¿Aún no hemos traído por aquí a Thin Lizzy? Qué locura. Pues nada, a solucionarlo. Dícese que se era un par de coleguillas, unos tales Phil Lynott y Brian Downey, que decidieron formar una banda de rock. Cómo iban a saber que acabarían dando nombre a una de esas bandas grabadas a fuego en los anales de la historia. Y cómo vamos a saber nosotros qué nos podría haber seguido regalando el bueno de Lynott si no nos hubiese dejado. Eso sí, hay tres cosas que nunca olvidaremos de nuestro Irlandés favorito, su pelucón a lo Hendrix, su emotivo bajo y su peculiar manera de recitar, en vez de cantar.
Hoy nos va a acompañar “Johnny”, primera canción del álbum “Johnny the Fox” del 76. El zorro vendría después de su álbum más vendido, “Jailbreak”, de ese mismo año, que contenía pepinazos como la homónima “Jailbreak” o su mayor éxito “The Boys Are Back in Town”, y que en comparación podría haber quedado pequeño, pero nanay de la china. Y para muestra un botón bien hermoso. Tras esa infinitamente maravillosa portada solo podemos esperar oro, y oro tenemos. «Johnny» nos trae el sonido hard rock de la banda al completo, la magia de las guitarras de Scott Gorham y Brian Robertson y la batería de Downey acompañando a Phil, que nos recita la apasionante historia de un chavalín en busca de su chute diario que acaba muy malamente. Viendo como acabó el mismo Phil, no se sí es peor la ironía.
A parte del típico buen hacer habitual, tenemos algún detalle, como ese “¡Look out!”, que me recuerda a los del maestro Dio en “Children of the Sea” de Black Sabbath, o el hecho de que el tema cuente por ahí con dos solos, pues como bien dice el dicho, más vale que sobre y no que falte. Desde luego, aquí no sobra ni falta nada, todo está en su sitio, como debe ser, y quien quiera darse un chute, eso sí, de buen rock, que se apunte a la caza del zorro.