En cuanto vi que los perfiles de las redes sociales de Mono y The Ocean se cambiaban la foto de perfil por la misma imagen no pude evitar algo de excitación. Encima menuda imagen, el artwork que muestra la escena del bebé en lo que parecen unas profundidades abisales rodeado de demonios de corte oriental es increíble (obra de Florian Bertmer). Que iba a haber una colaboración era evidente, pero faltaba por descubrir si formaba parte del tour europeo en el que iban a participar juntos o era otro proyecto. Finalmente, para nuestro regocijo, lo que teníamos ante nosotros era la portada de un split EP, bautizado como “Transcendental”.
En este trabajo cada banda ha aportado un único tema nuevo para la ocasión, de duración larga y con una calidad a la altura de cualquiera de sus lanzamientos previos. Tenía muchas ganas especialmente de poder escuchar algo nuevo de The Ocean. “Pelagial” fue el disco que más me gustó de 2013, y desde que los descubriera por entonces han pasado a convertirse en una de mis bandas imprescindibles. Su post-metal de atmósferas elaboradísimas y de gran profundidad y de riffs rocosos y contundentes me dejó enganchado desde la primera escucha.
Esta colaboración será sin duda consecuencia directa del fichaje por parte de Pelagic Records (sello llevado por el guitarrista de The Ocean, Robin Stap) de los japoneses Mono, donde editaron su último trabajo de estudio, el álbum doble “The Last Dawn/Rays of Darkness”. Ambos temas del EP se encuentran basados en un concepto bastante definido. Por un lado el corte de los japoneses, “Death in Reverse”, de 11 minutos de duración, gira en torno al viaje de la vida, desde el nacimiento a la muerte, y la posible continuación del mismo más allá. Por otro lado, The Ocean continúan en su línea filosófica y tomando referencia de distintas obras, en este caso basándose en el film “Enter the Void” para su canción, titulada “The Quiet Observer”.
Únicamente dos cortes, pero infinidad de detalles y cambios en los que perderse con cada escucha. Desde luego las dos bandas han logrado, sin salirse de la tónica general del estilo que las caracteriza, crear algo de cotas épicas. En el caso de la banda alemana este era el debut en estudio de dos de sus integrantes, Paul Siedel a la batería y Damian Murdoch a la guitarra, tras más de un año girando continuamente por el mundo como miembros de la formación.
“Death in Reverse” nos muestra a los Mono de los discos más recientes, especialmente de la versión más oscura de “Rays of Darkness”. Un post-rock sin arreglos orquestales como en otras ocasiones, a base de capas de sonido con progresiones lentas, una batería que guía la evolución de la intensidad con gran maestría, y esas guitarras que finalmente se desatan en una explosión sonora de gran carga emocional. Sin duda saben cómo poner la carne de gallina. Se supone que esta pieza va a actuar como aperitivo de lo que vendrá en su próximo álbum. Esperándolo con ganas me hallo.
Vale, el tema de los nipones es muy bueno. Pero es que el de The Ocean es glorioso. Cuando me preocupaba que después de “Pelagial” lo tuvieran difícil para sorprendernos de nuevo, con “The Quiet Observer” despejan todas las dudas. Me encanta que al escuchar su discografía, con cada disco tenga la misma sensación: todos sus álbumes suenan diferentes, y al mismo tiempo sabes que estás escuchando a The Ocean en todo momento. “Precambrian” era más denso, “Heliocentric” y “Anthropocentric” tenían muchos temas más enfocados a los riffs, y “Pelagial” contiene las mejores atmósferas de su discografía, y la coherencia conceptual más acentuada, que ya es decir viendo su historial.
Desde el inicio con piano, sutil batería y violines, te das cuenta de la increíble capacidad de la agrupación alemana para tejer algo inmenso en lo que te es imposible no sumergirte. “Rise! Float!” repite Loïc Rosseti, y sientes la imperiosa necesidad de hacerle caso. Es el cantante perfecto para The Ocean, un registro melódico pero fuerte, y unos guturales duros sin pasarse de brutalidad. Al principio eché en falta a Luc Hess a las baquetas, porque tenía la sensación de que aportaba más detalles con su técnica, pero al final no he podido evitar quitarme el sombrero ante Paul Siedel. No siempre más es mejor, y su aporte es perfecto para la canción en todo momento. Casi 13 minutos de complejas atmósferas, riffs característicos y un trabajo brutal al micrófono. Y Damian Murdoch hasta nos concede un solo de guitarra en el momento preciso. Inmejorable.
Dos únicos temas en un split EP, pero sin duda dan para mucho, a la altura de cualquier trabajo discográfico de los grupos. Que 2016 nos permita disfrutar de material nuevo de ambas bandas al completo, ganas no faltan.
3 respuestas a “Mono & The Ocean – Transcendental EP”