Hola Chris. Te escribo esta carta escasas horas después de enterarme de la triste noticia de tu muerte. Esta mañana me he despertado sobresaltado, esperando que todo hubiera sido una pesadilla, pero tus discos amontonados sobre mi tocadiscos y la botella medio vacía de Bulleit me han devuelto a la realidad y me han hecho recordar lo larga y triste que fue la pasada noche.
Te escuché en una entrevista relatar un momento al que catalogaste como el día que perdiste la inocencia. Contabas, con lágrimas en los ojos, el día que entraste en aquella habitación de hospital donde yacía postrado en una cama y conectado a una máquina con mil tubos saliendo de su cuerpo el que fuera tu amigo, compañero de piso y cantante de Mother Love Bone, Andrew Wood, víctima de una sobredosis de heroína, falleciendo pocos días después de ingresar. ¿Sabes? Te entiendo tan bien, me sentí tan identificado contigo en ese momento!…pensaba que ya no me quedaba nada de esa inocencia que nos otorga la vida cuando somos jóvenes y pensamos que nos vamos a comer el mundo, pensaba que ya era como una piedra y que la vida ya me había dado los palos necesarios para dejar de sufrir por ciertas cosas. Y solo hacía falta que llegara el día de tu muerte para comprobar lo equivocado que estaba. En cuanto lei la primera noticia tuve que ir corriendo a por unos auriculares y escuchar “Follow my way”, tenía la necesidad de escucharte, y quizás así vencer lo que en ese momento parecía un rumor o una broma de mal gusto. Pasaban los minutos, todo se iba confirmando, mi muro se iba derribando y lo único que podía hacer era tratar de esconderme para que mis compañeros de trabajo no me vieran llorar. Hay quien cuenta los años que le quedan de vida. Yo cuento los ídolos que me quedan por admirar, y contigo se ha ido uno de los más amados.
Un amigo escribía en redes sociales “Todos hemos fantaseado ser como Chris Cornell al menos una vez en nuestras vidas”, con una mueca algo parecido a una sonrisa he afirmado con la cabeza mientras recordaba mis inicios en este mundillo de la música hace unos cuantos años, cuando propusimos llamar a nuestra primera banda “Euphoria Morning”, a mi no me quedaba tan bien el pelo largo ni las camisetas de tirantes, claro, sobra decir que cantar nunca fue mi fuerte, pero en esos momentos de cerrar los ojos e imaginar mi vida de estrella del rock, se parecían mucho a lo que veía en tus conciertos, videoclips y apariciones en televisión. Delirios de grandeza patrocinados por el videoclip de “JesusChrist pose”.
Ahora ya no toco en una banda, ahora me dedico con grupo de amigos a escribir sobre lo que más nos gusta, la música. Intentamos mostrar y compartir con la gente todo aquello que nos apasiona y nos hace sentir especiales…. Algunos de ellos son más jóvenes que yo, me recuerdan tanto a mi hace unos años Chris. Hemos decidido recopilar algunas de tus canciones y rendir así nuestro pequeño homenaje.
Es hora de desaparecer. Dicen que la grandeza muchas veces va acompañada de una vena trágica, y tú amigo mío has sido muy grande. Espero que hayas dejado de sufrir. Gracias.
10. Temple of the Dog – Say Hello 2 Heaven (chusobosch)
Temple of the Dog fue un proyecto nacido para despedirse de Andrew Wood, el malogrado vocalista de Mother Love Bone, y compañero de habitación de Chris Cornell. La amistad que les unía era tan fuerte que Chris reunió a varios amigos músicos para grabar unos temas, pero lo cierto es que la idea inicial terminó evolucionando hasta convertirse en un disco entero. Miembros de Soundgarden y Pearl Jam (en aquel momento en fase de formación y búsqueda de vocalista) compusieron 10 temas que son un hito de la historia del rock y un imprescindible de la escena de Seattle.
Abre con este “Say Hello 2 Heaven”, un tema lento y emotivo en el que Cornell se dirige a su amigo y se despide de él. Pese a la sencillez de la composición el tema es redondo, y por encima de todo destaca la voz. Limpia, potente y con muchos matices, capaz de moverse con feeling tanto en los registros graves como los agudos, o más bien agudísimos, de la parte final. Volver a escucharlo ha sido “raro”, por decirlo de alguna manera. Acaba de cobrar un significado completamente distinto. En su momento Chris se despedía de su amigo y esta semana nosotros nos despedimos de él.
9. Soundgarden – Beyond The Wheel (thepot)
Principios de 1980: Recuerdo ir de camino a Bumbershoot con Eric García y otro amigo para ver tocar a George Thorogood. Íbamos en el coche de Chris, conducía él y de repente dice «Tíos, ¿Sabéis que? Voy a intentarlo como cantante». Se pone a cantar “Bad to the Bone” a grito pelado y nosotros nos quedamos flipando. (Declaraciones de Scott Mccollum, batería de Skin Yard/Gruntruck/64 Spiders, amigo de Chris Cornell)
Y este es posiblemente el nacimiento de la voz más emblemática del Rock. En ese momento Chris Cornell aporreaba los timbales en The Shemps, a la vez que comenzaba a descubrir el potencial de su prodigiosa garganta. The Shemps duró poco, pero de sus cenizas nació lo que hoy en día conocemos como Soundgarden. Tras afianzarse en la escena con varias demos (y sobretodo el histórico recopilatorio “Deep Six”, editado por Sup Pop) y sentar las bases del movimiento grunge, Soundgarden fichan por el sello internacional SST y lanzan su primer larga duración: “Ultramega OK”. Aquí encontramos a un Chris Cornell (liberado ya de las baquetas) completamente desatado, donde demuestra por primera vez su gran destreza y rango vocal, regalándonos momentos increíblemente mágicos como este.
8. Soundgarden – Slaves & Bulldozers (thepot)
Corría el año 1991, el grunge alcanza su explosión comercial y su sonido supone la ruptura definitiva con el rock/metal de los casposos años 80. Nirvana editan su “Nevermind”, Pearl Jam editan “Ten” y Soundgarden sacan a la luz su mastodóntica obra “Badmotorfinger”. El salto de calidad es innegable, y la coherencia y experimentación de la banda alcanza su máximo exponente, en lo que para mi, es su mejor álbum.
Sin duda el punto álgido viene con “Slaves & Bulldozers”. La canción critica duramente a la industria de la música, especialmente la relación que tenían con su discográfica, no dejando títere con cabeza. Pero lo que más impacta es la desgarradora interpretación de Chris Cornell, es posiblemente la interpretación más agresiva de toda su carrera. Con su excelsa voz alcanza tonos monstruosos, rompiéndose las cuerdas en cada vocablo, consiguiendo así lo que pretendía (o no): ridiculizar a cualquier cantante habido y por haber y postrar al mundo entero a sus pies.
7. Soundgarden – 4th of July (chusobosch)
“Superunknown” seguramente sea el trabajo más exitoso comercialmente y laureado por la crítica y el público de toda la discografía de Chris. Está lleno de singles y era muy difícil escoger un solo tema de un disco tan redondo, pero thepot y yo, huyendo de las canciones más sonadas y conocidas, prácticamente nos leímos la mente al escoger éste, pues es uno de nuestros favoritos.
Con una afinación ultra-grave y un sonido lento y arrastrado, la voz suena mejor que nunca. Creo que a título personal, es mi tema favorito de Soundgarden (está ahí ahí con «Burden in my Hand»), y muy probablemente de toda la discografía de Cornell. La voz en el registro grave suena sublime, pero cuando entra la voz aguda con la batería y ambas voces se superponen… es indescriptible. Creo que es uno de los momentos más brillantes de su carrera, es increíble cómo una voz puede transmitir esa ansiedad, desasosiego y claustrofobia. Un tema oscuro y opresivo al parecer inspirado por una mala experiencia tras consumir ácido. Sea como fuera, una muestra más del talento de nuestro recientemente partido.
6. Chris Cornell – Preaching the End of the World
«Euphoria Morning» es el título del primer disco en solitario de Chris Cornell, tal vez su faceta menos reconocida, siempre a la sombra de un gigante como Soundgarden e injustamente desconocida. En esta vertiente nos encontramos trabajos más introspectivos donde explora su lado más íntimo, algo que con Soundgarden era más difícil de explotar.
Lo que nunca deja de existir en las composiciones de Cornell son letras de una carga sentimental profunda y triste. En esta ocasión nos cuenta la búsqueda desesperada por encontrar un amigo, un alma gemela que le acompañe para afrontar el fin del mundo. Composición sencilla, guitarra acústica, arreglos de cuerda, baterías discretas, denominador común en sus trabajos en solitario, simpleza y emoción a raudales.
5. Audioslave – Shadow on the Sun (andiros)
Mi primer contacto con la música de Chris Cornell fue a través de los singles de Audioslave «Like a Stone» y «Be Yourself»… se me encoge el estomago al recordar cuando los escuchaba en bucle, y pensar que nos ha abandonado. El poder de la música, el vínculo que nos une a músicos que no conocemos personalmente pero que han contribuido enormemente a nuestro desarrollo personal. Puede que sea por la profunda huella que dejaron en mi yo de 17-18 años… pero es en Audioslave donde conecto más con Chris Cornell.
El debut de Audioslave se enmarcó en uno de los momentos personales más bajos en la vida de Chris Cornell, lastrado por su alcoholismo y adicción a las drogas. Esto se nota en una voz que no alcanza las cotas de los primeros Soundgarden, pero reluce en unas letras, melodías vocales y composiciones generales absolutamente brillantes y cargadas de sentimiento. «Like a Stone» o «I am the Highway» suponen en estos momentos carne de gallina instantánea. Y «Shadow of the Sun«, que es uno de los grandes temas infravalorados de su discografía. En su momento el estribillo tenía otra connotación, pero ahora resulta trágico.
I can tell you why
People die alone
I can tell you I’m
A shadow on the sun
4. Audioslave – Yesterday to Tomorrow (andiros)
Pese a que «Revelations» también me gusta mucho, si vamos a limitar la lista a dos canciones de Audioslave, está fuera de dudas que la otra debía pertenecer a «Out of Exile«. Musicalmente, una versión con las ideas más claras de su debut, concretando la fórmula. Tom Morello nos regala riffazo tras riffazo y sus característicos solos, Brad Wilk y Tim Commerford siempre presentes, sin ellos la banda no funciona… y Chris hace lo que mejor sabe hacer. Nunca he echado de menos en Audioslave que buscara llevar al límite su garganta en los agudos, no le hacía falta para demostrar que era una de las voces con más personalidad de la historia del rock.
Reescuchando el disco ahora me devuelve atrás en el tiempo… y como dice Chris Cornell, del ayer viene el mañana. Las melodías y letras de Audioslave dejaron una gran impronta en mi hace años, influyendo en mayor o menor medida la persona que soy y que llegaré a ser. «Yesterday to Tomorrow» es uno de mis temas favoritos de su excepcional carrera. Merece la pena escarbar en los tres discos de Audioslave, más allá de los icónicos singles hay verdaderas joyas olvidadas.
3. Slash – Promise (chusobosch)
Con un estilo alejado de aquel al que nos acostumbró durante su etapa en Guns N’ Roses, Slash inició su carrera en solitario con un trabajo espectacular. Sin dejar de moverse en el terreno del rock, colaboró con vocalistas procedentes de terrenos muy dispares como Ozzy Osbourne, Fergie, Lemmy o Cypress Hill y adaptó el estilo de los temas a la voz de éstos. Cornell colaboró en el tema “Promise”, un corte de rock tranquilo y melódico en el que, una vez más, la voz suena grande por encima de todo.
Teníamos dudas con respecto a incluir o no este tema en la lista. Podía no ser lo bastante bueno u ocupar un lugar que hubiera sido mejor dejar para otro tema de su carrera en solitario o con Audioslave, pero finalmente nos hemos decantado por él porque creemos que es representativo de su capacidad de adaptación casi camaleónica. Chris logra que un tema a priori “normalillo” termine sonando muy top gracias a su aportación vocal. Me resulta interesante que, pese a relacionar automáticamente su voz con la oscuridad de Soundgarden y la potencia de Audioslave, no desentonara lo más mínimo en un terreno de rock más ligero y desenfadado. Puro talento.
2. Chris Cornell – Follow my way
Tal vez mi canción favorita de Chris Cornell, incluida también en su primer disco en solitario «Euphoria Morning». Esta epopeya de emoción y tragedia me parece mágica, la voz desgarrada de Cornell gritando «follow my way» acompañada del curioso riff de guitarra me hacen evocar tantos sentimientos que ahora después de su muerte no hacen más que verse multiplicados exponencialmente cada vez que la escucho.
Con este tema nos vuelve a demostrar la capacidad que tenía para emocionar a cualquier zombi emocional con su peculiar y excepcional voz. Lástima que no acabara de explotar este tipo de canciones tan épicas en el resto de trabajos.
1. Chris Cornell – Billie Jean
La gente que me conoce sabe lo poco aficionado que soy a las versiones. A veces hago excepciones muy puntuales y siempre cuando pienso que aportan algo más a la versión original. Sin duda alguna esta és una de esas ocasiones.
En 2007 publica «Carry on», segundo disco en solitario, álbum más ecléctico que su anterior trabajo, y que nos deja un regalo en forma de versión de uno de los clásicos más conocidos de la historia de la música. Solo un genio como Cornell podría atreverse a darle la vuelta a este clásico y llevarlo a su terreno donde en su versión acústica en directo alcanza cotas inimaginables para el resto de seres humanos con su desgarradora voz, pudiendo afirmar que «Si no sientes nada escuchando esto, es que no tienes corazón».
Bonus: Alice in Chains – Right Turn (thepot)
Para acabar, no queríamos dejar pasar la oportunidad de rescatar esta joyita de Alice in Chains. Porque más allá de la fama y los excesos, lo que se creó en esa fría, húmeda y abarrotada gran ciudad del noroeste de Estados Unidos fue una escena, una familia, amigos y músicos que compartieron un camino común. Un sonido que hoy en día sigue moviendo corazones, y que ha transcendido más allá de su generación, como es en mi caso. Hoy el mundo se ha quedado sin la voz de ese movimiento, sin Chris Cornell, que ha seguido los pasos de muchos de sus congéneres… la fama no perdona.
“Right Turn” se encuentra en el EP de Alice in Chains, “Sap”. En él, bajo el seudónimo de Alice Mudgarden, Mark Arm de Mudhoney y Chirs Cornell, junto al malogrado Layne Staley y su compañero a las cuerdas Jerry Cantrell, graban este tema. Esta hermosísima canción acústica quedará en el recuerdo de todos por su memorable unión de voces, una última oda a un género que nos ha dado tantas alegrías y decepciones. Cabe destacar la sublime parte final, en la que todos cantan a coro y vemos alzarse por encima de todos ellos la portentosa voz de Cornell.
Porque su voz era así, fuerte, única, y resonará siempre por encima de cualquier otra. Dile hola al cielo Chris, buen viaje.
2 respuestas a “Nuestra despedida de Chris Cornell (20/07/1964 – 17/05/2017)”