10. Catorce – Océana (andiros)
Mi particular sorpresa nacional del año. Sabía que era una banda a la que tenía que darle una oportunidad por lo poco que había leído sobre ellos y por los temas que había escuchado de “Atlas”, y ha sido finalmente a raíz de su último trabajo, “Agua. Naufragio. Equilibrio.” que finalmente he descubierto como corresponde la magia que encierran las composiciones de los andaluces Catorce. El disco que más he escuchado en los últimos meses, de principio a fin y teniendo en un momento u otro prácticamente todos los temas en bucle. Llámalo post-hardcore, llámalo emo (del bueno), llámalo rock, llámalo como quieras… pero la calidad que desprenden esta fuera de toda duda o etiqueta. He estado dudando sobre cual elegir como representante del álbum, pero finalmente me he decantado por “Océana”. Porque es la que más he escuchado, porque tiene alguno de los mejores riffs y porque es un comienzo sencillamente espectacular.
9. Fleshgod Apocalypse – And the Future Beholds (seruli)
“And the Vulture Beholds” concentra todo el poderío de Fleshgod Apocalypse en una deliciosa escabechina con trocitos rojos esparcidos por todas partes. Eso sí, la dulzura con que destrozan nuestra cabeza es de notar, y es que las grandes melodías nunca pueden faltar en la música de los italianos. Todo se une para crear una de los mejores temas del álbum, recordando a esos Fleshgod equilibrados entre tralla y fausto, con la orquesta, los coros y el piano fundiéndose con los endiablados ritmos, desatando un infierno de proporciones… apocalípticas. Es de notar el gran trabajo en la base rítmica, sobre todo en la batería, la maravilla de solo de guitarra creando una barrera de paso entre dos mundos, o el gran trabajo del vocalista, arrasando con su voz melódica casi tanto como con la gutural.
8. Haelos – Cloud Nine (andiros)
Con Haelos ya será la tercera vez que hablé en esta lista de un «descubrimiento del año»… pero es que es así. Los ingleses me han hecho buena compañía en un año complejo, en el que he tenido tiempo para pensar y decidir cuál es el camino que quiero recorrer. “Full Circle” es un disco lleno de significado, honesto, que capta los contrastes que nos ofrece el discurrir de la vida. Un álbum para escuchar como banda sonora a un paisaje urbano donde las pasiones y aflicciones del ser humano se entremezclan en la oscura calidez de la noche. “Full Circle” es un disco que duele en su desarrollo, en las bases electrónicas y capas de sintetizadores, en las voces que rompen tu armadura hasta llegar a lo más hondo. “Cloud Nine” cumple lo que promete su nombre, siendo un corte representativo a la perfección de una de las obras que más he escuchado e interiorizado de 2016. Hacedme caso, Haelos van a ser grandes.
7. Cult of Luna & Julie Christmas – A Greater Call (jessmorell)
Para inspirados los suecos Cult of Luna de los que, a pesar de que lo de ser músicos es solo una cuestión paralela a sus vidas privadas, podemos estar enormemente satisfechos a sus miembros por lo activos que últimamente parece que están, mimando casi de manera especial el proyecto que claramente es todo un referente dentro del post-metal.
«Mariner» salió a la luz el mismo día que arrancaban con su gira conmemorando «Somewhere Along the Highway», un disco con la exclusiva colaboración de la vocalista Julie Christmas. Un trabajo excepcional que inspira, estimula y arrasa con cada nervio de tu cuerpo, un trabajo que no fue cosechado pensando en una posible sesión live pero que, como todo, las cosas se volvieron del revés y el pasado mes de noviembre nos deleitaron a unos pocos afortunados con cincos shows en Europa con la presencia de Julie y que fue uno de los conciertos más equilibradamente rabioso y emotivo al que yo haya asistido en lo que llevo de vida. «Mariner« es tremendo y con “A Greater Call” simplemente se te eriza el pelo.
6. Long Distance Calling – Flux (andiros)
“Trips” no ha sido una de las sorpresas del año. Sencillamente porque sabía que Long Distance Calling iban a estar a la altura de lo que prometía la evolución de su discografía. Después de un disco tan destacable como “The Flood Inside”, en el que dieron un cambio definitivo a su fórmula añadiendo un cantante y teclista fijo a su formación, “Trips” ha supuesto un nuevo giro encuadrado en la evolución lógica que se esperaba de ellos. Peter Carlsen pasa a ser el nuevo encargado de las voces, el cual había colaborado con los alemanes anteriormente en un tema. Seguía al cantante noruego por dicha colaboración y por su carrera en solitario, y tenía claro que había sido la decisión acertada. “Flux” es el corte que cierra el álbum, larga, instrumental, abstracta y épica, recuperando al menos parte del espíritu del post-rock que practicaban antes. Una canción realmente sensacional.
5. Aisles – Pale Blue Dot (seruli)
Uno de mis temas –y discos– preferidos del año lo trae Aisles. La banda tiene el honor de ser uno de los grupos más frescos y con más feeling de prog-rock que he escuchado en los últimos años. «Hawaii» es un disco muy emocional que trasmite desolación y tristeza, pero también alegría y esperanza, y lo sabe trasmitir con destreza y una técnica soberbia. Y para muestra, un botón. “Pale Blue Dot” es una de las canciones más calmadas, pero también una de las que te hacen sentir de forma más profunda el sentido de la obra de los chilenos, el optimismo en momentos grises y la perspectiva de tiempos mejores.
4. Obsidian Kingdom – Black Swan (andiros)
“Black Swan” es sencillamente una de las mejores canciones del año. Asequible y pegadiza, sencilla y emotiva, el reflejo perfecto de “A Year With No Summer”, segundo larga duración de los catalanes Obsidian Kingdom. Nuevo disco que refleja una nueva etapa para Obsidian, con cambios de formación y sobre todo estilísticos, dejando el metal extremo de lado para abrazar influencias más alternativas e industriales, e incluso propias de la electrónica por momentos. Este año he tenido la posibilidad de verles dos veces en directo, algo que tenía pendiente desde hace años, y puedo afirmar convencido que escuchar “Black Swan” en Londres ha sido uno de los highlights de 2016. Obsidian Kingdom me parecen el modelo a seguir como banda de nuestro país, teniendo la expresión artística por bandera, y hagan lo que hagan con su siguiente disco, mientras eso se mantenga constante estaré seguro de que lo encontrare igual de apasionante.
3. Steven Wilson – Happiness III (raulsangonzalo)
Mucha tinta se ha derramado ya en este blog hablando de Mr. Wilson. Sin embargo, no podíamos dejar de incluirlo en esta lista de canciones del 2016. En esta ocasión, he decidido decantarme por el Steven Wilson no-músico (como él así mismo se define), por el genio que cuenta historias y deja su corona del rey del prog a un lado. Una canción alegre, que se gestó hace muchos años pero no llegó a germinar hasta que se grabó para el «4 ½». Una canción simple con una melodía pegadiza y una letra interesante y sugestiva, que siempre me roba una sonrisa cada vez que la escucho. Pues sí, el señor Wilson tiene su corazoncito y no toda su música es siempre siniestra, apocalíptica y/o prog.
2. Alcest – Kodama (andiros)
Alcest se han superado. Pero vaya si lo han hecho. “Shelter” me pareció un gran trabajo, pero renunciando a la oscuridad y violencia de su sonido, algo de su chispa quedó perdida. Por suerte esto fue algo temporal y recuperado con su último trabajo. Y si hay algo que me queda claro al escuchar “Kodama”, es que volver a los growls o los elementos más propios del black metal no ha sido un paso para atrás para nada. Ha supuesto simplemente el rescatar del pasado la que es una de sus señas claras de identidad para, teniendo claros quienes son y la música que deseaban realizar, componer la obra que trasciende todo lo que habían hecho hasta entonces. Tomando como referencia la película de Studio Ghibli e influencia de música japonesa, han creado un álbum que está sobradamente a la altura del film, fusionando violencia y belleza con un gusto estremecedor.
1. Katatonia – The Night Subscriber (chusobosch)
«The Fall of Hearts» era un disco muy esperado tras la exitosa incursión de la banda sueca en terrenos más progresivos. La duda estaba ahí, ¿continuarían por esta nueva senda o rectificarían?. No es que solamente hayan continuado, si no que han absorbido y explotado esta nueva faceta más prog, y les sienta genial. A la oscuridad, introspección y melancolía de la banda hay que incorporar un sonido más complejo, dinámico, rico en detalles, melodías, texturas y arreglos, y que alarga los temas saliéndose de las estructuras musicales más convencionales y que tan trabajadas tienen. He escogido «The Night Subscriber» por ser una de mis favoritas del álbum, por no ser uno de los temas que sirvieron de adelanto y por ser una buena representante de lo que son Katatonia a estas alturas, a finales de 2016. Con 25 años de historia y 10 trabajos de estudio, los suecos continúan creciendo y explorando nuevos territorios, además de ser espectaculares en directo. No os perdáis este trabajo, uno de mis favoritos de la banda e imprescindible.
50 canciones de 2016 que no puedes dejar pasar (Parte I)
50 canciones de 2016 que no puedes dejar pasar (Parte II)