Llevaba desde el año pasado con ganas de dedicarle un artículo en condiciones a la discografía de The Gathering, y aunque este artículo no es exactamente lo mismo, es una forma igual de efectiva de canalizar mi afecto por Anneke van Giersbergen por escrito. Una de las voces femeninas más conocidas e identificables de la escena progresiva de los últimos veinte años, su confirmación para el Be Prog! no me pilló por sorpresa, pues sabía que era una artista que antes o después debía de pisar el Poble Espanyol.
Su concierto será con su proyecto The Gentle Storm, resultado de una nueva colaboración junto al compositor y multiinstrumentista Arjen Lucassen, con el que ya había trabajado con anterioridad como leeréis más abajo. No es quizás el grupo más adecuado para el festival ni en el que vamos a ver a Anneke brillar con más fuerza, pero que sirva para verla en directo ya es de por sí motivo para estar contentos. Porque la carrera de Anneke, especialmente por su paso por The Gathering, es un verdadero símbolo del progresivo menos estricto de los últimos años, y escucharla en directo va a ser una experiencia a tener muy en cuenta.
Este artículo es de los más extensos que he publicado, y os invito a tomarlo con calma, como una guía para aquellos que deseéis adentraros en el amplio catálogo de discos en los que ha participado, e ir preparados para el festival conociendo no tan solo los cortes que interpretará en vivo, sino la extensa historia musical que lleva a sus espaldas. La reseña está dividida en su paso por The Gathering, sus álbumes en solitario, un repaso de las numerosas colaboraciones que ha realizado y por último unas líneas sobre The Gentle Storm.
The Gathering
Anneke pasaría a formar parte de The Gathering con su tercer trabajo de estudio, tras esos “Always” y “Almost a Dance” que se movían en las aguas del doom y death metal más gótico, contando al micrófono con growls y puntuales voces femeninas. Con “Mandylion” esto cambiaría claramente, manteniéndose algo de la esencia de las atmósferas de teclado con ese citado deje gótico propio de la escena doom de los noventa, igual que en algunos riffs o la pesada batería. Protagonismo indiscutible de una joven Anneke que debutaba, notándose la falta de experiencia pero dejando claro que su voz iba a terminar siendo referente del género. “Strange Machines” es uno de los cortes con más probabilidades de ser rescatado para el Be Prog!, junto a “Eleanor”. Es una suerte pues ambos son de los mejores temas del álbum. Durante mucho tiempo fue mi disco favorito de los holandeses, pero los años han hecho que sintiera más debilidad por trabajos más refinados y alejados de sus raíces en el metal como “Souvenirs”. Sin desmerecer a “Mandylion”, por supuesto, álbum necesario para entender la escena a la que pertenecían. Hay que destacar la épica “Sand & Mercury”, absolutamente imprescindible.
“Nighttime Birds” fue el segundo trabajo de Anneke junto a The Gathering. Las atmósferas de teclado de tintes místicos y las melodías exóticas ganan presencia en la fórmula, que aún contiene riffs similares a los de “Mandylion”, pero que nos muestra a una banda que poco a poco iría desprendiéndose de la etiqueta metal. Temas como “Third Chance” nos los muestran mucho más asequibles, con Anneke firmando un estribillo realmente popero y pegadizo. En “Nighttime Birds” enseñan su lado más atmósférico con un resultado inmejorable, mientras que “New Moon, “New Day” es un buen ejemplo del papel que tiene Frank Boeijen en el sonido de la banda. “Shrink” pone un punto final con su introspectivo piano. Se nota por los temas escogidos que la segunda mitad del álbum es mi favorita.
De los seis discos de Anneke junto a The Gathering, los dos anteriores serían los más enraizados en el metal, mientras que los dos siguientes podríamos calificarlos como los de transición hacia el sonido más liviano y sugerente en el que terminarían por establecerse. En clara consonancia con el nombre del álbum, “How To Measure a Planet” es el álbum con el sonido más espacial de The Gathering, y el más largo (un álbum doble que supera la hora y media de duración). Las guitarras limpias y el teclado ganan aún más peso, con un bajo que se deja notar, perdiendo presencia el aspecto más riffero de la formación (aunque sigue habiendo temas con algo de contundencia como “Probably Built in the Fifties”, con esa batería tan industrial). Supone la evolución natural de su sonido, el último antes de que la influencia más propia del trip-hop empezará poco a poco a hacerse notar. “Red is a Slow Color”, “Travel” o “Illuminating” son algunos de los momentos más destacables, al contrario que el tema homónimo, que pese a comenzar de una forma muy prometedora se echa a perder con el despropósito de su duración. 28 minutos y medio con muchos pasajes ambientales y demasiado poco que decir.
Con “If Then Else” me pasó algo similar al disco anterior, me costó pillarle el punto, pero cuando se lo encontré me di cuenta de que de hecho tiene algunos de los temas más sólidos de su carrera, palideciendo quizás a nivel global en comparación con algunos de sus compañeros de discografía. El bajo continúa haciéndose con el espacio que se merece en los temas, las guitarras distorsionadas perduran pero sin ya apenas pesadez como en “Rollercoaster” o la dinámica “Shot to Pieces”, mientras que su vertiente más evocadora brilla en joyas como “Bad Movie Scene” o “Analog Park”, en la que ya se aprecia sin lugar a dudas ese giro hacia la sugerencia del trip-hop, con una estructura sinuosa que te atrapa (el bajo es hipnotizante), un estilo muy diferente al que sin embargo la voz se adapta de una forma envidiable. Mi favorita es “Saturnine”, donde Anneke nos regala unas líneas al micrófono que quedarán grabadas para siempre en nuestro subconsciente. Con un poco de suerte quizás la rescate para el Be Prog!
Como decía antes, durante mucho tiempo “Mandylion” fue mi disco favorito, pero eso era porque todavía no había escuchado “Souvenirs”. Desde que me sumergiera por completo en él hará poco más de un año, me pareció sin lugar a dudas que es el disco en el que The Gathering alcanza su cumbre creativa. El mejor álbum que ha firmado Anneke van Giersbergen hasta la fecha. El concepto de metal desaparece, el trip-hop se convierte en su nuevo territorio, y fluyendo como el agua, sin complejos, abrazan una nueva identidad que saca lo mejor de ellos.
Sintetizadores y una percusión marcada, con reminiscencias por momentos industriales, pero de manera superficial. Pianos puntuales, un bajo con presencia y guitarras cristalinas y a veces hasta post-rockeras, como en la espectacular “Broken Glass”. Podría escribir líneas interminables sobre lo enorme que me parece este tema, de mis favoritos de entre todos sus trabajos. La sencillez de su estructura, el bajo simple pero sin el que no se entiende la canción, las guitarras minimalistas que terminan en una soberbia explosión, y Anneke poniendo la guinda con su preciosa voz. Si es que nunca debería haber abandonado The Gathering…
Es un álbum para paladear desde el primer al último minuto, pero hay temas que destacan por encima de los demás. La mencionada “Broken Glass”, la balada “You Learn About It”, el rítmico trip-hop de “Souvenirs” o la brillante colaboración de Krystoffer Rygg de Ulver en “A Life All Mine”. Si no estás familiarizado con el paso de Anneke van Giersbergen por The Gathering, este es un excelente punto de partida.
“Home” es una versión más oscura, reflexiva y madura de su predecesor. Piezas más lentas o incluso basadas en piano y voz como la deliciosa “Forgotten”, y otras en las que el mayor peso de la electrónica es innegable, como “Waking Hour”. The Gathering, de la misma forma que ocurrió en Anathema y Katatonia, era una banda de doom metal que, sin renunciar a su identidad, evolucionó en algo totalmente diferente, con composiciones caracterizadas por su melancolía y emotividad. “Home” supondría el último trabajo antes de la decisión de tomar caminos diferenciados por parte de Anneke, que le llevaría a explorar su carrera en solitario y participar en infinidad de colaboraciones, como veremos ahora. La relación que quedó con sus antiguos compañeros fue desde luego buena, como atestiguan los dos conciertos que dieron por el 25 aniversario de la formación de la banda.
En solitario
He de ser sincero, la carrera en solitario de Anneke van Giersbergen en general me dice muy poco. Digo en general porque, por suerte, sus colaboraciones aún me han dado muchas alegrías, e incluso uno de sus discos bajo el nombre de Agua de Annique me parece muy disfrutable. Pero su sitio era junto a The Gathering, y abandonando la formación holandesa se perdió una genialidad que tristemente no ha vuelto hasta la fecha.
Sus trabajos en solitario se pueden dividir entre los que publicó como Anneke van Giersbergen & Agua de Annique y los que firmó tan solo con su nombre. Es en este primer caso de donde se puede rescatar un disco sobrio, elegante y muy acertado: “Pure Air” (2009). Su tracklist está compuesto principalmente por canciones pertenecientes a su debut en solitario (“Air” de 2007) además de distintas versiones y contando con numerosas colaboraciones. La reinterpretación junto a Danny Cavanagh de “The Blowers Daughter” de Damien Rice, la íntima “Beautiful One”, “Valley of the Quenns” extraída de su paso por el “Into the Electric Castle” de Ayreon, o la exquisita cover de “Somewhere” de Within Temptation. El dúo que hacen Sharon den Adel y Anneke en esta canción te tocará la fibra con facilidad.
Respecto a los que firmó con su nombre, poco puedo decir. Les di otra oportunidad a “Everything is Changing” y “Drive” para poder escribir este artículo como corresponde, pero es que la fórmula pop-rockera que tienen me resulta tan plana y carente de creatividad o de habilidad para plasmar emociones que me deja totalmente indiferente. Una lástima sin dudas, pero el proyecto en solitario de Anneke no está hecho para mí.
Colaboraciones

Las colaboraciones de Anneke son incontables. No me extraña, infinidad de músicos desean que aporte su voz única a sus proyectos. No vamos a dar cuenta de todas aquí, pero sí de algunas de las más necesarias si se quiere conocer a fondo su carrera.
En primer lugar, e imprescindible para entender las raíces que originaron The Gentle Storm, hay que hablar de Ayreon. Ópera rock de corte progresivo, Arjen Lucassen compone toda la música, idea las historias y conceptos del complejo universo musical que anida en su mente, y después convoca a un envidiable reparto de vocalistas para que lo acompañen en sus periplos. Mikael Akerfeldt, Marco Hietala, Jonas Renkse o Devin Townsend son algunos de los cantantes que han pasado por sus trabajos, y Anneke ha tenido la oportunidad de contribuir con su voz a dos de sus álbumes, “Into the Electric Castle” y “01011001”. La calidad del primero está fuera de dudas, pero siento especial debilidad por “01011001”. Una de las recomendaciones más acertadas que nunca me haya hecho mi compañero de redacción seruli. Una verdadera aventura sonora. Muy épico.
La segunda colaboración que me apetece nombrar no será de las más destacadas, pero sin duda me parece igual de importante que las demás. Las giras en formato de dúo acústico que han ido sucediendo a lo largo de los años entre Danny Cavanagh de Anathema y Anneke tienen una humilde grabación en vivo publicada en 2009. Ningún seguidor de ambos músicos debería perderse esa pequeña joya llamada “In Parallel”. Un repertorio con temas de The Gathering, Anathema, Anneke, y versiones con un toque muy propio de bandas tan variadas como Massive Attack, Fleetwood Mac o Dolly Parton. Sus voces desnudas acompañadas de una acústica, piano y el excelente uso del pedal looper por parte de Danny. Esto a su vez me lleva al aporte que hizo Anneke a “Everwake” de “Falling Deeper” (2011), el disco en el que Anathema desmontaban algunos temas de su época doom y los adaptaban al sonido cristalino que los define ahora. Esto es especialmente importante en mi caso, ya que fue al escuchar “Falling Deeper” cuando salió que me decidí descubrir la música detrás de esa voz que tanto me calaba.
Como seguramente esperabais, hablar de colaboraciones implicaba volver a poner el foco sobre el bueno de Devin Townsend. Porque si hay alguien que ha recurrido a ella de forma asidua para sus trabajos, que ha sabido encontrar un excelente hueco para su voz en sus composiciones, y junto a la que ha ido sacando año tras año discazos incuestionables, ese es, por supuesto, nuestro calvo favorito. En la etapa en la que se encuentra actualmente el músico canadiense con Devin Townsend Project, en el cual intenta condensar la locura que le caracteriza dentro de la predecible estructura que se espera de una canción de pop, la cantante holandesa tiene un espacio para brillar con su gracia natural. Si no escuchad la versión en vivo de “Ih Ah!” y juradme que no morís de amor. Y atentos a “Fallout”, que es un tema que se deja caer en los setlists de The Gentle Storm.
De entre las colaboraciones que me dejo en el tintero está la aparición que hizo en “Scorpion Flower” de Moonspell, o en varios temas de Napalm Death. Además este año ha publicado un disco junto a la banda islandesa de indie/música de cámara Árstíðir, en el que como curiosidad canta en islandés. Y no será el único LP que veamos este año con ella el micrófono, pues ya se ha anunciado para septiembre “Trascendence”, lo nuevo de Devin.
The Gentle Storm
Tras haber colaborado en un par de ocasiones con Ayreon como comentaba antes, el año pasado Arjen y Anneke volvieron a unir fuerzas, en este caso bajo una nueva banda creada exclusivamente para dar cabida a las ideas de su nuevo proyecto. Y éste, The Gentle Storm, es el que podremos disfrutar en el Be Prog! My Friend. Aunque tristemente Arjen, reconocido ermitaño de personalidad introvertida, no acompañará a la banda en directo.
Su debut vio la luz en marzo de 2015. “The Diary” es un álbum conceptual doble, que gira en torno a una historia de amor ambientada en el siglo XVII. Cada parte contiene las mismas canciones pero grabadas desde prismas diferentes, teniendo el primero una aproximación claramente folk con uso de instrumentos exóticos, y el segundo de tendencia más próxima al metal de corte más sinfónico y clásico.
El corte inicial «Endless Sea» es de los que destacan por esa vertiente más sinfónica, con presencia de imponentes coros, desarrollo lento y melódico solo de guitarra. El problema es que la épica del tema se me hace algo forzada. «Heart of Amsterdam» por otro lado es de las más accesibles, con un desenfadado tono folk y un más que curioso videoclip con Anneke vestida de época por la Amsterdam actual. Estos dos temas son de los que más papeletas tienen para caer en su concierto, junto a «Shores of India». Personalmente me gustaría que interpretarán «New Horizons», de las que más me gustan, con su peculiar mezcla de riffs e instrumentos de viento y cuerda.
No voy a ahondar más en los temas, porque siendo sincero me parece un disco ligeramente olvidable y bastante alejado de lo que esperaba de la fusión de estos dos genios de nuevo. Pero la creación del proyecto de por sí es suficiente para tener a Anneke en julio en Barcelona, por lo que no seré yo quien se queje. En la alineación en vivo le acompañarán músicos pertenecientes a bandas como Stream of Passion, de la cual también formó parte antes Arjen.
Como habéis podido comprobar la carrera musical de Anneke es un verdadero viaje sonoro y estilístico, con sus altibajos, habiendo momentos épicos y memorables y otros que se perderán en el río del tiempo. Al margen de que los temas de The Gentle Storm no me apasionen, sólo su voz y la posibilidad de disfrutar de alguna versión de The Gathering o Devin Townsend me tienen más que motivado. Y creo que independientemente de que seas seguidor o no de su trayectoria será un concierto que todos disfrutaremos. El 2 de julio saldremos de dudas.
Si no has amado los trabajos en solitario de Anneke es porque no has comprendido su esencia. Su voz es el bas bello instrumento y por lo tanto da exactamente lo mismo el estilo de lo que este haciendo, siempre sonará maravilloso.
Su voz no es el meollo del asunto, tiene canciones buenas, y si, llevan la escencia de la música. Pero en The Gathering era un todo junto con los riffs, bajo, teclado y batería, hacían una armonía perfecta.