Dûrga – Venjança

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El pasado 11 de marzo se dio una cita en Valencia a la que todo melómano y aficionado a la música instrumental debía acudir: la primera edición del Booster fest, una atractiva y arriesgada propuesta con la que por primera vez se le intentaba dar el espacio que se merece a unos estilos con difícil cabida en el panorama musical de nuestra ciudad. Finalmente no realizamos crónica del evento, pero os lo podemos resumir en que fue una gran tarde (muy buena idea la forma de plantear el horario a comienzos de Fallas) en la que pudimos disfrutar de conciertos de viejos conocidos como Our Next Movement, bandas de las que ya os habíamos hablado como Böira, y unos cuantos descubrimientos interesantes.

Y de uno de esos descubrimientos precisamente quería hablaros hoy, que además guardan un vínculo especial con el Booster fest, pues Dûrga fueron los encargados de organizar el evento. Apenas un año como banda, su primer EP publicado hace unos meses, y ya se atreven a organizar un festival que rompe con los estándares a los que estamos acostumbrados en Valencia. Desde luego eso ya demuestra que tienen las cosas claras y se toman su música con seriedad, lo cual me ha llamado la atención como para darle una oportunidad a “Venjança”. Pero lo decisivo fue verles abrir el mes pasado con su concierto y, sin que hubiera escuchado nada de ellos, salir más que convencido, pensando que eran una banda con algo que decir.

Y por si aún me faltaban alicientes para escuchar su música, su primer disco está intrínsecamente relacionado con la cultura japonesa y el sintoísmo, de forma parecida a como lo hicieran Alcest con “Kodama”. En concordancia con mis intereses personales eso solo me hizo terminar de decidir, y comprobar si aparte de un concepto que podría estar perfectamente extraído de Mushi-shi o una película de Studio Ghibli, habían compuesto un disco a tener en cuenta.

El trío valenciano está conformado por David a la batería, Carlos al bajo y Santi a la guitarra. Tras publicar en 2016 su single “Vent” ha sido en enero de este año cuando ha visto la luz su primer EP, “Venjança”, grabado entre Westline Studios en Madrid y La Fábrica de Ruido y masterizado por Victor García en Ultramarinos. Lo que hacen Dûrga se puede encuadrar en las bandas de post-rock en el sentido más estricto del género, bebiendo mucho de pesos pesados de nuestro país como Toundra y de referentes internacionales como los nipones Mono o Caspian. Pero no alarguemos más la espera… ¿qué podemos encontrar en “Venjança”?

El disco abre con “Ógenos / Amemasu”. Todas las canciones están nombradas en base a espiritus o elementos de la mitología japonesa, y si tenéis curiosidad podéis acudir a su bandcamp a leer el trasfondo de cada uno de los temas. Pero todos giran en torno a la misma idea: la venganza de la madre naturaleza contra el ser humano. Este corte inicial se desarrolla siguiendo una estructura inicialmente bastante post-rockera, para luego incluir una sección de spoken-word (la forma en que están aflorando en España bandas que usan este recurso en el post-rock me hace pensar en un «efecto Viva Belgrado») y coros. De la misma forma que en directo, la batería me parece el elemento más sólido de su propuesta, lo realza todo con gusto. Las partes distorsionadas me parecen el punto más flojo, algo dispares y que alargan el tema sin demostrar una dirección clara.

Le sigue “Hitodama”, más concreta y melancólica, pero sacrificando por ello el aire de epicidad. Me gusta mucho la línea de bajo de la mitad del tema, que gracias a que es una banda de tres, tiene mucho espacio para respirar y sonar en la mezcla. “Baku” es casi una nana, con la guitarra haciendo punteos post-rockeros, el bajo llevando la melodía principal y el batería pasando al xilófono. Una tema que desprende originalidad y crea una atmósfera que me recuerda a los japoneses Mono. La única pega es que quizás sea demasiado lineal en su desarrollo.

Los dos temas encargados de cerrar son “Oni” y “Kodama”, siendo el primero prácticamente un interludio ambiental que al final desprende un regustillo industrial. “Kodama” muestra su vertiente más cercana al sonido de Toundra, ese que se encuadra a veces mejor en la categoría de rock instrumental que de post-rock. Tiene algunos de los riffs más sólidos del disco, y un trabajo de batería brutal. El spoken word me parece perfecto sobre todo por el contenido, canalizando lo que representa “Venjança” en el final del disco… pero la parte cantando “a lo Marea”, como me dijo un amigo en el concierto, me parece que no pega con la línea que venía siguiendo el EP, dejando la atmósfera a medio camino, pues podía haber dado más de sí.

La conclusión de esta reseña es que Dûrga son una banda con algo que aportar a la escena. Tienen ideas, actitud y sobre todo muchas ganas de moverse, como demuestra todo lo que han hecho en apenas un año como grupo. El problema es que precisamente esa falta de experiencia se plasma en sus composiciones, que en ocasiones parece que les falte un objetivo claro o que pudieran dar más de sí con un par de vueltas y tiempo. No dudo de que de cara a su siguiente disco darán un salto en que esto quedara atrás, y en Spreading the Sound estaremos esperando para escucharlo.


3 respuestas a “Dûrga – Venjança

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