Muchas veces parece que indagar en la música que se encuentre detrás de una portada realizada por Travis Smith es apuesta segura. Al menos en esta ocasión se ha cumplido la regla, pues la mística y evocadora portada de «Ursa«, el último trabajo de los italianos Novembre, encierra un disco a la altura de la misma. Un álbum teñido de belleza y melancolía, que escuché al poco de que viera la luz, pero no terminé de ahondar con la profundidad que requería. Pero no pasa nada, de la misma forma que he estado haciendo con otros discazos de 2016 que quedaron pendientes, como el «Affinity» de Haken, más vale tarde que nunca.
Su sonido comparte muchos elementos con artistas que también han pasado por las manos de Travis, como Opeth o Katatonia, con una base puramente doom pero que colorean numerosas influencias, desde el death melódico a detalles de post. Comparten el toque gótico de sus paisanos Lacuna Coil en la instrumentación, la delicadeza y elegancia de los franceses Alcest, y una voz que se mueve en terrenos tan dispersos como el de la banda de Neige, los guturales graves al estilo de Akelferdt, o unos fraseos sinuosos que me hacen pensar en Tool. Una mezcla diversa pero de bandas que tienen, aun con sus diferencias, mucho en común, por lo que el resultado es un álbum concreto y sólido.
«Oceans of Afternoons» me conquistó sobre todo por el celestial saxofón del final, interpretado por Paolo Sapia. Es una sección que choca bastante con el estilo del álbum, pero que por alguna razón cuadra a la perfección, siendo uno de mis momentos favoritos del disco. Por lo demás representa muy bien la tónica general de «Ursa», en este caso con la voz optando al completo por el registro melódico, guitarras con acordes y punteos preciosistas, ritmo sosegado, y desprendiendo en cada segundo ese espíritu doom, que si no se nota en la música aquí especialmente, si lo hace en la atmósfera del tema. Un punto de partida excelente para el que es un gran disco, y seguramente una gran discografía que todavía tengo que descubrir.