Menos es más. En muchos aspectos de su último trabajo, eso ha debido de pensar Jakub Zytecki a la hora de enfocar creativamente «Feather Bed«, su último trabajo de estudio. No me malinterpretéis los que ya hayáis escuchado el disco; con esto no quiero decir precisamente que haya decidido dejar de tocar todas las notas posibles, salirse de los patrones convencionales, o limitarse compositivamente. Lo digo en el sentido de las ideas, la producción, el enfoque de las canciones. Frente la ambición desmedida de «Wishful Lotus Proof«, donde tocaba demasiados estilos y faltaba concreción a pesar de la desbordante creatividad, en este EP el mensaje está claro en todo momento.
«Feather Bed» suena vivo y natural, y ese es precisamente el enfoque que Jakub quería darle. Confesando su admiración por las producciones de los años setenta, el sonido que presenta en estos seis cortes es minimalista en todos los sentidos, incluyendo el tono de guitarra, sin distorsión y abogando por el dinamismo de los limpios. Esto contrasta si se compara, por ejemplo, con «Living Mirrors» de su banda principal Disperse, pero que tiene muchos paralelismos con «Foreword» por otro lado. Si cuando lo reseñé comentaba que los polacos se habían sumergido en sonoridades propias del new age, con este segundo disco en solitario Jakub solo reafirma esta tendencia.
Frente al death metal, post-rock y locura instrumental de «Wishful Lotus Proof», en «Feather Bed» Jakub nos acompaña a través de un breve paseo por paisajes ambientales, guitarras demencialmente complejas pero sorprendentemente melódicas y asequibles, con el reverb como medio para cohesionarlo todo. Supone un claro cambio de dirección, en el que virtuosismo que le caracteriza tiene el mismo peso que hasta ahora, pero nos lo ofrece de una forma diferente, más musical y en un formato que rebosa personalidad. Una cosa que marca la diferencia entre Jakub y otros maestros del arte del shred es que Jakub no deja su aproximación a la guitarra en demostraciones de onanismo al mástil, sino que se encarga de hacer interesantes cada uno de los aspectos de sus composiciones. Todo ello con la filosofía DIY que predomina en la escena.
Los títulos de las canciones también encajan en ese giro de tuerca que le ha dado su sonido, contribuyendo a darle ese aire místico o metafísico que desprende la música. La mayoría de los temas son instrumentales, pero abundan los samples vocales que contribuyen a cimentar las atmósferas. «Mandala» es una forma brutal de iniciar el viaje, de la que destacaría sobre todo el groove del final, una rítmica que responde a un tambor interior que no marca un ritmo precisamente convencional. Los detalles, como las melodías de armónicos y las guitarras ambientales, son marca de la casa. Jakub Zytecki opta por conseguir que nos relajemos mezclando progresivo instrumental con chill-out co.
Técnica al servicio de la melodía es lo que encontramos en el riff principal de «Opened«, una de mis secciones favoritas del disco. En «Letters» por otra parte me parece que si no se hubiera exigido tanto, y hubiera tocado un poco menos, habría ganado musicalmente. Pero el corte globalmente es soberbio, presenta un tono de guitarra que muchos desearían. Cualquiera diría que hace bastante poco el djent era lo que dirigía las motivaciones musicales de Jakub. «The Drum» es de las que más me gustan, siendo precisamente una de las que Jakub compagina su maestría a la guitarra con una discreta aportación al micrófono. Ya me sorprendió en su debut, y he de decir que al menos en estudio, demuestra defenderse bastante bien cantando.
El tema homónimo también cuenta con voz, corte evocador compaginando acertadas bases electrónicas con un trabajo delicioso de Jakub a las siete cuerdas. Valoro mucho que las melodías impresionantes de guitarra se difuminen en la mezcla ligeramente. Demuestra que su misión es aportar musicalmente y no demostrarte en la cara lo bien que sabe moverse en su instrumento. «Per Fley» es una outro que no dura el minuto de duración, despidiendo el EP sin que apenas te des cuenta.
«Wishful Lotus Proof» me gustó mucho en su momento, pero lo cierto es que no he sentido la necesidad de volver a escucharlo entero desde 2015, únicamente temas sueltos. Sin embargo con «Feathers Bed» creo que Jakub ha sabido encontrar una dirección mucho más personal en la que encaminarse, y como desarrollar su estilo y crecer como músico mientras la recorre. Continuaremos atento tanto a su trabajo en solitario como con Disperse, pues posiblemente sea el guitarrista más impredecible, en el terreno musical, de la nueva generación.