Cuando en un primer instante me enteré de que Skyharbor, proyecto paralelo del vocalista de TesseracT, Daniel Tompkins, preparaba tour y de que Bristol se encontraba entre las tantas fechas programadas, tuve clarísimo que no me iba a perder esa noche por nada en el mundo, como ya podréis imaginar. El 19 de marzo era pues, hasta el momento, el día de este presente año que con más ganas esperaba, sobretodo una vez me puse a descubrir a los otros dos grupos que compartirían escenario con ellos, los australianos sleepmakeswaves y los polacos Tides From Nebula, ambos post-rock instrumental cargados de simbolismo y que recrean paisajes en el aire inhóspitos y de una belleza inigualable.
A decir verdad, después de meterme de lleno con los de Sydney a raíz de saber quién tocaba, debo de confesar que al final se convirtieron en mi grupo preferido y si debiera de escoger a uno de ellos terminada la noche del concierto… pues sí, sería sleepmakeswaves, sin menospreciar el enorme talento que de manera evidente poseen las tres bandas y que demostraron con creces sobre el palco.
La gira, que lleva el nombre de The Feel Trip – European Tour 2015, dio inicio a principios de marzo en Alemania y terminará el próximo mes en Grecia, pasando por varios países de Europa entre los cuales también se encontraba España. Uno de los aspectos que me ha parecido más respetable es el hecho de que, al tratarse de una gira de tres grupos superpuestos todos a un mismo nivel, todos ellos se han autoimpuesto tocar 50 minutos cada uno e ir alternando en cada cita el orden de actuación. Cabe decir que, por ejemplo en el Reino Unido, Skyharbor tocó siempre el último, quizás al tratarse del vocalista también inglés y ser una figura reconocida aquí, aunque es tan sólo una especulación mía propia y no podría estar segura. Pero el simple hecho de organizarse así me parece un acto de profunda humildad y respeto y me parecía coherente destacarlo.
Lo dicho, la cita en Bristol tuvo lugar el jueves 19 de marzo en la sala Exchange, la misma en la que ya tocaron Maybeshewill el pasado mes de diciembre o Sólstafir en el siguiente, una sala algo pequeña, de techo bajo, con sonido no maravilloso y que carece de backstage. Una sala bastante bastante underground por si hacía falta decirlo, pero no vayamos a quejarnos porque dentro de lo que cabe, estuvo todo bastante bien.
Siempre intentando llegar pronto, en las mesas del merchandising se encontraban parte de las distintas formaciones y tanto el bajista como uno de los guitarristas de Skyharbor, originarios de India, nos saludaron e indicaron que la sudadera que recrea su último single, “Patience”, elaborado por la artista Jess Cope, era la que llevaban ellos puesta. Muy simpáticos. Una lástima que nadie tuviese camisetas girlie porque siempre intento pillarme alguna y me da coraje comprar por comprar si no la voy a aprovechar al 100%. Con Architects me pasó lo mismo aunque siendo consciente de que en la tienda online sí tenían, me la acabé comprando por Internet.
A las 19:40 h se subieron los polacos los cuales estuvieron iluminados por tan sólo dos focos de base rojiza. Prácticamente estuvimos a oscuras, entre familia como aquél quien dice, una conexión absoluta entre artista y público presente, todo acorde, toda palabra, todo detalle fue imperdible en los 50 minutos de duración que tuvo el primer derroche de magia instrumental. Estaba en primera fila, en el centro, imposible perderme algo aunque en gran parte casi casi nos daría a todos por cerrar los ojos y sentir. Emoción, sentimientos, todo junto al son de la melodía. Difícil descripción cuando sobran las palabras.
Durante el tramo final de la última canción, “Sleepmonster”, ambos guitarristas saltaron desde el escenario y se colocaron entre todos nosotros. Fue una sensación única verles tocar tan a cerca. El setlist se dividió entre los tres álbumes que tienen editados por ahora, ‘Eternal Movement’ (2013), ‘Earthshine’ (2011) y ‘Aura’ (2009).
Siberia
It Takes More Than One Kind of Telescope to See the Light
…
Only With Presence
The Fall of Leviathan
Now Run
Let It Out, Let It Flow, Let It Fly
Tragedy of Joseph Merrick
Sleepmonster
Veinte minutos justos más tarde estarían a punto sleepmakeswaves que dieron comienzo al espectáculo con la que yo ya me imaginaba, la potente “Perfect Detonator”, primera canción que introduce su reciente nuevo disco, ‘Love of Cartography’ (2014), para seguir con “Traced in Constellations”, también del último. De hecho, quitando los dos siguientes cortes, “in limbs and joints” (‘…and so we destroyed everything’, 2011) y “we sing the body electric” (‘Spilt’, 2009, con Tangled Thoughts of Leaving), todos fueron temas de su último larga duración.
Lamentablemente, faltó el que fue tema presentación de éste, “Great Northern”, debido a la falta de espacio para situar el teclado, canción que sí ha tenido cabida en otros sitios y que a cambio nos pudieron ofrecer “How We Built the Ocean”. Ciertamente, el escenario no da para mucho pero me acuerdo de la actuación de Maybeshewill quienes también tenían teclado y no vi problema alguno para el montaje. Aunque ya uno de los guitarristas, Otto Wicks-green, que al comienzo de la tercera canción se desconcentró y tuvieron que parar unos segundos, manifestó abiertamente entre risas su miedo a caerse por el agujero de la escalera. El espacio desde luego no iba sobrado.
Sí eché en falta la que muy probablemente sea de mis preferidas de estos australianos, “One Day You Will Teach Me to Let Go of My Fears” que encontramos en su demo (2007), posteriormente incluida en un disco recopilatorio bajo el nombre de ‘In Today Already Walks Tomorrow’ (2008). Como siempre acabo diciendo, no se puede tener todo en esta vida y yo ya estoy más que bendecida. Aquello fue como un ritual en estado puro, almas deslizándose con cada acorde, con cada roce de instrumento, con cada prolongación del sonido. Algo espectacular con tan poquito y eso es lo que tantas veces hace que algo sea así de grande y especial.
Perfect Detonator
Traced in Constellations
in limbs and joints
we sing the body electric
Emergent
How We Built the Ocean
The Stars Are Stigmata
Something Like Avalanches
A las 22h le tocaba el turno a la última banda de la noche, Skyharbor, que en un primer momento se fundó como proyecto en solitario del guitarrista indio Keshav Dhar con la posterior colaboración de Daniel Tompkins y hasta la consolidación actual. A Skyharbor lo podríamos considerar como un grupo de progresivo a caballo entre el rock y el metal y de numerosos elementos ambientales en los cuales te pierdes con facilidad.
El vocalista, a parte de ser un frontman de cabeza a los pies, es uno de los mejores cantantes dentro de la escena que ahora mismo tengo presente, con una cantidad de registros que no se ven todos los días. Aunque durante las primeras canciones el sonido fue aceptable, no fue hasta que tocaron la lenta “Patience” (‘Guiding Lights’, 2015) cuando la voz me resultó más nítida y apreciable con esplendor. Es lo que tiene la voz de Dan, suave y mágica al mismo tiempo que enérgica, dura y rasgada cuando lo requiere. Fue todo un placer volverle a ver desde que estuve en el concierto de TesseracT hace escasos meses, en el que ya disfruté lo suyo.
A decir sobre el setlist, prácticamente se decantaron por su flamante nuevo larga duración ‘Guiding Lights’ (2014) obviando el último tema del repertorio que tuvo el honor de ser “Celestial” del anterior disco, ‘Blinding White Noise: Illusion and Caos’ (2011).
Justo después Daniel tuvo el miramiento de agacharse para saludarnos, estrecharnos la mano a los de la primera fila mostrando su interés por saber si estábamos bien y si habíamos disfrutado de la noche. Y se dirigió también a mí: -“And yourself?”. Creo que sobra la respuesta.
Allure
Evolution
Halogen
Patience
Guiding Lights
The Constant
Celestial
Qué noche, qué noche, qué noche… ¿Por qué terminaría tan pronto? Era demasiado pronto, ¿verdad? Yo quería más, no me hubiese ido esperando otra y otra y todavía otra más. Sí, uno de los mejores conciertos que he vivido y sin pagar una fortuna por ello, eso sí que es un lujo. La espera ha valido muchísimo la pena y ya sólo queda volver a tener la oportunidad de ver a estos brillantes tres grupos en un futuro no muy lejano. No me aguanto ya las ganas, para qué negarlo.