El año pasado fueron muchos los músicos que nos abandonaron, el río del tiempo sigue su curso y de forma inevitable muchos de los iconos musicales que, mitificados, parecen eternos, terminan por dejarnos. Pero a algunos nos golpeó en especial una muerte en particular, pues desde la inexperiencia de la juventud muchas veces olvidamos que no estamos aquí para siempre, y que el viaje puede terminarse en el momento más imprevisible. Y Tom Searle, guitarrista de los ingleses Architects, nos abandonó demasiado pronto.
En el momento de su muerte pensé en rendirle un homenaje en forma de artículo, pues hace bastantes años que su música me acompaña, pero, por mucho que me golpeara la noticia, no me encontraba en el momento de escuchar su particular fórmula de metalcore. Sin embargo, ahora que he estado reescuchando su discografía y he conectado emocionalmente con su música más que nunca, toca escribir. Más aún habiendo reescuchado su último trabajo, que inicialmente no me gustó, y habiendo logrado entenderlo como lo que es: un monumento a la mortalidad del ser humano, y a las preguntas y miedos que ello conlleva. Tom Searle compuso la música y letras del disco sabiendo que iba a morir, algo que lo dota de un valor incalculable.
Así que os invito a que dejéis de lado todos los prejuicios que podáis tener respecto al metalcore y os adentréis, a través de las 10 canciones que engloban las dos partes de este artículo, en la discografía de una banda, y en particular un músico, que tenían mucho que decir.
- This Confession Means Nothing – Nightmares (2006)
Posiblemente el tema que menos suena a Architects de su debut. Su primer trabajo, “Nightmares”, es de 2006, pero a pesar de lo jóvenes que eran ya llevaban años tocando juntos aunque fuera bajo otros nombres. Architects es la evolución natural de la banda que iniciaron los gemelos Searle cuando tenían 13 años, cristalizando el esfuerzo inicial en la forma de este disco. Es en este donde se palpan mejor las influencias originales de los ingleses, y debido a las cuales tienen ese sonido tan diferente al de la mayoría de sus compañeros de escena. Porque en cada segundo de “Nightmares” se nota que The Dillinger Escape Plan eran los claros referentes de los hermanos. Melodías caóticas en estructuras algo primitivas, buena intención e ideas pero falta de enfoque. Esa sería una buena forma de resumir lo que encontraréis en este álbum, que a pesar de la falta de dirección clara me parece que tiene muchos temas destacables. Mis favoritas son “You Don’t Walk Away From Dismemberment” y “The Darkest Tomb”, pero con el acercamiento casi post-rockero de “This Confession Means Nothing” demuestran una madurez compositiva que no está tan presente en el resto del largo.
- Hollow Crown – Hollow Crown (2009)
Entremos en contexto: su segundo disco, “Ruin”, saldría en 2007, siendo el primero en presentar al micrófono a Sam Carter, pero con un registro muy diferente al que le define en futuros trabajos. Un disco en la línea del anterior, bebiendo del mathcore de The Dillinger Escape Plan. He preferido no elegir ningún tema de este álbum a favor del que significó un punto de inflexión en su carrera: “Hollow Crown”.
En este trabajo consiguieron darle forma al caos, mantener los tintes matemáticos pero hacer temas bien cohesionados. Un gran álbum en el que destaca especialmente su juventud, pues apenas tenían veinte años, lo cual es desde luego meritorio en un trabajo del calibre de «Hollow Crown». Es en este álbum donde empiezan a caminar hacia el metalcore, sin renunciar por ello en ningún momento a su propio sonido. De la misma forma que con la anterior canción, escojo la menos representativa musicalmente del disco. Pero es que el sentimiento que pone Sam cantando el tema homónimo no tiene precio.
- Year In Year Out / Up And Away – The Here and Now (2011)
“The Here and Now” es el disco del que reniega la banda. Supone un claro giro respecto a los anteriores trabajos discográficos, acercándose al hardcore melódico y metalcore más accesible. La recepción fue encontrada, con buena parte de los seguidores viendo el cambio como un intento de ampliar su base de fans a través de un sonido más comercial y alejado de sus raíces en el mathcore. Personalmente me parece de sus discos menos sólidos, pero tampoco me disgusta. Es un disco necesario, puente entre sus orígenes y la etapa más reciente, en la que creo que encontraron la fórmula definitiva que los hace únicos.
“Year In Year Out” es el tema encargado de cerrar, y uno de los mejores de “The Here and Now”. Me parece curioso que justamente en este corte, perteneciente a su disco menos matemático, cuenten con una participación de nada más y nada menos que Greg Pucciato, vocalista de una de su gran referencia, The Dillinger Escape Plan, aportando su timbre más abrasivo en los primeros minutos de la canción. El tema cuenta con una sección de ligeros beats electrónicos que nos anticipa un elemento de su sonido que posteriormente ganaría mucho más espacio en sus composiciones. Como apunte podemos encontrar en la canción el hidden track “Up And Away”, el cual desprende por todas partes la influencia de la que me parece una banda clave en sus temas más ligeros: Thrice.
- Alpha Omega – Daybreaker (2012)
Es en este punto en el que se empieza a forjar la que es una banda imprescindible. El salto de la pubertad a la madurez, musicalmente hablando. Pasando apenas un año desde el lanzamiento de “The Here and Now”, y reconociendo públicamente lo arrepentidos que estaban de haber compuesto un disco tan genérico, reincorporan la agresividad a su sonido y forjan “Daybreaker”. Este es un disco que aúna todos los elementos que nos habían mostrado hasta ahora y le dan una nueva forma: técnica y experimentación perduran pero al servicio de crear canciones redondas. Riffs inclementes, acordes disonantes suavizados con fantásticas melodías de guitarra, y unos tappings con marca personal como colchón para el impresionante trabajo vocal de Sam Carter, que deja de ser “un gritón más” para convertirse en el prototipo de frontman que toda banda de metal moderno desearía, llevando su voz a un nuevo nivel.
Honestamente, me ha costado elegir temas de este disco, pues salvando el ligero bajón de nivel en las canciones más pausadas, me parece absolutamente redondo y lleno de himnos. Pero “Alpha Omega” debía caer para la lista sí o sí, por lo bien que funciona como apertura del álbum después de “The Bitter End”, por lo técnico al mismo tiempo que accesible de su estructura, y porque fue uno de los cortes que me demostró que Architects no es una banda de metalcore al uso… había una gran profundidad en su propuesta que merecía ser desgranada.
- Outsider Heart – Daybreaker (2012)
Un riff principal salvaje y tenso en el que Tom Searle demuestra, junto a sus enrevesados (y muy musicales) tappings, por qué era un guitarrista con una manera de tocar muy propia y reconocible. Sabía conjugar malabarismos técnicos con un gran sentido de la melodía, arriesgando con disonancias pero sabiendo cuándo parar de manera que no resultasen cargantes. Eso, sumado a la visceralidad de la voz y letras, convierten a Architects en una banda con la que resulta más fácil conectar de lo que aparentan en un principio.
“Outsider Heart” pasó de hacérseme pesada en un principio a ser de mis favoritas de su discografía. A pesar de ser un tema muy agresivo, sabe dejar espacio al bajo para que este respire, las melodías de tapping del estribillo y el puente liberan la tensión del riff principal, y hacen que, al final, resulte hasta pegadizo. Participa al micrófono Drew York de Stray From the Path, banda amiga de los ingleses con la que han girado en varias ocasiones.
Una respuesta a “Architects, caos y nihilismo en 10 canciones (Parte 1)”