Cuando se habla del post-rock hay determinadas bandas en las que todo el mundo piensa. Mogwai, Explosions in the Sky, Sigur Ros… o God is an Astronaut. La formación irlandesa es sin lugar a dudas uno de los pilares que contribuyó a terminar de asentar las bases de un género muy amplio a día de hoy. No es que sea únicamente un estilo que actualmente practican infinidad de bandas, con enfoques bastante distintos, sino que además son muchos los grupos de otros géneros que han ido adaptando elementos propios del mismo a su propia fórmula. Post-metal, post-black, post-doom… son etiquetas con las que es fácil encontrarse a día de hoy.
En 2005 God is an Astronaut marcaría un antes y un después con esa verdadera obra de arte que fue bautizada con el sugerente título de “All is Violent, All is Bright”. Fue un disco en el que definieron su estilo compositivo, a base de preciosas melodías de piano y guitarra, atmósferas de profundidad épica, con sutiles coros vocales y una batería que le daba energía y empaque al conjunto, otorgando momentos de intensidad a la que es de por sí una propuesta bastante calmada.
El problema de su discografía es que se marcaron un nivel que no fueron capaces de superar con sus siguientes lanzamientos. Su trabajo homónimo o “Age of the Fifth” son buenos discos, explotan aquello que se les da tan bien, pero les falta algo de innovación y pecan de un excesivo continuismo. Por otro lado, en 2013 con “Origins” sí que intentaron desmarcarse con un trabajo mucho más enfocado a la electrónica, recurriendo incluso al vocoder, aunque quedando el intento de cambio más en la intención que en el resultado final. Exceptuando algún tema más inspirado como “Reverse World” o “Autumn Song”, es un disco ligeramente olvidable.
Por eso mismo he estado posponiendo la escucha de “Helios Erebus”, último larga duración de los irlandeses. El single que adelantaron me gustó pero no lo suficiente como para llamarme la atención, además tenía la sensación de que el álbum no iba a aportarme mucho respecto a lo que ya había escuchado de la banda. Por suerte, me equivocaba. La primera escucha me dejo muy buen sabor de boca, y las que le han ido sucediendo, que no son pocas, solo me han reafirmado mi convicción. God is an Astronaut han recuperado la inspiración.
“Helios Erebus” es un disco que mira al pasado para recordar quiénes son y de lo que son capaces. Muchas melodías y momentos me traen reminiscencias al “All is Violent, All is Bright”, pero sin intentar autocopiarse (al menos no más de lo que suelen hacer en cuanto a repetirse) ni hacer una segunda parte del mismo. Este parecido lo veo en el buen gusto que desprenden los temas, y que a pesar de no representar algo especialmente innovador, guardan en su seno los ingredientes para mantenerte enganchado.
Cortes como “Agneya”, “Vetus Memoria” o “Sea of Trees” demuestran que God is an Astronaut aún pueden aportar mucho a la escena, y que son más efectivos al hacer lo que realmente saben que al reinventarse. Pero ojo, si hay algo que me gusta especialmente de “Helios Erebus” es que aunque no suponga el cambio radical que dieron con “Origins” (de lo cual en cierto sentido podemos dar gracias), tampoco se limitan a continuar sin salirse de lo mostrado anteriormente. El álbum tiene partes con un toque ligeramente más oscuro, y que por momentos da cabida a partes más pesadas o incluso a coqueteos con el post-metal, como en “Centralia” y sus riffs.
Me alegro mucho de haberles dado finalmente una oportunidad, porque no me han dejado nada defraudado. Por imágenes que han compartido en redes sociales, parece que ya se encuentran componiendo de cara a un futuro lanzamiento en 2017. Viendo que todavía tienen algo que decir lo esperaré con ganas y la esperanza de que al menos sea igual de disfrutable que “Helios Erebus”.
2 respuestas a “God is an Astronaut – Helios Erebus”