Hace apenas unos meses, los norteamericanos Russian Circles eran, a decir verdad, unos completos desconocidos para mí. A raíz de inspeccionar el cartel del festival ArcTanGent del año pasado, el cual tiene lugar en la periferia de la ciudad inglesa de Bristol donde ya sabéis me encuentro viviendo, el nombre de Russian Circles se encontraba encabezando la lista entre centenares de formaciones, y gracias a mi insaciable deseo de saber más, me escuché un par de temas y acabé, para variar, por hacerme con los seis discos que tienen hasta el momento. Me llamó muchísimo la atención su artwork, tan sencillo, sobretodo la portada del Geneva (2009), una fachada moderna de arquitectura industrial años 30. Increíble.
Digamos que los de Chicago experimentan más bien entre frecuencias mucho más pesadas, más heavies, más oscuras que otros grupos instrumentales, situándolos de este modo hacia un estilo de post-metal que tengo por seguro los seguidores de Isis o Neurosis apreciarán y mucho, sin olvidarme tampoco de la tremenda influencia de Slint. Todos ellos también americanos.
No sé cómo fue exactamente, pero me enteré de que en abril volvían al Reino Unido y fui a buscar rápidamente mi entrada. Faltaría más. Me parece que este año va a ser el año de la música instrumental y, mayormente, con un post delante. Y por supuesto, me encanta.
El 22 de abril, miércoles, fue el día escogido. Sala The Fleece, un magnífico edificio histórico con estructura visible de madera y que, probablemente debido a pasadas reestructuraciones, lo encontramos por dentro lleno de finas columnas de acero de sección circular que lo dotan de una singularidad bastante peculiar. Una auténtica pena que se encuentre amenazado por especuladores que quieren deshacerse de esta joya.
Fui la primera en llegar mientras esperaba a un amigo, ya que al no especificar bien la hora de comienzo y viendo que estaba libre, no me importó pasarme por allí algo más temprano, así que no tuve problemas de personas altas delante de mí, por suerte. Sólo un tipo raro que se me plantó desde la nada unos segundos antes de empezar con los teloneros, Helms Alee, al que estuve maldiciendo por su poca consideración. Un alivio que desapareciera más tarde, sinceramente. También los fotógrafos dieron bastante la lata. ¡Échale cuatro fotos y vete ya! Qué cansinos… Hoy me tenía que quejar, lo siento.
A las 20:20h los de Seattle Helms Alee dieron por comenzada la noche con un repertorio que duró unos 40 minutos. Ellos son Ben Verellen, con experiencia en otros grupos, Dana James y Hozoji Margullis, tres amigos que decidieron probar juntos en 2007 con un resultado notable y más que satisfactorio. Todos ellos incorporan en algún momento de cada canción su propia voz con lo que me sorprendió ver a la batería Hozoji Margullis con el cuello completamente en perpendicular cantando sin visualizar ni manos ni pies a la vez que tocaba. En uno de los cortes se ve que al guitarra le faltaba empalmar algún cable de los pedales que a su compañera se le olvidó y tuvieron que parar un momento entre disculpas.
Con tres álbumes editados y otros de extensión o partidos, confeccionaron un setlist variado:
Pleasure Center
Tumescence
Grandfather Claws
Pinniped
Ripper No Lube
Dodge The Lightning
Fetus. Carcass.
Pretty As Pie
Borrowed Wind
Paraphrase
Media hora entre bandas para cambio completo de instrumentos incluyendo batería, gigantes pedaleras y hacerse un poco de rogar, aunque eran ellos mismos quienes se encargaron del montaje como viene siendo habitual entre bandas de este calibre, con los pies bien posicionados sobre la tierra. Diez minutos de efectos distorsionados y de gran densidad con el escenario completamente inhabitado y a las 21:30h en punto aparecieron sobre el escenario Russian Circles con una sutil luz que proporcionaba un ambiente todavía más decadente si cabe, en el buen sentido de la palabra, por supuesto, siempre.
Empezaron con el segundo corte de su último disco ‘Memorial’ (2013), “Deficit”, del cual sólo tocaron dos piezas resultando ser un setlist muy bien repartido, ya que más tarde se decantarían por “1777”, de mis favoritas de este pedazo de álbum – como al final toda su discografía, para qué obviarlo. De ‘Empros’ (2011) escogieron primero “309” y posteriormente “Mlàdek”, del ‘Geneva’ (2009) tocaron solamente la homónima y de la que me apasiona el bajo tan marcado y pesado, mientras que “Carpe” y “Death Rides a Horse” fueron representación de su primer larga duración, ‘Enter’ (2006). El álbum con más protagonismo fue de esta manera ‘Station’ (2008) con tres temas magníficos que nos degustamos con la misma emoción interna que posee un niño pequeño cuando experimenta algo por primera vez. “Herper Lewis”, “Station” y “Youngblood” como bis final y cuyo ritmo es totalmente adictivo. Expectación intensa pero sosegada propia de un adulto, eso sí.
Lo de ser instrumentales se lo toman al parecer muy seriamente. Ningún micrófono presente ni mucho menos escondido por si acaso, cero palabras en casi la hora y media rozando que estuvieron con nosotros. Pero nada de nada. Música, efectos y mucha distorsión como capa de sonido extendido que cubrieron los escasos instantes de pausa y arranque a otra canción. Ni un solo hueco de silencio absoluto tuvo cabida. Los thank you vinieron representados por miradas y gesticulaciones controladas al final de la noche. Nothing more at all, pero tampoco hicieron falta quedando así como más refinado, limpio y puro. Ya hubiesen podido relajarse algo más y dedicarnos un par de temas más, me resultó demasiado corto.
Preciosistas y psicodélicos, tappings de guitarra abrumadores de los que me he hecho muy muy fan, riffs espesos, sonidos oscuros, melancólicos y efectos crudos que se prolongan hasta el infinito y más allá. Desde luego sirven unos oídos bien finos y entrenados para entenderles y aguantar en ciertos momentos. Y no decepcionan lo más mínimo.
Música de culto probablemente pero qué grandísimos grandísimos artistas que son. Feliz de haber dado con ellos así que no los dejes pasar tú tampoco si aún no tienes el placer de conocerles.
Deficit
Carpe
309
Harper Lewis
Geneva
1777
Station
Mlàdek
Death Rides a Horse
…
Youngblood
4 respuestas a “Crónica: Russian Circles + Helms Alee en The Fleece, Bristol – 22/04/2015”