El 22 de abril se planteaba como una fecha interesante para los amantes del progresivo de Valencia. La Sala Matisse nos ofrecía una cita ineludible para la noche de ese viernes, con tres bandas que, con propuestas muy diferentes, tenían un punto en común que hacía que no desentonaran en el mismo cartel: la de no poner barreras a su creatividad y tener la música como única prioridad. Dos formaciones valencianas participaron en el evento, por un lado los ya conocidos por estos lares Morgana vs Morgana y por otro los desconocidos Corb, que descubrí aquel mismo día, habiendo ido a ciegas a su concierto. Ambas acompañaron a los madrileños Pervy Perkin, que presentaban su nuevo álbum, “ToTeM”.
De Morgana vs Morgana poco puedo aportar que no haya dicho en anteriores artículos. De las cuatro veces que les he visto, todavía no han dado un concierto malo. Dentro de lo que permite la sala tuvieron un sonido bastante decente, interpretando temas tanto de su brillante último trabajo, “Nimbo”, como de discos anteriores. Un concierto potente, lleno de los matices que caracteriza su estilo, pero que se hizo breve. Mis momentos favoritos fueron “Sol Invicto” o el crescendo final de “Nimbo”, tan efectivo como siempre.
Había ganas de volver a ver a Pervy Perkin, siendo la última cuando se pasaron por Valencia el año pasado en el festival de progresivo nacional Chu Fast Prog. Su directo fue de los que más me sorprendió, tanto por lo variado e impredecible del planteamiento de sus composiciones, como por su puesta en escena, con un frontman muy carismático y que interactúa con el público con mucha gracia, complicidad entre todos los miembros sobre el escenario y moviéndose con libertad. Además, por supuesto, de sus característicos disfraces.
Este año hubo cambio en su vestuario, llevando las cabezas cubiertas en referencia a cierta asociación racista de EEUU mientras abrían interpretando “KountryKuntKlub”. Este tema, perteneciente a su nuevo disco, es una muestra de esa amalgama de géneros que los caracteriza, teniendo especial peso en este caso el deje sureño que le da el uso del slide. Continuaron con “Cucumber of the Gods”, en la cual Alejandro demostró que además de tener un chorro de voz y ser un gran frontman, se defiende más que bien al teclado.
“I Believe” me dejó la misma sensación que cuando escuché el disco. Es un corte largo, dura casi dieciséis minutos (y eso la deja solo como la tercera más larga del álbum), lleno de partes interesantes, con esos épicos “we are one” en los que colaboraron para la grabación miembros de otras formaciones nacionales. El problema es que parece más una suma de partes diferenciadas que un tema en sí mismo, de las cuales algunas son muy buenas pero otras se hacen cansinas o innecesarias. No necesitaba ni pedía ser tan largo.
“S!urm” con sus contrastes funcionó bastante bien, igual que la instrumental “Peanut Butterfly”. Destacar que para el cierre con “Of Echoes and Reflections”, debido a lo ajustado del tiempo para poder adaptarse al horario, decidieron lanzarse a la piscina e interpretarla con el tempo bastante más rápido. Arriesgado y curioso cuanto menos.
Fue un concierto de sensaciones agridulces el de los Pervy Perkin. Por un lado el hecho de haberlos visto con anterioridad eliminaba el factor sorpresa, y eso sumado a que a mi parecer dieron un concierto más flojo en general que en el Chu Fast Prog, hizo que no viera cumplidas las expectativas del todo. El nuevo guitarrista además, pese a sabe dar buen uso de su Mayones, no terminaron de cuajarme sus solos tan serios y técnicos en la fórmula de la banda.
Pervy Perkin tienen talento e ideas a raudales. Les falta de cara al futuro darle más vueltas e intentar ser más selectivos a la hora de darle una forma definitiva a sus composiciones. Creo que el resultado saldría beneficiado sin lugar a dudas.
1. III.The Sound
2. KountryKuntKlub
3. Cucumber of the Gods
4. I Believe
5. IV. The Void
6. S!urm
7. Peanut Butterfly
8. Of Echoes and Reflections
Corb fue sin lugar a dudas una sorpresa. Iba sin esperar demasiado, ya que me habían comentado que practicaban stoner o rock psicodélico de tendencia setentera, géneros que sin disgustarme no suelo escuchar demasiado, me cuesta bastante adentrarme en ellos. Y de hecho tras verles confirmo que su propuesta no es de las que me pondría en casa. Pero me dejaron asombrado con la profesionalidad que desprendían sus temas y la calidad con la que los plasmaron en vivo.
Sí, su estilo se movía en los anteriormente mencionados, pero desde luego no se limitaba a ellos. Se podría decir que tenían un deje progresivo en la forma de desarrollar los temas, incluyendo melodías y armonías poco habituales, o al menos para mí. Le comentaba a un amigo mientras les escuchábamos que no sabría decir las influencias que tienen, ya que se mueven en un terreno del que apenas tengo conocimiento. Quizás va siendo hora de sumergirme en él.
Todos los miembros derrochaban calidad en el uso de su instrumento, pero me quedo especialmente con la sección rítmica. La forma en que bajo y batería se entrelazaban, esta con una pegada que le daba la energía necesaria a los temas y un bajo técnicamente envidiable y compositivamente brillante, sabiendo como desmarcarse y enriquecer con sus líneas cada uno de los temas. Lo único negativo es que durante los dos últimos cortes se me empezó a hacer algo largo el concierto, supongo que por no estar habituado a su propuesta.
La sorpresa de la noche la protagonizó Corb. Es posible que me anime a salir de mi zona de confort y darles una escucha, pues me dejaron más que convencido.
1. Forbidden line
2. Cybernetic lips
3. Vampire folk
4. Crowned rats
5. Goodbye!…knowledge.
6. The Last Message
7. Hidden Past
8. Heritage
9. Royal Hunt