
Como os contábamos el viernes pasado, la jornada del primer día del Be Prog! no solo sobrevivió a las altas expectativas que teníamos, sino que las superó. Cinco conciertos de los cuales la mayoría nos quedamos con el increíble espectáculo que nos ofrecieron los islandeses Agent Fresco. Con las pilas recargadas y sin poder pensar en otra cosa que en el escenario del Poble Espanyol, el 2 de julio volvíamos a la carga a por otra dosis de esa música que tanto nos llena.
The Gentle Storm (andiros)
Las sensaciones frente al concierto de The Gentle Storm eran ambiguas. Por un lado Anneke van Giersbergen era una de las artistas que más ganas tenía de ver del festival, pues soy muy seguidor de su etapa en The Gathering y las múltiples colaboraciones que ha realizado con distintos artistas de la escena progresiva. Por otro, “The Diary”, el primer álbum de su nuevo proyecto junto a Arjen Lucassen me dejó un poco indiferente. Por suerte en directo las sensaciones fueron bastante distintas.
Anneke nos ofreció junto a The Gentle Storm un concierto divertido que supo confrontar la hora más crítica del festival, con un sol inclemente que saltaba a la vista que la cantante holandesa soportaba a duras penas. Pero le compensaría teniendo en cuenta la gran cantidad de público que había desde el primer momento. La parte del setlist dedicada a su proyecto más reciente fue la predominante, con ese estilo de rock sinfónico de tintes folk que supieron trasladar bastante bien al directo. Como correspondía interpretaron la versión de “Strange Machines” que todos esperábamos con ganas, además de alguna versión de Ayreon, Agua de Annique y Devin Townsend. Una buena selección con una Anneke sobresaliente en todo momento. Destacable también el trabajo de Marcela Bovio de Stream of Passion, tanto a los coros como a los duetos al micrófono con Anneke.
1. Endless Sea
2. Heart of Amsterdam
3. Brightest Light
4. The Storm
5. Isis and Osiris (Ayreon Cover)
6. Witnesses (Agua de Annique Cover)
7. Strange Machines (The Gathering Cover)
8. Fallout (Devin Townsend Project Cover
9. Shores of India

Between the Buried and Me (andiros)
Llevaba muchos años esperando la posibilidad de verles en directo, confiaba en que no defraudarían… y no defraudaron. El sonido podía haber sido un poco más definido, pero no fue nada que impidiera en ningún momento el disfrute del concierto. El setlist en una banda como esta, con tanto repertorio y sin tener ninguna clase de problema en cambiarlo por completo de una gira para otra, era imprevisible, pero se decantaron por una selección bastante acertada. Abrieron con “The Coma Machine”, uno de los temas que rescato de su último trabajo, álbum que no termina de ser de mi agrado, pero que en directo convenció bastante más. De este también interpretaron “The Ectopic Stroll”.
No podía faltar algún tema de la obra más grande de su discografía, “Colors”, y se decantaron por “Informal Gluttony”, con su sugerente bajo, riff de guitarra de tintes orientales y melodías vocales que te llevan al éxtasis, mágicas. De “Parallax II: Future Sequence” interpretaron cuatro temas, ante lo cual no tengo ninguna queja pues me parece de sus mejores discos. La épicamente brutal “Extramophile Elite”, “Telos” con su baño de riffs, solo bluesero y sintetizadores de corte espacial, la teatral “Bloom”, que adelantaba el camino que tomarían en el futuro, y ese himno bautizado como “Astral Body”. Tonazo el que sacaba Paul Waggoner, chorro de voz en todos los registros por parte de Tommy, y un Blake Richardson desatado al que sus compañeros no daban descanso, siempre tenía que estar haciendo malabarismos técnicos a la batería. Pude descansar tranquilo, pues cerraron de forma inmejorable con “Selkies: The Endless Obsession”. Ya puedo tacharlo de la lista de bandas que ver en directo sí o sí.
1. The Coma Machine
2. Informal Gluttony
3. Extremophile Elite
4. The Ectopic Stroll
5. Telos
6. Bloom
7. Astral Body
8. Selkies: The Endless Obsession

Magma (seruli)
Mientras muchos de los asistentes se preparaban para la descarga sonora de Opeth, otros tantos esperábamos con igual impaciencia lo que nos traerían Magma y sus múltiples músicos. No es muy decoroso dividir a la gente en clases, pero vamos a atrevernos a dividirla en tres. Los que sabíamos qué esperar y recibimos lo esperado; los que no sabían qué esperar y quedaron prendados; y los que no sabían que esperar y pasados cinco minutos del espectáculo se echaron a hibernar una horita bajo el alegre sol estival.
Me incluyo en el primer grupo, y es que estaba ansioso de comprobar si la música de Magma en directo tendría ese efecto hipnótico que me provocó al escuchar sus discos. No quedé defraudado, pues sus paseos entre largas sendas de extravagante jazz/rock, junto a los ritmos rompedores con el líder Vander a la batería y los histriónicos y en muchas ocasiones irritantes gritos que adornaban dicho paseo no pueden ser más de mi agrado musical, que en ocasiones suele ser bastante raro. Por supuesto no he de mentir diciendo que estuve enganchado durante todo el concierto, porque sería tan falso como decir que Steven Wilson fue un fiasco, ya que la música de Magma tiene sus altibajos, y en un momento la cabeza puede ir por un lado y la música por otro, y de repente explotar y volver a ganarse tu atención.
En definitiva, el recorrido marciano por las luminosas costas Kobaïanas resultó más agradable y no tan duro de cómo me lo esperaba en directo, dado que pese a encontrarnos ante tres canciones en una hora, todo fluyó sin ningún tipo de obstáculo y el tiempo pasó volando para quienes se dejaron llevar. Para el gran número de fans de las rarunas y alargadas melodías de Magma, que se concentraban frente al escenario, este ha sido un viaje muy interesante, y para los no tan fans… bueno, digamos que en un festival de diez horas nunca viene mal un descanso para tomarse un par de birras.
1. Theusz Hamtaahk
2. Zombies
3. Kobaïa

Opeth (andiros)
Siendo la primera banda en repetir aparición en el festival, y considerando su concierto de hace 2 años como uno de los mejores de mi vida, las expectativas que tenía sobre ellos eran más altas que sobre el resto de bandas. Objetivamente hablando y sin tener en cuenta su concierto de 2014, dieron un verdadero espectáculo. Sobresaliente. Buen sonido, un Mikael cercano con el público e interpretaron algunos de los grandes temazos de su discografía. Pero precisamente estas expectativas y el hecho de que sea una de mis bandas favoritas hacen que me sea inevitable ser un poco crítico.
En primer lugar, el setlist fue de zona de confort total, repitiendo prácticamente la mitad del repertorio frente a la edición de 2014. Esto con otra banda no supondría ningún problema, pero Opeth tienen 11 trabajos de estudio y es sabido que en cada gira intentan reinventar lo que ofrecen a su público. “Deliverance”, “Heir Apparent” o “Demon of the Fall” son temas enormes cuya calidad esta fuera de toda duda, pero sus discos tienen otros cortes igual de grandes que muchos deseábamos escuchar. En segundo lugar no tocaron las dos horas prometidas, lo cual también entiendo porque el rey esa noche era Steven Wilson. Y Mikael no estuvo tan carismático ni el sonido fue tan absolutamente perfecto como en la anterior ocasión.
Dicho lo malo, seamos también justos. Aunque repetidos, era imposible no dejarse llevar con las armonías del final de “Demon of the Fall”, con la monstruosa contundencia de “Heir Apparent”, o el enrevesado riff de “The Devil’s Orchad”. Pude escuchar uno de mis temas favoritos de su discografía, “The Lepper Affinity”, que solo con la atmósfera del principio ya nos alteró a todos pensando en lo que estaba por venir. De hecho ese día pude disfrutar de dos de mis solos de guitarra favoritos, el de “The Lepper Affinity” y el de “Selkies” de BTBAM. “Cusp of Eternity” era probablemente la elección más floja que podían hacer de ese álbum, pero rescatar “To Rid the Disease” del “Damnation” o tocar «The Grand Conjuration» fue un puntazo. En definitiva, un señor concierto que sin embargo podía haberme contentado mucho más.
1. Cusp of Eternity
2. The Devil’s Orchad
3. The Lepper Affinity
4. God Head’s Lament
5. To Rid the Disease
6. I Feel the Dark
7. Heir Apparent
8. Demon of the Fall
9. The Grand Conjuration
10. Deliverance

Steven Wilson (chusobosch)
Fue, sin ninguna duda, el mejor concierto de esta edición a todos los niveles. La puesta en escena fue espectacular, con las proyecciones en vídeo, la iluminación… Steven estuvo muy comunicativo, hizo varias bromas y ofreció un show que podría ser el mejor que he visto nunca, y que va a dejar una huella imborrable en mí. La banda que le acompañaba, sin palabras. Dave Kilminster a la guitarra, Nick Breggs al bajo y stick, Craig Blundell a la batería y Alan Holzman a los teclados. Ellos, junto al propio Wilson, fueron los encargados de darle vida a la música. Los temas en casa suenan genial, pero en directo ganaron fuerza y nos atraparon, sin dejarnos escapatoria. El sonido era superdefinido, compacto, completo… se me acaban los adjetivos. Sólo había que ver las sonrisas en las caras de los asistentes al terminar la actuación.
La mayor parte del repertorio lo compusieron sus últimos trabajos, «Hand. Cannot. Erase.» y «4½«, concentrados en la primera mitad del concierto. Era sorprendente la facilidad con que conectaban unos con otros narrándonos la historia del disco. Las proyecciones, ya fueran videoclips o vídeos preparados a propósito nos ayudaron a sumergirnos en la historia. Muy emotivo fue el momento de «Routine». A continuación recuperó un tema de cada uno de sus trabajos en solitario anteriores y, para disfrute del público anterior a su etapa en solitario, cuatro temas de Porcupine Tree. «Sleep Together» se adaptó al formato de banda de rock y no sonó tan industrial como en la grabación de «Fear of a Blank Planet», y la versión que escuchamos de «Dont Hate Me» fue la más actual, incluida en el último trabajo de Wilson. Me gustaría destacar, y creo que si asististeis estaréis de acuerdo conmigo, el momento en el que tocó «Lazarus» a modo de homenaje a Prince y David Bowie, que fue muy emotivo y todos nos animamos a cantar (juraría que fue el momento del festival en el que más gente cantó al unísono). «The Raven that Refused to Sing», con toda su emotividad y catarsis final, supuso el broche de oro a una actuación para enmarcar, de matrícula de honor, y que a todos nos llegó y emocionó en mayor o menor medida. Sabíamos que habíamos visto lo máximo a lo que puede aspirar un concierto. Perfección. Pero esto no había terminado todavía…
1. First Regret
2. 3 Years Older
3. Hand Cannot Erase
4. Routine
5. Home Invasion
6. Regret #9
7. Lazarus (Porcupine Tree Cover)
8. Ancestral
9. Happy Returns
10. Ascendant Here On…
11. Index
12. Harmony Korine
13. Don’t Hate Me (Porcupine Tree Cover)
14. Vermillioncore
15. Sleep Together (Porcupine Tree Cover)
16. The Sound of Muzak (Porcupine Tree Cover)
17. The Raven that Refused to Sing

Textures (chusobosch)
Cuando parecía que todo había llegado a su fin, tras un merecido descanso de media hora salieron Textures. No éramos tanta gente como en Steven Wilson y estábamos muy cansados, pero ellos salieron a darlo todo y claro, nos animamos. La conexión entre banda y público fue asombrosa, y el vocalista Daniël de Jongh supo animar el ambiente con mucha energía. El sonido gozaba de mucha definición y la intensidad de los temas era igualada por la banda con su movimiento en el escenario, parecían inagotables. Entre el buen ambiente que se generó y el repertorio (compuesto principalmente por el espectacular «Phenotype«, y por temas de «Dualism» y «Silhouettes»), se nos olvidó el cansancio y nos dispusimos a disfrutar como nunca y, de hecho, la gente se animó a participar en un circle pit al final del concierto.
Tenía muchas dudas sobre lo que iba a ver en directo ya que la banda me encanta pero me parecía que tendrían difícil igualar la calidad de sonido de las grabaciones, pero nada, perfecto. Todos los tonos de guitarra, el sintetizador, el bajo… se escuchaba todo, con una batería de fondo implacable y un frontman que estuvo a la altura. No sé cómo fue capaz de hacer semejante actuación porque no paraba de moverse, no le faltó el aliento en ningún momento. De la actuación me quedaría con el momento «Zman» seguida de «Timeless», que fue mágico y quedará para siempre en mi memoria. Otro concierto de matrícula para cerrar la segunda jornada y también el festival.
1. One Eye for a Thousand
2. Regenesis
3. New Horizons
4. Shaping a Single Grain of Sand
5. Illuminate the Trail
6. Awake
7. Zman
8. Timeless
9. Reaching Home
10. Singularity
11. Laments of an Icarus

La organización logró superarse con esta edición sin lugar a dudas, aprendiendo de los errores de las dos anteriores y marcando un nivel de calidad difícil de superar. Dividir el festival en dos días fue una decisión muy acertada, logrando de esta forma mantener la cantidad de bandas pero eliminando el uso del escenario pequeño. De esta forma además se podía descansar entre concierto y concierto, algo que realmente se agradece y ayuda a digerir lo que se acaba de escuchar. Por otro lado en esta edición los problemas técnicos y de sonido fueron mínimos, sonando todo bastante definido casi en todo momento, y los distintos servicios del festival funcionaron correctamente como siempre. Así que solo queda felicitar a Madness Live! por ello y esperar con ganas que llegue 2017 para volver a vivirlo.