40. God is an Astronaut – Vetus Memoria (andiros)
La bendición de God is an Astronaut es al mismo tiempo su maldición. Haber sido capaces de cristalizar en un momento tan temprano de su carrera un discazo como “All is Violent, All is Bright”, fundamental para entender la evolución de un género como el post-rock, crea una sombra sobre ellos mismos de la que difícilmente en algún momento lograrán escapar. Pero eso no quita para nada que el resto de su discografía sea perfectamente disfrutable, como ejemplifica su último esfuerzo. “Vetus Memoria” me parece un tema que bebe directamente de su mejor etapa, hilando unas melodías y desarrollo marca de la casa, demostrando que aunque quizás no lleguen a superar lo que lograron en 2005, aún podemos esperar grandes cosas de ellos.
39. Amorphis – The Four Wise Ones (seruli)
Pon un poquito de amor a tu vida. Pon un poquito de Amorphis. Estoy que me salgo, al igual que los finlandeses. Realmente no se salen durante todo su último álbum, «Under the Red Cloud», el cual cuenta con algún que otro relleno con melodías demasiado sobadas, pero es que por mucho que algo suyo suene a ya oído, siempre es tan bueno, tan pegadizo, tan potente, tan trabajado… tan eso, que cualquier bajoncillo importa un churro y medio. “The Four Wise Ones” es uno de los mejores temas del álbum y uno en el que destacan y demuestran lo grandes que pueden ser. La oscuridad del tema te atrapa con una fuerza trepidante, los rugidos de Joutsen te oprimen contra el suelo y la mística voz y el cambio folk hacia mitad de tema alivian la situación lo suficiente para no acabar muy malparado. Tremendo. Y ahora, una frase bonita para acabar el párrafo: ¡Nuestros amorfos fineses tienen cuerda para rato!
38. Strawberry Girls – Spanish Bay (jessmorell)
Strawberry Girls son un trío que se formaron en 2011 en California y que practican un Post-math-rock instrumental de carácter ecléctico, desenfadado y melódico. Cortes muy variados entre sí de y complejidad accesible, podemos encontrar combinaciones de partes más heavies y rápidas con otras más suaves pero con lo que seguramente no te vas a tropezar es con aburrimiento o decepción. Su último disco, ‘American Graffiti’, es lo más parecido a dinamismo y frescura y merecen que les deis por lo menos una escucha. Muy recomendada “Spanish Bay”, su primer single.
37. Extinction – The Dark Matter (andiros)
Sin duda lo de Extinction fue una grata sorpresa, ni idea tenía de la existencia de la formación de Ekaitz y compañía y me he encontrado con una de las bandas de death del panorama nacional que más ha llamado mi atención. Su sonido se podría definir a grandes rasgos como unos Pantera haciendo death metal, con unos solos de guitarra especialmente deudores de Dimebag Darrell. El single homónimo del disco, “The Dark Matter”, es, además, de uno de los cortes más potentes, el perfecto para acercarte por primera vez a ellos. Atento a la sucesión de riffs, difícilmente te dejarán indiferente.
36. Ghost – He Is (chusobosch)
Si no fuesen quienes son, «He Is» parecería una balada cualquiera… pero no. Son Ghost, y en este tema tan melódico han dado forma a su particular himno de adoración a Satán. Resulta irónico porque es un tema sin riffs pesados, más bien al contrario, con su particular aire retro y coros, pero con la letra más blasfema que nos han regalado. Tenía ganas de que volviesen y «Meliora« es un grandísimo trabajo. Suenan a Ghost, todo son temazos redondos y no han perdido ni un ápice de inspiración. La continuación perfecta para quienes disfrutaron con «Infestissumam» y un buen punto de partida para neófitos.
35. Rosetta – Untitled V (jessmorell)
El motivo por el que se me llena la boca con el Post-rock/metal es sobre todo por su intencionalidad de evocación y la determinación por crear emociones cueste lo que cueste. Rosetta es uno de esos grupos cautivadores de crudeza y distorsión a la par que atmósferas de partículas en suspensión tan dulces y suaves que a veces resulta difícil de creer cómo es posible que dicha combinación quede tan magníficamente perfecta. Su reciente disco, ‘Quintessencial Ephimera’, es todo eso y más aunque no llegue a rozar la excepcionalidad y brillantez de ‘A Determinism Of Morality’ (2010). Mantiene tal unidad desde el principio que sin duda es un buen álbum para aquéllos que deseen empezar a descubrir a los de Philadelphia. Aunque con éste me resulta un tanto complicado decantarme por una canción solamente, quizás me quedaría con «Untitled V» por la melodía tan espiritual a partir del segundo minuto y medio.
34. Good Tiger – Snake Oil (andiros)
Este año nos trajo la triste noticia de que The Safety Fire se separaban, pero también la sorpresa de que Dez y Jo decidieran formar el supergrupo Good Tiger junto a varios reconocidos músicos más de la escena. “A Head Full of Moonlight” ha mostrado la calidad que se esperaba de ellos, pero con un tono especialmente accesible en su fórmula, que sin embargo juega a su favor. “Snake Oil” nos muestra los dos registros de Elliot Coleman, el riffaje que los caracteriza, la batería detallista y un solo de guitarra que contribuye sin duda a dar forma al que es un tema redondo.
33. Luca Turilli’s Rhapsody – Rosenkreuz (The Rose and the Cross) (seruli)
Este año la obra del señor Turilli, «Prometheus, Symphonia Ignis Divinus”, ha resultado en una pequeña decepción, y por querer abarcar mucho, el ambicioso y costoso trabajo compositivo ha quedado muy recargado pero desinflado en el fondo, al menos para mi gusto. Además, uno de sus peores fallos es que en la mezcla del sonido las guitarras quedan tan por debajo que te preguntas si el álbum consiste solamente en coros y la voz de Conti. Naturalmente, también hay grandes canciones, como la que aquí nos ocupa, “Rosenkreuz”, pues por algo esto lo firma Turilli. ¿Qué tenemos? Coros (imprescindible), un estribillo de los que se graban, más coros y lo que me ha decidido a presentarla aquí, un maravilloso interludio neoclásico en el que por fin le vemos utilizar la guitarra. Venga Turilli, menos coros eclesiásticos y más caña a las seis cuerdas, que para dormirnos ya tenemos a los Rhapsody de Staropoli.
32. We Lost The Sea – A Gallant Gentleman (jessmorell)
Desde Sydney, Australia, como también Sleepmakeswaves, We Lost The Sea tienen un sonido singular que me recuerda mucho a los norteamericanos Caspian. Composiciones instrumentales lentas y elaboradas con las que visualizas paisajes atmosféricos de una belleza tan oscura y evocadora que te tiembla todo el cuerpo desde el primer acorde. ‘Departure Songs‘ (2015) es la particular y excepcional despedida del grupo al que fue su vocalista, Chris Torpy, quién escogió quitarse la vida un día de marzo de hace dos años. Compuesto por cinco cortes, dos de ellos de 17 y 23 minutos de duración, es un disco para devorarlo a fuego lento como ellos mismos te piden casi susurrándotelo.
Elige el rincón que más de guste de ese parque por el que tanto disfrutas pasear y siéntate un momento. Ponte ‘Departure Songs‘ o ‘The Quietest Place On Earth‘ (2012). Relájate. Con pronunciar la palabra «magia» me quedaría a medio camino. «A Gallant Gentleman» es una oda al británico Lawrence Oates de la Expedición de Scott al Polo Sur, el cual optó por sacrificarse por el bien del equipo en 1912. Un dulce homenaje, probablemente, además de un claro ejemplo de ese post-rock que más te toca el alma.
31. Carpenter Brut – Turbo Killer (andiros)
El toque de electrónica más movida, quizás hasta agresiva, lo pone Carpenter Brut con “III”, EP que cierra la trilogía de discos de corta duración que nos venía ofreciendo hasta ahora. Con un ambiente post-apocalíptico casi conceptual, a base de ritmos acelerados, bajo marcado, vocoders y melodías oscuras, es imposible que no te sumerjas en su música. “Turbo Killer” es uno de los temazos del disco, y en directo debe de ser hasta más intensa, con el formato instrumental en vivo contando con Florent y Adrien de Hacride a las baquetas y guitarra sobre el escenario.
Partes anteriores:
3 respuestas a “50 canciones de 2015 que no puedes dejar pasar (Parte II)”