Como he comentado en repetidas ocasiones, Cult of Luna es mi perdición del momento, un must de mi día a día, y sigo pensando que tardé demasiado en sumergirme en su discografía. Su sonido no es que sea difícil, o al menos yo no lo percibí así, sólo que entiendo que la pesadez de muchas de sus melodías y la crudeza de una primera toma de contacto pueda desconcertar a oyentes curiosos sin la preparación adecuada. De lo que no te vas a librar es de echarle horas y ponerle interés, pero sobre todo de abrirte a su único y extraordinario sonido, y así disponerte a que todo lo que te tenga que llegar te llegue y acabe bañándote esa luz interior presente entre toda esa oscuridad porque, haberla, hayla, sólo hay que saber verla.
Cult of Luna es una formación actualmente de seis que nació en Umeå (Suecia), en el año 1998. Con el aviso del cambio de teclista y uno de los guitarristas llegaron también más noticias: el lanzamiento de su nuevo y esperadísimo larga duración hacia finales del año pasado después de la maravillosa bomba que supuso su anterior disco ‘Vertikal’ (2013, Indie), pudimos escuchar el interesante split con The Old Wind y el anuncio de la gira especial por el 10º aniversario del ‘Somewhere Along The Highway’ (2006, Earache) en Europa como ya os indicaba por aquí. Desde luego, este año 2016 no podía sino traernos maravillas de estos suecos y el resultado ha estado a la altura de las expectativas: un directo de la última gira impresionante como os contaba en mi crónica en Glasgow y un último disco en colaboración con la vocalista neoyorquina Julie Christmas (Made Out Of Babies, Battle Of Mice – os invito a que les descubráis, son muy interesantes) que personalmente me sienta como dulce en boca así que centrémonos en comentar un poco el que es ya su séptimo disco de estudio.
‘Mariner’ (Indie, 2016) vio oficialmente la luz un día antes del arranque de su última gira, el 8 de abril de este año. Su publicación vino de la mano de un post en Facebook por parte de la figura principal de la banda, el cantante y guitarrista Johannes Persson, en el que lamentaba su filtrado y la traición que ello implicaba por parte de gente de su confianza y es de entender porque aunque Cult of Luna no es una banda que viva de su música pese a su excelente reputación dentro de la escena post-metal –cada uno de los miembros mantiene su trabajo en paralelo restándoles aún tiempo para otros proyectos varios–, muy posiblemente sean de los pocos artistas en entender lo que hacen por puro y simple AMOR a ello.
Muchos medios manifestaron en su día la posibilidad de un parón y que no se sabía muy bien qué sería de su futuro después del ‘Vertikal‘ pero lo cierto es que Johannes cree firmemente en que Cult of Luna seguirá cogiendo aire siempre que haya algo nuevo que decir, y con este nuevo disco se han lucido una vez más dando otro paso en su trayectoria artística.
El dato de que se trata de un álbum de solamente cinco cortes y una duración total que casi roza la hora nos podría decir ya muchísimo, o quizás solo reafirmarnos a los que ya conocemos su discografía que los suecos siguen con la dinámica de temas insaciables, largos, bien estudiados, medidos y calibrados. Habrá quien se ponga las manos en la cabeza con esto, pero lo cierto es que mi punto de vista es totalmente opuesto – serán temas infinitos si nos ponemos a mirar el reloj pero qué gloria te viene cuando la percepción que te da es de acabarse con un soplo de aire imprevisto. A mí siempre me pasa con Cult of Luna, que me acabo diciendo a mí misma que no es posible que ya se haya terminado la canción y me la vuelvo a poner otras cuatro veces más – séanse por ejemplo «Leave Me Here» (‘Salvation‘, 2004), «Finland» y «Dark City, Dead Man» (‘Somewhere Along The Highway‘, 2006), o «I: The Weapon» (‘Vertikal‘, 2013), épicos todos.
Siempre intento dejar pasar un tiempo antes de expresar mi opinión con algo más de conocimiento de causa, y más cuando se trata de algo de tan extraordinaria sutilidad, pero la primera impresión que me dejó esta colaboración conjunta con la vocalista originaria de Brooklyn fue tremendamente positiva. Meses antes de su publicación, el pasado abril nos adelantaron el primer tema, «A Greater Call«, primero del disco y también el más corto, 8:19. No nos mentía Persson en una de sus entrevistas cuando nos comentaba que el sonido de ‘Mariner‘ sería mucho más espacial, pues en esta primera toma de contacto dichos efectos son suficientemente palpables, sensación que sin embargo se diluye bastante en el resto de canciones. «The Sweep«, presente en el anterior disco, suena 100% espacial en contraposición con el mundo terrenal industrializado post-apocalítico que es el ‘Vertikal‘ y hay que coger con pinzas este concepto en el ‘Mariner‘, la verdad. La simbiosis entre la Julie dulce y pesada con Johannes a las voces es excepcional, el trabajo de la batería le otorga ritmo mientras que la atmósfera ambiental que queda por el medio viene apoyada por las cuerdas y los sintetizadores. Top 10 de canciones del año que absolutamente no te debes de perder.
Me encanta cuando dos temas quedan de alguna manera unidos, que haya un enlace que te lleve del fin de un corte hacia el inicio del siguiente, y esto es algo que Cult Of Luna suele hacer, y si hay que decir que lo hace muy bien pues se dice y punto. Podríamos decir que «Chevron» es la versión contraria a «A Greater Call» pero ni de lejos menos interesante o atractiva. La fuerte presencia del bajo con toda la distorsión de las guitarras nos hace sentir que de alguna manera alguien nos está tirando de los pies hacia abajo después de haber estado surcando por los aires apenas unos segundos antes y la voz de Julie, gran protagonista con apoyo puntual de las guturales de Johannes, se transforma hacia la estridencia más absoluta, chirriante y grind al más puro estilo Battle Of Mice. Sensación que se va disolviendo hasta intensificarse otra vez la ligereza característica del primer tema.
Con «The Wreck Of S. S. Needle» también se decantan por el doble juego de la gravedad y violencia de las vocales femeninas y el sonido característico de Cult of Luna que entra después de la volátil dulzura de Julie con la creación de paisajes ligeros y más espaciales casi sin masa alguna en una amalgama de sonido post, lento y heavy.
Aunque cueste creerlo, «Approaching Transition» es la balada del disco – oscura por supuesto –, un tema lento y menos vigoroso si lo comparamos con la potencia a la que nos tienen acostumbrados, de una sonoridad más terrenal en la que encontramos la primera parte de la letra en sueco con la sola voz limpia de Johannes para proseguir en inglés y pasar a una tercera parte de corrosivos growls, pausados y agonizantemente adorables.
El último corte, y también el más largo, lleva por título «Cygnos» y Julie Christmas vuelve a la carga esta vez de una forma mucho más sugerente aunque con picos agudos con toda esa estridencia que ella tan bien sabe llevar a cabo. Es increíble cuán encantadora es su voz cuando va en busca de la más inocente pulcritud y el dúo con Persson te hace casi rozar el firmamento de los muertos. A destacar sin lugar a dudas el final del minuto 8 donde encontramos el punto del iceberg de la locura más infernal que se funde envidiosamente con la parte más afable de Julie una vez más. Otro tema épico y redondo para terminar un disco de sobresaliente.
Sin embargo, se han visto todo tipo de opiniones sobre este nuevo material, la mayoría excelentes reseñas pero también las han habido menos constructivas sobre la colaboración de la neoyorquina. Aunque a primeras pueda resultar un trabajo difícil con una voz femenina estridente que cuesta de encajar en el perfil de los suecos, creo que por esta misma razón es imprescindible dedicarle tiempo y darle las escuchas necesarias porque el esquema es diferente pero no por ello menos digno. Aviso a navegantes, quien haya hablado antes de hora un día se morderá la lengua…
Superior al resto de trabajos previos no lo creo, simplemente se mantiene en el top de discazos que desde el momento uno han ido realizando uno tras otro y en el que percibimos detalles que nos hacen entender que su inquietud sigue tan despierta y hambrienta como el primer día, y es que con cada obra con la que nos deleitan, pase el tiempo que pase, se aprecian siempre matices diferentes y un sonido propio en constante evolución que eriza cada pelo de tu cuerpo. Haya lo que haya que esperar, estos suecos nunca defraudan así que larga vida a este inmenso Culto a la Luna.
2 respuestas a “Cult of Luna – Mariner”