Este domingo os invitamos a acompañarnos a una tierra que nos gusta mucho visitar en Spreading the Sound, musicalmente hablando. Pues en los últimos años me he sorprendido desarrollando una gran predilección por las bandas o artistas islandeses. No porque busque bandas originarias de allí en concreto, sino porque termino por escuchar en bucle a todas las que les doy una oportunidad. Hace tiempo que soy seguidor de Sigur Ros, pero mi afición por las composiciones de artistas de Islandia se hizo realmente profunda a través de Ólafur Arnalds y su «For Now I Am Winter». No tardaron en seguirle Sólstafir, para quemar posteriormente los dos trabajos de Agent Fresco. Y estos serían solo los principales. Estas semanas he decidido darle una oportunidad al debut de los también islandeses Of Monster and Men, que tenía desde el año pasado en el punto de mira debido a la colaboración de su vocalista Nanna Bryndis con Ólafur en el tema «Particles«. Y si mi contacto inicial con uno de sus singles no me dijo demasiado, con el álbum al completo ha sido diferente.
Cuando escuché el tema «Little Talks» el año pasado me pareció demasiado sencillo y desenfadado, y en ese momento no conecté con su estilo. Hace unos días pensé, por otro lado, que una fórmula así era precisamente la que me pedían mis oídos, así que escuché de principio a fin «My Head is an Animal» con la mente abierta a lo que tenían que contarme. Y he de decir que la primera impresión fue buena, y mejoró con las subsiguientes escuchas. Me gusta la forma que tienen de compaginar los elementos más festivos a través de la inclusión de instrumentos como la trompeta con un mínimo de profundidad en su sonido y características propias del folk. Temas como «Dirty Paws» poseen con una cadencia narrativa casi de cuenta cuentos, alternando versos en que narran la historia con estribillos sin voz en el sentido convencional.
Es esta característica la que más me llamó la atención de ellos, y precisamente la que a mi parecer les ha llevado a tener el éxito que tienen. La fusión de aspectos más pop y comerciales con este enfoque bastante propio, que sumado a la magia propia de los islandeses -fuera bromas parecen tener un toque único- les lleva a tener un sonido personal y accesible. Cada vez es más común que cuando quiero escuchar música sin demasiadas pretensiones opté más por el pop y la electrónica, pues me parecen géneros con una gran capacidad para compaginar sencillez y frescura.
«From Finner» es de las más pausados, presentando bastantes matices desde la percusión a la inclusión del acordeón, representando a la perfección el espíritu del sonido de Of Monsters an Men. «My Head is an Animal» es un disco perfecto para desconectar de la realidad, un álbum que no destaca por su ambición creativa o compositiva, pero si por demostrar que dentro del mainstream se puede triunfar con canciones que tengan algo que decir.
Spreading the Sound 