El sábado 6 de febrero acudía por segunda vez en lo que llevamos de año a la Sala Matisse para asistir a la visita de los barceloneses Northland a Valencia. Ya he hablado de ellos con anterioridad en un par de ocasiones, reseñando su último trabajo, “Downfall and Rebirth”, e incluyéndoles en nuestra lista de 50 canciones de 2015 que no puedes dejar pasar.
Inicialmente, la velada se planteaba como una noche enfocada en torno al folk metal, pero la caída del cartel de Cuélebre y la inclusión de los valencianos Tavistock en el mismo le dio un toque más variado de estilos. La alineación la completaban los también locales Aethyr.
Tavistock supusieron la sorpresa de la noche. No había escuchado nada de ellos previamente al concierto, e inicialmente pensaba que se iban a mover en un género similar a las otras dos formaciones. Sin embargo no podía estar más equivocado. Con el primer tema, “Paper Universe” me quedé algo perdido, sin saber exactamente en qué tipo de metal se movían, teniendo toques alternativos pero alguna sección más extrema. Con “Agnostic Human” ya les vi esa tendencia claramente nu metalera, y si me quedaban dudas una cover de “Toxicity” de System of a Down terminaba de confirmarlo.

La segunda mitad, con un par de temas viejos cantados en castellano, tenían una fórmula aún más propia de ese género, evidenciado en el riff de guitarra de “El Zumbido” con el efecto de deslizar la mano sobre las cuerdas a lo Tom Morello, o en un frontman con un estilo desgarbado que traía reminiscencias a System of a Down o Korn. Tuvieron buen sonido y el concierto dejó buen sabor de boca.
1. Paper Universe
2. Agnostic Human
3. Toxicity (SOAD cover)
4. El Zumbido
5. Instituto Tavistock
6. Goldstein
7. About Us
Tras una breve pausa para cambiar el equipo del escenario subieron Aethyr. En este caso bastaba simplemente con ver las caras pintadas o el aspecto de nigromante de uno de los dos teclistas para ubicarlos estilísticamente sin necesidad de que sonara ni una nota. Este hecho, que la formación contara con dos teclistas, prometía un peso importante en su propuesta de la atmósfera de los temas más allá del riffage que se gastaran. Tristemente si era así no llegué a apreciarlo.

Al menos desde mi posición la verdad es que el sonido general durante todo el concierto fue bastante malo, la sensación de una bola de sonido en la que apenas se distinguían los temas, lo cual si se le añade que desconocía los cortes que interpretaron, hizo bastante difícil que siguiera de forma coherente el desarrollo de los mismos. Dentro de lo que pude apreciar con relativa nitidez, los guturales del cantante me parecieron bien logrados y un trabajo a la rítmica muy técnico, mientras que la solista me parecía un intento no muy acertado de emular las melodías melancólicas de bandas como Insomnium. Los teclados salvo en alguna sección limpia apenas se apreciaban. Si vuelvo a ver a Aethyr en el futuro espero que sea en unas condiciones que me dejen disfrutar más de su propuesta.
1. Enter the Path (intro)
2. Journey of the Forsaken Dreamer
3. Awaken the Northstar
4. The Chosen One
5. Wanderer
6. Kalku (Moonsorrow cover)
7. Lullaby to a Mourning Moon
Los últimos en tocar fueron Northland. “Downfall and Rebirth” fue uno de mis discos nacionales favoritos de 2015, consiguiendo llamar mi atención a pesar de pertenecer a un género que de normal no me fascina demasiado salvo alguna contada excepción. Había ganas de ver como sonaban las arrolladoras y épicas composiciones de los barceloneses, así que la cita era ineludible.
En el setlist tuvo obviamente gran peso su último larga duración, pero compartiendo protagonismo con temas pertenecientes a su debut homónimo. Un sonido muy bueno, con unas guitarras quizás algo apagadas al principio pero que terminaron cogiendo fuerza, si no contamos la parte final en la que Pau se limitó al micrófono por una cuerda rota de la guitarra de Alex, sonando el bajo prácticamente más alto.
Temas como “When Nature Awakes”, la coreada “Together We Die” o “Whispering the Wind” sonaron demoledoras, compaginando sus características melodías de violín con unos riffs directos y afilados. A lo largo del repertorio hubo espacio para el folk más festivo y el death más despiadado, sonando compactos y demostrando un buen nivel técnico. El aspecto que más me gustó sin dudas fue la voz de Pau, quien demostró ser poseedor de un verdadero chorro de voz en vivo, con unos growls perfectos. Más allá de la ausencia de guitarras al final no tengo nada que reprochar, aunque hubiera estado bien que hubiera tenido cabida en el setlist “Newborn Star”, uno de sus mejores temas sin duda.
Muy buen concierto el de Northland. Confío en que no tarden demasiado en sacar nuevo material, y que con él como excusa vuelvan a visitar Valencia a descargar su folk metal de calidad.
3 respuestas a “Crónica: Northland + Aethyr +Tavistock, Sala Matisse, Valencia, 6/2/2016”