Hay veces que aparecen bandas en mi camino, que pese a tener muchas características que en principio indican que no van a gustarme lo más mínimo, terminan por tenerme enganchado. Y Jinjer haciendo metalcore y con su sobreproducción típica del género me han tenido escuchándoles en bucle una temporada. Lástima de que fuera después de la visita de los ucranianos a Valencia, ya me confirmaron varios amigos que me perdí un directazo considerable, que no parecían de este planeta.
El grupo sin duda tiene algo que los separa de sus compañeros de escena. De hecho las pocas bandas de metalcore a las que sigo es precisamente porque van más allá de los límites de un estilo marcado por estereotipos y clichés. Lo que más destaca de primeras es la voz de Tatiana Shmaylyuk, que brilla en ambos registros como nadie. No solo tiene unos guturales graves y poderosos, sino que además tiene una gran voz que brilla en los registros melódicos, con unos fraseos que a veces desprenden un tinte folclórico que resulta bastante original. Instrumentalmente son muy técnicos, que pese a que tengan el sonido que se espera de una banda como esta, compositivamente se salen un poco de lo típico, con estructuras complejas y riffs cercanos al death metal. En algún punto me recuerdan también a Opeth, en la voz y los acordes y armonías que usan.
Hasta ahora han publicado dos álbumes, de los cuales he estado desgranando el segundo, «King of Everything«, publicado el año pasado. Un disco con partes memorables, pero también otras más olvidables. Personalmente me interesan menos cuando componen pensando en el formato single, con unos cambios a estribillos melódicos que me parecen muy forzados, deshinchándose el tema, por mucho que me guste como canta. Sin embargo en temas como «I Speak Astronomy» o «Under the Dome» se preocupan más de explorar que de resultar pegadizos, lo cual sin duda es lo que les hace más interesantes como banda. El momento en el que se queda solo el bajo y el riff que le sigue en «Under the Dome» resulta delicioso. También esta la más que curiosa «Beggar’s Dance» dejándonos con una sonrisa cerrando el disco con un momento bailable muy jazzy.
Pero el mejor tema del álbum es con diferencia «Pisces«, que es precisamente el tema más Opeth del álbum. Tatiana canta con esos fraseos tan suyos que parece que este cantando una canción tradicional de su país sobre unos arpegios y bajo muy coloridos, que desatan a la bestia en el estribillo, de tempo más lento a la mayoria de cortes del álbum. Es al final cuando ya estalla el infierno tras una parte acústica, un cierre de tema que veo absolutamente inmejorable. Si en el futuro Jinjer van apostando por lo que los hace diferentes, que me da que es lo que van a hacer, vamos a tener que seguirles, pues pueden ser una banda con mucho que decir.
Una respuesta a “Canción de la Semana: Pisces”