Después de un trabajo como «Flores, Carne«, no tenía muy claro qué esperar de su sucesor. Un álbum tan redondo y lleno de significado, del que me conozco cada fragmento y detalle de las infinitas escuchas que le he dedicado, en el que los cordobeses se abrían por completo ante nosotros, regalándonos literalmente parte de ellos en ese disco. Y sin necesidad de adelantos ni de crear hype, en agosto Viva Belgrado nos presentan a su nueva criatura, que como el héroe griego recibe el nombre de «Ulises«. Y es que en este álbum tienen cabida los dioses y mitos, mas no hay nada de ficticio en él. Los nombres sacados de leyendas no son más que metáforas para retratar la más cruda de las realidades, algo en lo que Cándido brilla por su gran talento y capacidad. Y en esta ocasión nos relata una odisea muy personal, donde las islas son aeropuertos, los cantos de sirena el recuerdo de un tiempo ya pasado, y el viaje a recorrer una búsqueda quizás no épica, pero sí muy humana.
El mismo día que lo lanzaron, disco descargado y listo para escuchar. La falta de anticipación intencionada por parte del grupo hizo que no me diera cuenta de las ganas que tenía de escuchar nuevo material de los cordobeses hasta que llegó el momento. Antes de escucharlo había temores, como que no hubieran sabido expandirse y que se hubieran estancado en una propuesta muy buena pero limitada en recursos, o que su antecesor proyectara una sombra muy alargada de la que fuera difícil escapar… pero las dejé apartadas desde el momento en que le di al botón de reproducir. Antes de escuchar nada la preciosa portada ya me creaba buenas sensaciones, y el concepto detrás del disco me parecía muy acertado y que encajaba a la perfección en su estilo.
Las primeras sensaciones fueron encontradas. De duración breve prácticamente idéntica a la de su antecesor, le di un par de escuchas seguidas que me dejaron pensando que era muy buen trabajo, pero quizás excesivamente continuista respecto a «Flores, Carne». Había temas en los que era evidente que habían decidido explorar y salirse de su estilo, pero eran más los que se situaban dentro de su zona de confort. En las siguientes escuchas también aprecié otros detalles, como que ese continuismo lo hacía un álbum mucho más rápido de asimilar que a su hermano mayor, necesitando muy poco tiempo para hacerte con una visión general bastante completa de lo que podemos encontrar en «Ulises». O que, si la producción de «Flores, Carne» ya me parecía perfecta, en este caso suena aún mejor, más contundente, más evocador y más cálido.
«Calathea» cumple una función similar a «Báltica» een el anterior disco, la de un comienzo muy intenso y desgarrador que da paso a pasajes post-rockeros, con unas líneas vocales igual de buenas que siempre, pero que dan la sensación de haberlas escuchado antes. «Pleiades/Pasaportes» es más directa, con una instrumentación que da momentos de respiro pero un Cándido que va siempre a la yugular. «Por la mañana, temprano» es la primera sorpresa del disco, donde abrazan una sutil influencia del hip-hop y la instrumentación hace de colchón para un spoken word medio rapeado de Cándido. Y la verdad es que es en los temas donde apuestan por este formato donde consiguen brillar más en «Ulises».
«Aeropuertos» es un corto interludio instrumental que conecta con «Erida«. Viva Belgrado juegan con su fórmula al tira y afloja entre su lado más directo y el más atmosférico, y después del reposo de los dos cortes anteriores necesitaban compensarlo con una breve descarga de adrenalina. «Annapurnas» demuestra igual que en el resto de cortes algo que me parece una realidad innegable, y es que Cándido es uno de los mejores letristas que me he encontrado en el panorama nacional. Totalmente honestas, con un deje poético pero crudo que hace muy fácil conectar con ellas, y que encima complementan a la perfección a los instrumentos.
Me encanta el desarrollo de «Transatlántica«, con una letra ácida y derrotista y un bajo que da el empuje necesario. Me gusta mucho más el sonido y juego que da el bajo en este disco, sin muchos momentos en que destaque pero con el peso adecuado en la mezcla. Un minuto de violencia con «Fresas Salvajes» y volvemos a las influencias hip-hop con «Apaga la llum«, mi tema favorito del álbum. Los cordobeses se muestran tal cual son en un tema íntimo y arriesgado para su fórmula, que sin duda les favorece. En la recta final hay un cambio espectacular que lleva a los últimos versos, donde puedes sentir en tus carnes lo que narran. En «Cassiopeia/Contraluces» me encanta el papel que juega el bajo al principio, corte en su mayor parte instrumental que funciona a la perfección. A destacar también la batería del final con los detalles de percusión adicional. «Ravenala» despide el disco con la energía desgarradora que les caracteriza.
Realmente al haberlo escuchado en profundidad y con calma, mi opinión no difiere demasiado de la impresión que me causaron las dos primeras escuchas. Es un buen disco, tiene una producción brutal y mantienen el nivel en todos los aspectos… pero es demasiado continuista respecto a «Flores, Carne», y no me ha impactado ni de lejos de la misma forma. Los mejores momentos son los protagonizados por el coqueteo con el hip-hop. Al final la sombra de su debut sí fue demasiado alargada, pero no quita que «Ulises» sea un trabajo muy disfrutable, y que siga teniendo ganas de ver que nos ofrecen en el futuro.
4 respuestas a “Viva Belgrado – Ulises”