Crónica: Chu Fast Two Prog, Loco Club, 11/2/2017

15326515_1804296749821913_416816020194542476_n

El pasado sábado 11 de febrero estuvimos en el Chu Fast Two Prog, segunda edición del festival de prog celebrado en Valencia. En este caso fue organizado por On Fire y Crossroads Agency. El lugar escogido fue la sala Loco Club, en pleno centro de Valencia, y allí nos dimos cita a las 21h.

Pese a ser altas, las expectativas fueron superadas en todos los aspectos. Vayamos banda a banda.


Tavistock (andiros)

Entramos en la sala y los primeros riffs de «Thirsty» empezaban a sonar. Era la seguda vez que veía a los locales Tavistock en directo, así que a diferencia de cuando los escuché como teloneros de Northland, en esta ocasión sabía a lo que iba: por poco más de media hora ibamos a viajar a principios de siglo, a la época en la que bandas como System of a Down, Korn o Slipknot llevaban el metal a nuevos territorios. Un revival del nu metal en toda regla. La banda liderada por Serj Tankian me parecen la influencia más clara, pero los dejes más extremos de su sonido o la más que cuidada estética me hacía pensar inevitablemente en los de Iowa y sus máscaras.

Cuando los vi en Matisse interpretaron también temas de su primera etapa, cuando cantaban en castellano, pero esta vez apostaron el set completo por su repertorio más reciente. En cuanto a las diferencias principales que vi, más allá de la indumentaria del cantante que junto al resto de la banda ayudaba a sumergirte en la atmósfera orwelliana de sus letras, fue el sonido general de la banda. Esta diferencia no la noté tanto en la acústica de la sala sino en su mayor compenetración, mostraban más empaque, estando muy coordinados. Una guitarra que brillaba tanto a la rítmica como en los solos, un bajo que hacía caminar los temas con soltura y un batería que era todo un portento. Sin duda el elemento que más sobresale de la banda. De la voz me quedo sobre todo con el registro más abrasivo y ruidoso acercándose el micrófono y cantando al estilo del Serj Tankian más loco.

Noté una evolución palpable en la banda (en la anterior ocasión ya me gustaron), que estuvieron sobradamente a la altura de abrir el festival en una sala que ya al principio prometía que iba a estar repleta de melómanos hasta los topes.

1. Thirsty
2. Agnostic Human
3. Paper Universe
4. Revolution of Apprentice
5. Goldstein

dsc_9749
Fotografía de Jaume Fossati Castro

Noah Histeria  (chusobosch)

Vinieron con fuerza, habían estado presentando su todavía no publicado segundo trabajo (primer larga duración) por distintos lugares de la geografía española, y el fin de gira tenía lugar en casa. Participaron hace dos años en la primera edición, pero aquella actuación fue instrumental ya que su vocalista Juan se encontraba viviendo fuera de España.

Con 45′ por delante, los de Játiva salieron a por todas. No sabía si iban a tocar el nuevo disco completo o si el repertorio iba a ser mixto. Arrancaron con «43 días», uno de los temas nuevos, mostrando en lo que se han convertido los Noah, una banda de progresivo sin miramientos, en la que bajo y batería golpean con fuerza mientras guitarra, teclados y voz tejen las armonías. Música densa, con muchas capas, pero agradable y fácil de disfrutar desde un primer contacto. Sin apenas pausas entre tema y tema sonó la ya clásica «Noah» para rápidamente volver a los cortes del nuevo LP. Con «Hautefaye» y «Djemil» continuó la presentación de los temas nuevos. Mucha progresión, emotividad y matices. Las partes más flotantes se alternaron con grooves poderosos en una amalgama de riffs, acordes, punteos, sonidos de sintetizador molones… todos ellos en su momento y lugar adecuados. Y llegó «Coloso». Tema épico donde los haya, contaron con la colaboración de Daniel de los también locales Deathproof, quien participó en la grabación del disco aportando las voces más extremas. El contraste de ambos vocalistas fue espectacular y añadió un componente de show al concierto. Tras una breve vuelta al pasado con «Que no te escondes», cerraron su actuación con la también nueva «Shiro», que no sé si también cerrará el disco, pero hizo que el repertorio sonase cohesionado y dio una sensación de cierre a la actuación.

En resumen, pudimos disfrutar de un concierto COLOSAL, con todos los detalles cuidados al máximo y en el que los setabenses supieron sacar partido al tiempo de que disponían. Un par de temas de su primer EP acompañaron a una amplia selección de cortes inéditos que sirvieron para calmar, solamente un poco, el ansia que sentimos los seguidores por escuchar su nuevo trabajo.

1. 43 días (parte 1)
2. Noah
3. Hautefaye
4. Djemil
5. Coloso
6. Que no te escondes
7. Shiro
thumbnail_dsc_9903
Fotografía de Jaume Fossati Castro

Jardín de la Croix (andiros)

Para mi, los reyes absolutos de la noche sin duda alguna. Vale que llevaba esperando este concierto años. Vale que es la banda del cartel que más ganas tenía de ver. Y si, su último disco me ha encantado, lo que me hacía ir ligeramente en modo fanboy. Pero al margen de esto, y con la perspectiva de las semanas transcurridas, fue sin duda toda una experiencia de concierto. Lo de banda instrumental se lo aplicaron hasta las últimas consecuencias. Sin necesidad de dirigirse al publico, vinieron, vieron, y vaya si vencieron.

El setlist giro en torno a sus dos últimos trabajos, siendo una elección inmejorable teniendo en cuenta el tiempo que tenían para tocar. Abrieron con «Topsy’s Revenge«, segundo tema de su magnífico «187 Steps to Cross the Universe». Pensaba que iban a empezar a tope, pero la verdad es que esa canción fue la elección perfecta, porque pese a que el evocador y algo calmado inicio no sea muy intenso de primeras, consigue crear el clima perfecto para que te sumerjas de lleno en su música… y eso fue lo que pasó. No tardo en llegar la cara más técnica y potente de su sonido, cuerda rota de guitarra mediante. Un solo tema y ya estábamos rendidos ante sus dedos mágicos.

El sonido en las partes distorsionadas disto bastante de ser perfecto, se hacía un poco de bola. Pero eso no fue impedimento para que disfrutáramos de su actuación, la descarga de adrenalina cubrió esos defectos. La batería, eso sí, sonó espectacular todo el concierto. Resultaba hipnotizante verle tocar. «17 Years to Hatch an Invasion» fue la primera de su último álbum, «Circadia«, en sonar. Me gustó mucho en directo el papel del piano en directo, la forma en que Ander compaginaba el rol y como se entrelazaba con tappings y guitarras post-rockeras, resultó muy efectivo. «Man Made Lightning» nos devolvió a su anterior álbum, y le sucedió «Green Architect«, de mis favoritas de las nuevas. La melodía del principio me recuerda a los mejores Scale the Summit, y la forma en que se desarrolla (incluyendo un curioso puente de piano) resulta más que interesante.

Con «Intermareals» y el meshuggeo que se marcaron nos dejamos las cervicales. Pero aun con todo lo dicho, se reservaron lo mejor para el final. Tocaron «Colorado Springs«, un tema en el que Jardín demuestran que si son tan buenos no es solo por sus malabarismos técnicos, sino por su gran sentido de la melodía. Inesperadamente la enlazaron con la última parte de «Talking with Planets«, con un Ander desatado entre el público cerrando de una forma apoteósica. Más épico imposible.

1. Topsy’s Revenge
2. 17 Years to Hatch an Invasion
3. Man Made Lightning
4. Green Architect
5. Intermareals
6. Colorado Springs
7. (Out) Talking with Planets
dsc_0276
Fotografía de Jaume Fossati Castro

Dry River (chusobosch)
Una de las grandes sorpresas (para mí) de la noche, los castellonenses ofrecieron un SHOW en toda regla. Aparecieron sus seis componentes vestidos con sus flamantes chaquetas doradas y se comieron el escenario. Dry River no se formó de hoy para mañana. Venían de varios años como banda de versiones de rock. Quieras o no eso curte a una banda y le da unos recursos para manejarse en el escenario que me llamaron mucho la atención el sábado.
Abrieron con el primer tema de su último disco, «Quien tenga algo que decir… que calle para siempre» y rápidamente pasaron a «Bajo control», que sonó rockera, pegadiza y muy representativa de la variedad de estilos que combinan y de su capacidad instrumental. La fiesta continuó con la optimista «El lado bueno de las cosas malas». Después subió un miembro del público al escenario a ejercer de líder, explicaron que iban a tocar «Oda al líder» e hicimos un saludo que habían inventado ellos con el puño semi-cerrado mientras interpretaran la canción. Muy teátrico todo (y divertido! con el público muy implicado en esta especie de Marcha Imperial marca de la casa). En «¿Cuánto vales tú?» adoptaron un sonido más rápido y potente, al estilo del metal más clásico con tintes power que contrastó con la bailonga y optimista «Irresistible». «Frascos vacíos» aportó el componente más emotivo de la actuación. Trabajada instrumental y líricamente, trata sobre el Alzheimer y sin duda era un tema muy personal. «Pequeño animal» sonó épica y progresiva, reanimando al público a tope en la recta final de la actuación, que terminó con la pegadiza «Traspasa mi piel». Puesto que el estribillo era sencillo, la banda nos animó a cantar el estribillo final del tema, que repetimos varias veces y puso fin a un gran concierto.
Gustarían más o menos pero no dejaron indiferente a nadie, demostraron tablas y experiencia y nos regalaron con una sonrisa de oreja a oreja después de semejante despliegue de musicalidad y buen rollo. Sin duda volvería a verles y me encantó el tono humorístico que se gastaban vocalista y guitarrista-teclista entre tema y tema. Nada pretencioso, sin forzar ni buscar caer bien, simplemente humor divertido y desenfadado. Como anécdota me reí mucho cuando dijeron que su vocalista Ángel había cantado junto a Supertramp, lo cual nos tomamos medio risa medio en serio (es verdad, corroborado, hay un vídeo en su página de Facebook). Acto seguido el guitarrista Carlos comenzó a tocar «The logical song» al teclado y paró porque decía que alguien del público decía «sigue, sigue!…». En el descanso del siguiente tema Carlos explicó que había tocado la canción todo el rato preocupado porque pensaba que el chico del público quería que parase de tocar Supertramp y continuasen con su repertorio, pero que después de darle vueltas  había comprendido que en realidad quería que continuasen con la versión y que le sabía fatal no haberlo hecho. Entre risas prosiguió el concierto. En sus propias palabras, Dry River se definen como un grupo distinto. Sin duda. Genio y figura.
1. Traspasa mi piel (intro)
2. Bajo control
3. El lado bueno de las cosas malas
4. Oda al líder
5. ¿Cuánto vales tú?
6. Irresistible
7. Frascos vacíos
8. Pequeño animal

9. Traspasa mi piel

dsc_0535-1
Fotografía de Jaume Fossati Castro

Systemia (andiros)

No lo tenían nada fácil, el peor horario y una sala medio vacía, pero aun así salieron con energía y ganas de comerse el escenario. Y vaya si lo hicieron los valencianos. Poco sabía de Systemia al margen de a Jose Broseta y su poderosa voz por su labor como cantante de Ópera Magna. Que hacían un estilo de metal progresivo influenciado por Dream Theater y Symphony X (de hecho de los primeros me contaron que tocaban una versión, y la camiseta del cantante eliminaba cualquier duda sobre lo segundo). Solo eso ya era motivo suficiente para estar atento a lo que tenían que mostrarnos. Además escuché su tema «El Despertar» y terminé de quedar convencido.

Los elementos que más destacan de la propuesta de Systemia son evidentes desde el principio. El chorro de voz de Jose Broseta en primer lugar. Pese a que no soy demasiado fan de este tipo de voces tan cercanas al power metal, he de decir que con el hago una excepción. Quedé igual de impresionado que cuando lo vi con Opera Magna. En segundo lugar, e igual de obvio, el impresionante  trabajo como solista de Juan Miguel Roda. Que llevara colgada la guitarra de John Petrucci no era ni casual ni gratuito, pues la hacía sonar de manera impoluta con sus mastodónticos solos.

El resto de la banda también merece una mención por su labor, especialmente la sección rítmica. El teclado brillo cuando correspondía, pero la mayoría del tiempo quedo inaudible detrás del resto de instrumentos, una lástima. De su actuación me quedo especialmente con el cierre con «El Despertar» y la ejecución general de los músicos, sobresaliente. Supieron poner un buen final a esta segunda edición.

(Resiliencia)
1. Huidos
2. Basta de engañar
3. Reinicio
4. Evasión
5. Ahora te conozco
6. S(y)stema
7. La última parada
8. La epidemia

9. El despertar

dsc_0888
Fotografía de Jaume Fossati Castro 

En líneas generales, el Chu Fast Two Prog fue todo un éxito. La asistencia fue masiva, estimándose unas 300 personas. Sin duda, una cifra poco habitual en esta clase de conciertos y a la que sólo son capaces de llegar grandes nombres internacionales. La sala Loco Club fue una buena elección para llevar a cabo dicho evento, la única pega fue el sonido, que no gozó de la mejor definición posible y que a mitad de sala comenzaba a perderse. Aún así esto no impidió que disfrutásemos como niños de las actuaciones.
Felicitar a la organización, On Fire y Crossroads Agency, por hacerlo una realidad. A las bandas, por semejante despliegue de calidad, trabajo y entrega en todo momento. Y al público, por apoyar iniciativas de este tipo. Hay personas trabajando para crear escena y mediar entre las bandas y el público, os animo a apoyarles y disfrutar de los eventos que organizan. Nos vemos en la próxima (y que no tarde!).

3 respuestas a “Crónica: Chu Fast Two Prog, Loco Club, 11/2/2017

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s