A lo largo de los años he aprendido a distinguir las bandas de power metal, de las bandas de power metal. Sí, he dicho lo mismo, pero en esencia no lo es. Están esas bandas de power metal que se quedan en una simple repetición de esquemas, unos Helloween/Stratovarius 2.0. O mejor dicho 200.0. Estas por desgracia son las que más abundan, como bien muestro con ese hermoso 200. En el otro grupo están las bandas que innovan, o por lo menos lo intentan, y dan un toque personal a su música. Esos que saben que, para triunfar, han de dar algo más… aunque luego no triunfen. Estaréis pensando que esto pasa en cualquier género. Bueno, pues yo digo que en el power aún es más flagrante la cosa.
Wuthering Heights tienen ese aspecto de distinción. A falta de un término mejor, lo llamaremos “el toque”. En su música conjungan el power de riffs potentes blindguardianescos con elementos más reposados, alegres, incluso extraños, algo folk y medievales, y hasta en ocasiones progresivos. Sin embargo, lo que se lleva el gato al agua (y pobre gato) es la voz de Nils Patrik, cantante de la escuela Dio, cuya voz sería capaz por sí sola de convencer a los alienígenas de no destruir la Tierra. Este, sumado a una cuadrilla de grandes músicos, nos da uno de los álbumes más frescos e interesantes dentro del power de este nuestro milenio.
Y todo esto vamos a justificarlo con la canción de la semana, “Faith – Apathy Divine Part 1”, con perdón de la segunda parte, que también tiene lo suyo, del álbum «The Shadow Cabinet«, del 2006. El tema comienza con una pegadiza melodía medieval de violín que rebate en seguida guitarras y batería, a todo trapo como mandan los cánones power. Esto, si bien parece entrever una canción típica pronto se destapa en un compendio de giros de tuerca bien engrasados y grandes melodías, tanto instrumentales como vocales, que nos dan muestra de lo variados que pueden ser estos señores. Ocho minutos que se pasan volando, condensando lo mejor que nos puede ofrecer la banda, que no es poco. Las líricas también nos muestran que no son una banda al uso, pues en ellas encontramos interesantes metáforas, conteniendo un tono muy elocuente y reflexivo, con los pies en el suelo.
Ya veis, no os lo digo yo. Siempre se encuentran grandes grupos, pero de otro tipo de grandeza. Grandes no porque sean famosos, sino porque salen de la media y destacan haciendo que los que los recuerdan, muchos o pocos, lo hagan por siempre.
«I cried out to the heavens above
To find out if someone was waiting for me
But they just wanted my gold, not my soul
Though they could have had it for free»