En Spreading the Sound hemos hablado ya en unas cuantas ocasiones sobre Viva Belgrado. Hemos desgranado en profundidad sus dos últimos trabajos, el grandísimo «Flores, Carne«, y su sucesor, «Ulises«. Pero sin embargo no hemos dedicado el espacio que se merecen a lo que publicaron antes de estas obras, cuando todavía estaban en proceso de autodescubrimiento y encontrando su propio sonido. Y es que desde el primer momento ya desprendían una calidad incuestionable que solo se vería reafirmada posteriormente. Su primera demo es de 2012, pero me apetece centrarme en su primer EP como tal, «El Invierno«, y en particular en su corte «Reykjavik«.
Di con los cordobeses en 2014, monopolizando toda mi atención el recién estrenado por entonces «Flores, Carne». Tuvo que pasar algo de tiempo para que echara la mirada atrás en su discografía con la atención necesaria para darme cuenta de lo que me estaba perdiendo. Los cortes de «El Invierno» presentan una propuesta menos homogénea, todavía no estaban tan bien ensablados los distintos elementos de su sonido, por lo que los contrastes son más acentuados. Las partes cristalinas suenan más calmadas y post-rock, y las partes post-hardcore son más crudas, más directas, más viscerales. «El Gran Danés» es perfecta muestra de ello.
He elegido «Reykjavik», aparte de porque es mi favorita del EP, porque es precisamente una de las que mejor evidencia esta polarización entre calma y agresividad de su fórmula. La intro es pura evocación, sientes como el viento gélido de la capital islandesa de atraviesa, con un estilo de post-rock reminiscente a Toundra, y explotar en una arrolladora demostración de post-hardcore protagonizada por los desgarradoramente dolorosos gritos de Cándido.
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