una forma bastante acertada, constituyendo uno de mis cortes favoritos. «Northern Lights«, en sus apenas poco más de dos minutos de duración es un interludio de piano bastante suave y minimalista.
«Particle Storm» continúa en la línea de «Antlers». La verdad es que me sorprende que todo lo haya compuesto y grabado únicamente una persona, y más aún que en la era digital donde las baterías programadas están a la orden del día, haya realizado todo él mismo con instrumentos físicos. «As the World Goes Away» es realmente preciosa, cierra los ojos mientras la escuchas para que el título de la canción se vuelva prácticamente literal. Me parece importante destacar que, aunque la deuda que tiene Christoffer Franzén con determinados artistas consagrados es evidente, en mi opinión ha logrado encontrar una voz propia en un estilo en el que resulta algo complicado.
«Paper Wings» es otro sencillo interludio que conecta con «The Spectacular Quiet«, corte que despide el disco, y para el que crearon un vídeo bastante interesante visualmente. «Chronicle» es un trabajo impecable, el cual me ha servido de acceso al mundo de Lights & Motion, y no podía haber elegido mejor punto de partida desde luego. Coge los elementos que ya nos había mostrado en sus anteriores discos, aumentando su ya de por sí característico toque propio de bandas sonoras y refinando su estilo en busca de su identidad musical, lográndolo con un más que notable resultado. Los meses dirán cómo sobrevive al tiempo, pero ahora mismo lo veo con un sitio entre lo mejor del presente año.