Desde que hace un par de años estuviera totalmente enganchado a “Living Mirrors” he esperado con ganas el álbum que lo sucediera… y ese momento ha llegado por fin, con Disperse publicando a través del sello Season of Mist el que es su tercer larga duración, “Foreword”. Con este trabajo han continuado en la predecible evolución de su propuesta, cada vez más alejada del tono más clásico de su debut. Antes de hablar de lo nuevo echemos la mirada atrás en el tiempo para coger algo de perspectiva.
Realmente, mi toma de contacto inicial fue con “Wishful Lotus Proof”, el debut en solitario de Jakub Zytecki, siendo posteriormente a través de la recomendación de chusobosch cuando finalmente escuché su segundo disco. Quedé especialmente atrapado por el corte “Messages from Atlantis” (o quizás debería decir obsesionado), no pudiendo dejar de escucharlo durante mucho tiempo. En esta canción Jakub y compañía hacen una demostración de elegancia, de emotividad, de técnica subordinada a la musicalidad, que me sobrepasa. Fue mi puerta de entrada a la banda polaca, pero el resto del álbum no tardó en ganarme de igual manera. Una rítmica poderosa y marcadamente djent, unos teclados que dotan a la fórmula de tintes new age, y una voz muy melódica, popera a veces, que recuerda a grupos como Tesseract. La guitarra solista merece mención aparte, tanto por su capacidad para mezclar estilos, bebiendo especialmente del jazz, como por la forma en que distorsiona la realidad con su virtuosismo. Jakub es un digno heredero de Petrucci.
Respecto a su primer disco, “Journey through the Hidden Gardens”, no termino de pillarle el punto del todo. Demuestran en él gusto a raudales, y una tendencia más cercana al sonido de bandas como los primeros Dream Theater o Marillion. El cantante parece otro, estando más limitado vocalmente y haciendo unos fraseos menos originales. En general me parece algo falto de frescura, pero no me cierro la posibilidad de en el futuro cambiar de parecer, pues discos tan densos muchas veces necesitan esperar al momento adecuado.
Antes usaba el término new age para describir el sonido de su segundo esfuerzo, pues me resulta muy descriptivo, y si hablamos de “Foreword”, aún más. Incluso encuentro cierto paralelismo con lo poco que he escuchado de Enya u otros artistas del género. Los sintetizadores, los samplers vocales, el tono de guitarra… todo consigue crear esta vibración característica en el álbum. “Foreword” es además el primer trabajo en contar con Bartosz Wilk al bajo y la bestia de Mike Malyan (ex-Monuments) a la batería, complementando a Rafal Biernacki a la voz y teclado y a Jakub a la guitarra.
Unos armónicos tapeados que forman parte de la característica forma de tocar de Jakub introducen “Stay”, el primer tema. Samplers de voces infantiles, una estructura que cambia el enfoque de la rítmica djentera a riffs menos convencionales, y una batería que consigue realzar la intensidad en los momentos necesarios desde un segundo plano en la producción. Que fluya la atmósfera en los temas se convierte en el objetivo principal, el cual además está más que logrado.
Con “Surrender” ya se hace evidente que, para entender el cambio de sonido de “Foreword”, hace falta escuchar el trabajo en solitario de Jakub Zytecki. La experimentación sin complejos que realizó con “Wishful Lotus Proof” se nota en todos los aspectos del nuevo disco de Disperse, desde la producción menos enlatada al enfoque compositivo, estando lleno de guitarras ambientales, de momentos en que respira la música, y abandonando, parece que definitivamente, los riffs machacones en la séptima cuerda. “Bubbles” desprende inocencia, minimalismo con contrastes, con una melodía vocal sencilla pero con mucha fuerza, que conjuntamente con la guitarra convierten el final del tema en uno de mis momentos favoritos del LP.
En este disco la guitarra de Jakub resulta impredecible. Si en los dos primeros trabajos demostraba su genio sobre todo a través de su gran capacidad técnica, en “Foreword” lo demuestra a través de su creatividad y variedad de recursos. “Tomorrow” es buena muestra de ambas características, porque menudo solo nos regala al final. “Tether” asustó a algunos amigos míos por su descarada aproximación popera, que les recordaba (acertadamente hasta cierto punto) al Justin Bieber más reciente. Yo no comparto esta analogía del todo, es cierto que la fórmula es accesible, pero no deja de tener una rítmica de guitarra atípica y punteos coloridos que lo convierten en algo que va mucho más allá del pop.
El comienzo de “Sleeping Ivy” es como una lección de shred con mucho gusto sobre un fondo totalmente new age/chill out. Me fascinan los samplers vocales constantes, a través de ellos se consigue dar unidad al color del álbum, además de una forma muy propia. Es el elemento recurrente a lo largo de “Foreword”. “Sleeping Ivy” nos reconforta, nos llena de una sensación de serenidad plena, de la misma forma que “Does it Matter How Far”. Este es el tema más extenso del álbum, de casi 10 minutos de duración, con un desarrollo largo instrumental, un bajo marcado y la guitarra usando los ya conocidos armónicos o unos fraseos muy evocadores. Jakub reencuentra su sonido en una ecualización casi sin distorsión y endulzada con reverb, resultando sin duda refrescante. En la segunda mitad entra la voz, donde Rafal interpreta unas breves pero acertadas líneas vocales. No es un cantante con un gran chorro de voz, pero sin dudas sabe cómo usar lo que tiene para enriquecer las canciones.
“Foreword”, corte homónimo, es minuto y medio instrumental que, en su simpleza compositiva, basada en un sintetizador, los omnipresentes samplers y un sencillo rasgueo de guitarra, desprende una gran sensación de optimismo y energía. El álbum está dedicado a la fallecida madre de Rafal. Puede que detrás de este suceso personal se encuentre la razón de la carga emotiva que desprende el disco. “Neon” mantiene el nivel, y “Gabriel” lo pone por las nubes en la recta final con un fantástico trabajo guitarrístico de Jakub: no como shredder descontrolado, sino como músico al servicio de la canción. El dominio de la intensidad, el tono (la guitarra suena impresionante), y, sobre todo, la originalidad compositiva. “Kites”, sin desmarcarse de la línea general del disco, supone un cierre soberbio. Ritmo sobrio de batería, melodías de tinte oriental, una voz casi susurrada… una sutil despedida que deja con ganas de más, a pesar de llevar 53 minutos en la compañía de los polacos.
“Foreword” es diferente a sus dos anteriores trabajos, más maduro, pero no sabría si llegar a decir que mejor. “Living Mirrors” me enganchó más con temas separados, pero con “Foreword” disfruto más al escucharlo de principio a fin… me parece más redondo, las ideas se han concretado, y han encontrado un sonido mucho más personal. Y lo cierto es que me ilusiona el cambio, que Disperse se hayan bajado ya del tren del djent hace que tenga mucha más curiosidad sobre cuál será el siguiente paso en su discografía.
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