20. Seven Lions – Leaving Earth (andiros)
El nuevo trabajo de Seven Lions ha sido uno de los que más me ha emocionado de 2016, porque después de una decepción tan enorme como fue la de su lanzamiento del año pasado, ha sido una grata sorpresa verle redefinir su sonido de nuevo hacia terrenos mucho más atractivos e interesantes. Hay espacio para hits comerciales en “Creation” o “Falling Away”, para el dubstep en “Summer of the Occult” o la fantástica “The Journey”, y para seguir exprimiendo su faceta menos favorable y empalagosa en “Coming Home”. Y, además, hay sitio para el trip-hop, la experimentación, las texturas acústicas y la calidez de un piano en “Leaving Earth”, un corte en el que se aleja de todo lo que ha hecho hasta el momento, con el que nos eleva a los cielos mientras abandonamos la Tierra para fundirnos con las estrellas. Seven Lions está sabiendo mantener el equilibrio entre explorar sus inquietudes musicales y producir la música que le da de comer, mientras mantiene un crecimiento constante como compositor y productor.
19. Vivaldi Metal Project – Euphoria (seruli)
Cuando uno ve el nombre Vivaldi Metal Project, ya sabe que lo que va a escuchar va a ser un proyecto de metal sobre Vivaldi. Hasta ahí bien, no andamos desencaminados. Pese a la gran cantidad de versiones de este compositor barroco habidas y por haber, la de este proyecto –que versiona las cuatro estaciones– es una de las más cuidadas que he tenido el gusto de encontrar. Y el premio, que por supuesto podría haber sido para muchas otras, se lo lleva “Euphoria”, aparte de por gustos personales, por ser una de las que combina con más gracia el sonido propio de la banda con las composiciones del veneciano. Desde luego el cambio de los violines de la composición original por la voz de los dos cantantes o la parte instrumental de guitarra eléctrica y teclados son difíciles de olvidar, uno de los grandes momentos de esta obra que encantará a amantes del metal y la música clásica.
18. Mutant – Children of the River (andiros)
Fue escucharlo cuando salió a principios de año y tener “Pleiades” en bucle durante bastante tiempo. Temas redondos llenos de riffs memorables, un trabajo a la batería soberbio y unas voces que se adaptan a la perfección, con variedad y resultando además muy pegadizos. Que Mutant beben directamente de Mastodon es algo más que evidente, pero al escucharlos en profundidad uno se da cuenta que, a pesar del parecido más que palpable, tienen mucha personalidad, siendo una banda con una propuesta única en la península. He elegido “Children of the River” básicamente porque es la que más he escuchado de lejos, mi favorita desde la atmósfera inicial al solo de guitarra, pasando por el estribillo o el dinámico riffaje, con un tono de guitarra delicioso. En mi opinión el cambio de Mutant Squad a Mutant ha sido más que favorecedor, dejando por el camino uno de los discos nacionales del año.
17. Steve Vai – Upanishads (raulsangonzalo)
Y volvemos nuestra mirada hacia la mística India. «Upanishads» es un tema muy vanguardista e inspirador; sin embargo, es una de las ideas más antiguas del joven Steve Vai de principios de los 80. Melodías orientales y encantadoras que se deslizan sobre unas armonías orientales que mezclan al Vai más melódico y juguetón con la influencia de Ravi Shankar y las enseñanzas ultraterrenales que se esconden en los Upanishads. Unas enseñanzas que el mismo Vai no ha querido divulgar de momento, ya que en el Tour del 25 aniversario del «Passion & Warfare» no tocó ninguna de esas nuevas viejas canciones que estaban guardadas en cintas desperdigadas durante su estancia en Whitesnake, y que se han convertido en canción en el reciente «Modern Primitive». Y me resulta fascinante ya que Steve Vai siempre se ha visto como un místico y ya, desde sus inicios, estaba interesado en filosofías para nada convencionales. Y eso convierte a la música en un instrumento que va mucho más allá, abriendo las puertas de la percepción hacia la música y arte de los ghandarvas.
16. Plini – Cascade (andiros)
¿Cómo lo hace? Esa es la pregunta que resuena en mi cabeza cada vez que llega la parte final de “Cascade” y observo como se me eriza el vello del brazo irremediablemente. Sí, Plini ha publicado su primer largo, confirmando con él lo que algunos ya sabíamos desde hace un par de años: que el joven músico australiano es uno de los abanderados de la guitarra moderna, que tiene una sensibilidad única que se plasma en cada una de sus composiciones, y que está destinado a comerse el mundo. Verlo en directo solo reafirmó mi teoría. Han corrido ríos de tinta en Spreading the Sound sobre Plini, así que no puedo añadir nada que no se haya dicho ya. Hacedme el favor. Haceos el favor. Dadle al botón de reproducir de “Cascade”.
15. Gojira – The Shooting Star (chusobosch)
Con «Magma» los franceses Gojira continúan trabajando ese sonido tan propio que les caracteriza y, lejos de estancarse y explotar la fórmula que les ha permitido conquistar el mundo durante estos últimos años, avanzan un paso más sin parar de crecer. Su sonido se ha vuelto más maduro, y aunque siguen sonando tan duros como siempre emplean nuevos recursos y ofrecen unos cortes muy íntimos que tocan temas muy personales, todo esto envuelto en una producción orgánica soberbia. La defunción de la madre de los hermanos Duplantier sirve de inspiración para una colección de canciones que continúan explorando la naturaleza, el universo y el ser humano. Letras sentidas vertebran temas muy variados, algunos de ellos lentos como esta «The Shooting Star» o «Lowlands», o auténticos hits como «Silvera» y «Stranded». Tampoco se han puesto límites al incluir el solo de bajo en «Yellow Stone» o con la experimental «Liberation». Hemos escogido «The Shooting Star» por ser una buena muestra de lo que ofrecen Gojira a estas alturas de su carrera: groove, determinación, profundidad, horizontes amplios e intensidad, en este caso emocional.
14. Insomnium – Winter’s Gate Pt. 4 (andiros)
Lo justo sería incluir aquí “Winter’s Gate” como tal, ya que es una única canción dividida en distintas partes. Pero como los 40 minutos que dura el disco no se acomodan demasiado al formato de esta lista, toca elegir, y a pesar de que en todos los cortes cuentan con momentos que me encantan y merecen ser destacados, elijo la cuarta parte. Por su emotivo comienzo a la acústica, por lo compacto y melódico que suena todo, por el solo de guitarra, y porque resume a la perfección porque Insomnium se están convirtiendo en abanderados modernos del death melódico. Los fineses no han reinventado el género, solo le han dado un toque personal y muy elegante, que hará las delicias de todo el que le dé una oportunidad. Uno de los mejores discos de metal del año sin duda alguna.
13. David Bowie – Blackstar (raulsangonzalo)
Uno se pone triste llegando a este punto de la lista de canciones de 2016. ¿Por qué? Pues porque me doy cuenta que es la última vez que David Bowie podrá estar en una lista anual. Y de qué manera ha terminado su carrera el rebelde de los mil y un estilos de música. «Blackstar» es una canción rara y que, así como Munch y su grito en su momento, como todo arte mayor que siempre va acompañado con su contexto, se entendió justo en el momento en el que Bowie viajó al espacio para siempre. La estrella negra cierra la tetralogía de Major Tom y reinventa el destino del mismo hacia sus pasiones más ocultas y oscuras. Una forma de decir adiós, una forma de mostrar su visión (e incluso, desconocimiento) del más allá, en cuya parte central nos revela la verdad. Una canción que logró generar una obsesión en mí hacia la figura del duque blanco. Una obsesión que me ha acompañado durante todo este fatídico año y que me ha permitido descubrir a uno de los mayores genios de la humanidad.
12. Myrath – I Want to Die (seruli)
Myrath han vuelto a ofrecernos un álbum siguiendo con su evolución hacia un sonido cada vez más arraigado en el metal melódico de raíces arábigas. El progresivo ha perdido peso en su fórmula y contrasta con los temas más pegadizos, aunque eso sí, todos ellos muy trabajados y pensados para que hasta la última nota nos arranque una sonrisa. Vamos con “I Want to Die”, que pese a ser la balada, utiliza todos los recursos a su alcance para convertirse en una de las mejores canciones. Los instrumentos de cuerda crean la melodía de fondo; la base rítmica y la guitarra intercalan ritmos sorprendentes sobre todo en el primer puente hacia el estribillo y el vocalista muestra su gran técnica y su capacidad para transmitirnos su pasión.
11. Oathbreaker – Second Son of R (andiros)
Mi último gran descubrimiento de 2016 han sido Oathbreaker, de la mano de su directo que grabaron en Audiotree. Me puse el vídeo sin saber a que me enfrentaba, y tras las cálidas y relajantes primeras sensaciones… menudo susto me llevé cuando Caro Tanghe se suelta a berrear cual banshee. Pero al mismo tiempo que me sobresalté, no pude evitar una sonrisa y pensar “joder, menuda genialidad, que bien metidos están todos los cambios”. Y eso conllevó que haya estado desgranando las últimas semanas su último trabajo, “Rheia”, y en especial cortes como “10:56”, “Needles in your Skin”, “Immortals”, o la citada “Second Son of R”. Un tema lleno de cambios de intensidad, rebosante de elegancia y buen gusto, mostrando una banda con una aproximación distinta en ese espacio en el que black metal, shoegaze y post-metal convergen, con un resultado realmente apasionante.
Partes anteriores:
50 canciones de 2016 que no puedes dejar pasar (Parte I)
Una respuesta a “50 canciones de 2016 que no puedes dejar pasar (Parte IV)”