Al hard rock. Al rico hard rock, señora. Para el nene y la nena. Aprovechen la oferta única. Los Gotthard, auténticos roqueros de Suiza, oigan. Y qué mejor para el domingo que mover el pie, la cabeza o la parte del cuerpo que prefiráis a velocidad y cadencia medio-alta con algún temazo del último álbum –»Need to Believe» (2009)– en el que apareció el enorme voceras Steve Lee, que murió ya hace seis años. Fue en octubre, pero como estoy con la fiebre ahora, pues adelantamos el aniversario un par de semanas y arreando.
Los suizos son una banda de hard fundada en 1992 –precisamente cuando casi nadie apostaba por dicho estilo– con alguna influencia de sus paisanos Krokus –aunque estos últimos son más «AC/DCianos«– pero sobre todo de otros grandes como Europe, Bon Jovi o sobre todo Whitesnake, lo cual se notaba mucho en sus primeros discos más cañeros y sobre todo en el parecido de Lee con David Coverdale. El sueño acabó transitoriamente en el 2010 cuando su líder y vocalista Steve Lee murió mientras cumplía, valga la redundancia, el sueño de su vida: recorrer los Estados Unidos en moto. Un año después la banda reclutó a un nuevo vocalista con quien seguirían grabando, pero como diría el señor Moustache a Lord X, eso es otra historia.
La canción elegida para esta semana es, “I Don’t Mind”. Este trae su sonido clásico de hard rock americano de los primeros álbumes, y es que el tema huele a la serpiente blanca por donde te arrimes. Incluso podemos ver una producción más ochentera en comparación con otras canciones del álbum. Es básicamente un tema directo que comienza con un riffazo sin concesiones ni florituras pero pegajoso como la miel, y la voz de Lee rascando y demostrando por qué era el líder de la banda, sin duda él solo valía un potosí y medio. Ni siquiera adolece de la única pega que suelen tener sus composiciones: que los solos de guitarra no están muy bien desarrollados, dejando claro que la banda ganaría muchos enteros si trabajara más ese aspecto. En este caso el solo es de antología.
Pese a lo que estoy diciendo, ciertamente esto no es lo mejor del álbum, pues ahí tenemos la oriental y pegadiza «Shangri La», el tema título «Need to Believe» con su maravilloso comienzo acústico y su pedazo estribillo o cualquiera de las baladas, las cuales saben pulir hasta no dejar ni un milímetro de superficie impura, no obstante la he elegido por el sonido que representa, el hard rock clásico por el que me deje encandilar ya hace casi diez años y del que no me he despegado.
La verdad sea dicha, pocos grupos de hard actuales son capaces de moverme como hacen los Gotthard. Queso, chocolate y rock, pues no saben nada los suizos. En fin, disfruten ustedes del tema de la semana y dense una vuelta por su discografía que ya llega a los once álbumes con los dos que han sacado tras la muerte de Lee, todos ellos de gran calidad y con ritmos y melodías inolvidables, desde los más heavies y clásicos como «Dial Hard», hasta los más melódicos y radiables como «Firebirth».