Hay una banda de la que todavía no he hablado en Spreading the Sound por la que siento bastante aprecio. Llevo muchos años siguiéndoles la pista, y durante una larga temporada no dudaba siquiera al nombrarles como mi grupo favorito. Ahora esto ya no es así, pero sigo teniéndolo entre los que más me han marcado con diferencia. Estoy hablando de Alter Bridge, banda de hard-rock americana, la cual nació para los que no lo sepan de la parte instrumental de los archi-conocidos (y por muchos despreciados) Creed, a la cual se le sumó el magnífico vocalista Myles Kennedy. Todavía no he encontrado el momento para hablar de ellos, ya que hasta 2016 mínimo no vamos a tener nuevo trabajo suyo; de hecho, tampoco voy a centrarme en ellos ahora. Si los he sacado a colación es básicamente porque este artículo se centra en el que es el segundo disco en solitario de Mark Tremonti, guitarrista solista de la formación norteamericana.
Quizás disco en solitario no sería la forma más acertada de describirlo. Pese a que actúa como frontman y lo compone todo, realmente es una banda bautizada como su apellido: Tremonti. La alineación la completan Eric Friedman a la guitarra rítmica y coros (siendo también miembro de directo en Creed), Garret Withlock detrás de la batería y Wolfgang Van Halen (hijo de Eddie Van Halen) al bajo. «Cauterize» es el nombre de su segundo álbum, sucesor del que fuera su debut, «All I Was». Este último, que vio la luz en 2012, me dejó algo indiferente cuando salió, creo que porque me esperaba algo diferente por entonces. Sin embargo a base de posteriores escuchas acabe pillándole el punto, disfrutando temazos como «Leave it Alone» y «Proof», y entendiéndolo como lo que era, un disco de metal de temas de estructura típica, con un buen trabajo de guitarra, pero sin grandes aspiraciones creativas, lo cual sin embargo no tiene porqué ser intrínsecamente negativo.
Precisamente, saber a lo que me enfrentaba desde el principio ha hecho que disfrute «Cauterize» mucho más desde la primera escucha. De los discos lanzados en los últimos meses no era ni de los que más esperaba ni de los que pensaba escuchar primero, sin embargo di con un enlace de Youtube a un playthrough del tema homónimo, y desde entonces he estado enganchado. La sensación global al escuchar el disco es la de que Mark no ha pretendido desmarcarse demasiado de su banda principal, igual que pasaba con el trabajo anterior. Suena a un Alter Bridge carente de la chispa que los hace tan enormes, pero más duro y rápido, dejando entrar sus influencias más propias del metal. Sin embargo, dejando de lado las odiosas comparaciones, en Tremonti hay lugar también para solos colosales y con feeling, arpegios marca de la casa y estribillos coreables y en ocasiones hasta ligeramente épicos.
Sin duda la principal diferencia entre «All I Was» y «Cauterize» es el trabajo de Mark al micrófono. No en tanto a un salto enorme de calidad, ya que el registro es el que tiene, bueno pero algo limitado. Sin embargo, se nota lo cómodo que se siente ahora en su papel de frontman por las melodías vocales que ha escrito para este álbum, algo más complejas e interesantes.
«Radical Change» es un tema demoledor con el que empezar: una guitarra asesina, ritmo frenético y un trabajo al micrófono brillante, que culminan en ese solo que comienza emulando la melodía del estribillo para ir creciendo técnicamente poco a poco. Por otro lado «Flying Monkeys» es lenta y pesada, con un riff que hasta reviste una ligera influencia doom. El tema homónimo, «Cauterize», es un verdadero temazo, con ese acelerado riff inicial jugando con armónicos naturales y esa parte final de fingerpicking con delay absolutamente deliciosa.
«Arm Yourself» sigue en la linea del primer tema, pero sin resultar tan efectiva. «Dark Trip» sigue la estructura tan típica de muchos cortes de Alter Bridge de intercalar arpegios con guitarras distorsionadas. En el, de la misma forma que en el tema que cierra el disco, se puede respirar ese aire oscuro y post-apocalíptico que tan bien plasmaron en el último álbum de su formación principal, «Fortress».
El problema principal del disco es que, aunque muchos de los cortes tienen alma de gran tema, no hay demasiada variedad entre los mismos, siguiendo una estructura a veces demasiado similar. «Another Heart», primer single del disco, funciona como tal pero no es de las canciones más inspiradas. La forma en que juega con los armónicos me trae reminiscencias, aunque lejanas, al estilo de los riffs de Gojira. El comienzo de «Fall Again» es lo más cercano que hay a una balada en el disco, pero no tarda en ganar energía. La guitarra principal de «Tie the Noose» se hace tediosa, ya que sigue en la misma linea de bastantes temas anteriores, pero lo compensa con estribillo potente y algún momento en el que el bajo se encarga de cubrir a la guitarra, además del breve pero intenso solo.
La recta final engloba dos de las mejores canciones del álbum. Por un lado «Sympathy», con su intro arpegiada, una batería inicial acertadísima y un aura general que te llena de optimismo. Mark demuestra que se está convirtiendo en un muy digno frontman, mientras se reafirma como el gran guitarrista que es. Por otro «Providence» supone una despedida inmejorable, profunda y épica. Punteos puntuales preciosistas, sección con un riff contundente mientras Mark se luce al micrófono, desembocando en un solo melódico que se ajusta a la perfección.
Concluyendo, «Cauterize» es un disco bastante disfrutable, aún más si eres seguidor de Alter Bridge, pero debes acercarte a el pensando en lo que es, un disco de rock/metal sin demasiadas pretensiones. Que Mark Tremonti continué guardándose las mejores ideas para su banda principal, que están logrando marcarse una discografía impoluta, y confío en que con su próximo trabajo esto continúe siendo así.
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