Le preguntaba a andiros si sería conveniente unirnos a la marea mediática de las últimas horas a raíz de una canción de un grupo francés. Y al darme luz verde, decidí dedicar la canción de la semana a modo de oración por la masacre injustificable de París.
La novena canción del enormemente galardonado «Random Access Memories» es, sin ir más lejos, un poema, una reflexión sobre la vida y la búsqueda del ser humano en el crepúsculo de un día de otoño. Es un tema que, junto a otros como «Contact», «Motherboard» o «Touch», siempre confunde y sorprende increíblemente al que está acostumbrado al Daft Punk de «One More Time» o «Get Lucky».
Tras un espectacular inicio sinfónico de la mano de Chris Caswell, la característica voz robótica comienza a recitar los versos de la pluma del compositor Paul Williams. Es un tema ligero pero profundo, y a la par, con un toque emocionalmente agridulce. La base sobre la que se desarrolla la música recuerda bastante a Alan Parsons, aunque siempre en el estilo propio de Daft Punk, con una sucesión de slides de guitarra y un arpegio repetitivo que nos hipnotiza, y que nos deja tiempo para la inspiración y para la reflexión tras las palabras del autor.
Y es cierto, no lo voy a negar, por aquí somos muy aficionados a observar la música desde un prisma prog por la definición propia que le damos. Pero si uno escucha este álbum en profundidad podrá ver como el concepto prog es extremadamente polisémico, porque en la música de estos franceses se pueden escuchar muchas reminiscencias del uso de sintetizadores de Jean Michel Jarre o Vangelis, con un profuso uso de vocoders. ¿Y qué tiene esto de progresivo? Quizás bien poco en cuanto a estructura, pero la experimentación a partir de esta música ácida y experimental a principios de los 70’s ha dado fruto al resto de géneros derivados de la electrónica y el tecno.
De esta manera, hacemos un homenaje a las víctimas del terrorismo en el mundo, en un viernes 13 tan negro. La verdad es que todos estamos realmente conmovidos por lo que ha pasado, una situación que no se puede explicar de ninguna manera. En un día como hoy, a algunos solo nos resta escondernos en nuestra habitación y encontrar armonía en el espíritu de la música, ya no solamente por las víctimas del terrorismo, sino por el intelectualismo envenenado y la falsa moral que están inundando las redes sociales en las últimas horas.
Remember love, the holy mission?
This is the journey of the soul
The perfect song is written with silence
It speaks of places never seen.