Caligula’s Horse reúnen todos los elementos necesarios para ser la gran sorpresa del Be Prog! de este año. Todavía poco conocidos en Europa, este verano los australianos cuentan con una serie de fechas en el viejo continente que pueden ser determinantes para agrandar su base de seguidores. Sus influencias van desde el rock y metal progresivo clásico al metal moderno, son capaces de crear canciones largas y complejas al mismo tiempo que singles breves y directos que prometen ser explosivos en directo. Además tienen un sonido asequible, sin guturales ni partes extremas, lo que los convierte en una banda flexible capaz de ganarse al melómano clásico y al moderno con la misma facilidad. Si el año pasado fueron Agent Fresco los que nos dejaron con la boca abierta, todo apunta que en esta ocasión va a ser la formación encabezada por Sam Vallen y Jim Grey la que haga suyo el Poble Espanyol.
Si cito a Sam y Jim, guitarra y voz de la formación respectivamente, es porque son los dos miembros que fundaron la banda en 2010. Y no solo eso, sino que fueron ellos los que compusieron y grabaron al completo su primer trabajo de estudio. Fue a raíz de la aceptación que tuvo en la red que decidieron completar la formación para poder trasladar su música al directo. Como banda completa lanzarían el mismo año el «Colossus EP», dos temas que mantienen la misma línea de su álbum debut pero con una estructura más concreta. En 2013 lanzarían su segundo álbum, la obra conceptual «The Tide, the Thief & River’s End», y en 2015 publicarían a través de Inside Out Music su último trabajo hasta la fecha, «Bloom».
Caligula’s Horse es un grupo que sabe fusionar la grandilocuencia y técnica de Haken con el dinamismo de Pain of Salvation, que recuerdan por igual a Dream Theater o Meshuggah, y que saben beber del djent sin caer en los clichés que definen el género. Sus setlists se reparten en temas de todos sus trabajos, pero teniendo una discografía breve es fácil ir preparado a sus conciertos. A continuación os invito a adentraros en cada uno de sus discos, es una experiencia que merece la pena.
2010. De las cenizas de Quandary, banda de la que formaba parte Sam Vallen, surgiría lo que actualmente es Caligula’s Horse. Uniendo fuerzas con el vocalista Jim Grey, Sam empezaría a trabajar en los temas que terminarían por integrar «Moments From Ephemeral City», su álbum debut. Jim se encargaría de las voces mientras que Sam de la guitarra, el resto de instrumentación y la producción, grabándolo en distintos estudios de Brisbane. ¿El resultado? Un ambicioso álbum de 42 minutos dividido en siete cortes, que lejos de la tendencia más pegadiza que los define ahora, requiere escuchas y un esfuerzo por parte del oyente para disfrutar la riqueza de sus composiciones.
«Moments From Ephemeral City«, de la misma forma que los trabajos que le seguirían, es un álbum ecléctico y repleto de matices. Si tuviera que resaltar algunos de mis cortes favoritos para que os hicierais una idea serían los siguientes. «The City Has No Empathy (Your Sentimental Lie)«, que compagina un desarrollo melancólico con comienzo acústico con punteos detallistas con mucho gusto, fraseos vocales notables (la voz de Jim es uno de los puntos más fuertes de la banda) y la ración de meshuggeo final de rigor. La instrumental «Singularity» nos ofrece una rítmica djent sobre la que se van desarrollando solos de tendencia shred, sabiendo desarrollarse sin pecar de cargante, jugando con melodías interesantes. Esta canción me lleva también a pensar en lo recurrente que es este título de canción entre las bandas de metal moderno, ya aburre. «Ephemera» por otra parte juega con guitarras acústicas, una breve sección cantada, y un trabajo a la solista sobrio y elegante.
Poco después del lanzamiento del álbum, viendo que despertó cierto interés en internet, ampliaron la formación para sus directos sumando a la banda a Dave Couper al bajo y Geoff Irish a la batería (ambos ex-Quandary) y Zac Greensill a la guitarra. Juntos grabarían un EP el mismo año, «Colossus«, cuyos cortes destacan por mostrar unas ideas más condensadas, con unos estribillos centrados en que Jim brille con sus fantásticas lineas vocales, demostrando en «Colossus» similitudes con Ross Jenings cuando el vocalista de Haken se mueve en los registros medios, y en «Vanishing Rites (Tread Softly Little One)» esa tendencia jazzera que tiene a veces (influencia que también demuestran a la guitarra en este corte).
«The Tide, The Thief and River’s End» supuso su primer álbum con formación completa, y para ello decidieron optar por la ambición propia de una obra conceptual. Narrando una historia de rebelión y éxodo de una ciudad a otra buscando liberarse de la opresión que sufrían sus ciudadanos, supone un claro progreso respecto a su predecesor… pero ha requerido de bastantes escuchas por mi parte para que pudiera apreciarlo. Es un disco que se me hizo bastante denso inicialmente, rescatando al darle las primeras vueltas temas como «A Gift to Afterthought» o «Atlas«, de estructuras algo más directas, y apreciando posteriormente la vertiente más progresiva de temas como «Into the White«. Mi favorita es «Dark Hair Down«, combinación perfecta de melodías, meshuggeo y geniales fraseos vocales. This time the wheel has come around. Todos son unos musicazos, pero el tándem Jim Grey y Sam Vallen siempre destaca como el principal motor de los temas.
Y es en 2015 cuando lanzarían el álbum que los consolidaría como joven promesa de la nueva oleada de progresivo, pues tiene absolutamente todos los ingredientes para que puedan terminar en convertirse en referentes de las escena: originalidad, contundencia, sensibilidad y pegada. Publicado por el sello Inside Out Music, «Bloom» es la obra que los consolida definitivamente, comenzando a atraer la atención del público internacional por ver que tiene que ofrecer esta formación australiana.
«Bloom» es un disco en el que se evidencia lo que ya se insinuaba en sus anteriores discos: la admiración de Caligula’s Horse por Opeth. De hecho me parece uno de los trabajos en que encuentro la influencia de los suecos de forma más marcada (de la época del «Watershed» especialmente), y sin embargo demuestran un sonido marcadamente propio. Influencia adaptada con elegancia, un trabajo muy bien realizado. De hecho Caligula’s Horse ya teloneó a Opeth hace años y en este mismo 2017, y este verano tocaran más fechas con ellos.
¿Como describir «Bloom» brevemente? Creo que la mejor forma es dividir los temas que lo componen en tres bloques según su estructura. «Bloom» y «Undergrowth«, cortes inicial y final respectivamente, presentan guitarras acústicas, duración breve y una intencion clara, la de abrir y cerrar el tracklist como corresponde. El corte homónimo cuando da paso a las guitarras saturadas tiene algunos de mis riffs favoritos del disco. «Marigold«, «Dragonfly» y «Daughter of the Mountain» son largas, llenas de cambios y muy progresivas. Y beben descaradamente y sin complejos de la banda de Mikael Akerfeldt. El tercer bloque serían los singles, esos temas que una vez los escuchas quedas enganchado sin remedio al caballo que llego a ser cónsul de Roma. De los tres me quedo especialmente con «Turntail«, con sus sobresalientes riffs, pegadizo estribillo y sección vocal a lo Haken. Un tema de diez.
2017 es el año de Caligula’s Horse, y los que acudamos a su cita en el Poble Espanyol tendremos la oportunidad de comprobarlo de primera mano. No tienen el mejor horario, pero no dudo que sabrán aprovechar la oportunidad. Tras haber tocado junto a bandas como Tesseract, The Ocean u Opeth, girar este verano por festivales y junto a Anathema o Pain of Salvation les va a dar el contexto que necesitan para hacer suya Europa. Y no dudo de que así será.
3 respuestas a “Caligula’s Horse, la vitalidad de la nueva generación de progresivo”