Las circunstancias no han sido las más favorables para que Hacride continuara como banda en activo. Tanto la existencia de otros grupos como Klone, en el que también se encuentra implicado su batería Florent Marcadet, como el creciente éxito del proyecto de synth-wave -del que aquí somos muy seguidores- Carpenter Brut, del que son miembros de directo Adrien y Florent, ha dejado a la agrupación francesa de metal aparcada en un plano secundario. Pero cuando ya empezábamos a tener serias dudas sobre su continuidad ante la falta de noticias nos han sorprendido con la publicación de un nuevo trabajo de estudio.
Este EP, titulado «Chapter I – Inconsolabilis» -lo que nos hace pensar en su posible continuación en el futuro con más partes- resulta bastante ilustrativo respecto a la situación de Hacride en la actualidad: la de una banda relegada a proyecto de estudio, lejos de ser algo prioritario para sus integrantes. Esto puede resultar algo decepcionante, pero viendo lo bien que les va a Klone y Carpenter Brut, creo que este formato es algo con lo que podemos estar bastante contentos. Tendremos nueva música aunque nos llegue por cuenta gotas y sea a costa de dejar de lado los directos.
Musicalmente este «Chapter I» es bastante coherente con la linea estilística que marcaron con su último trabajo de 2013, «Back to Where You’ve Never Been» -me fascina lo evocador del título-, algo ligado a la entrada de Luiss Roux como nuevo vocalista de la banda. Se abandonan los registros más extremos propios del death metal -manteniendo la esencia- para adoptar un formato de influencia más moderna, con un regustillo a veces industrial, progresivo o incluso nu. Se nota que en este último lanzamiento los recursos han sido más escasos y la dedicación ha sido menor, pero eso no quita que el resultado hayan sido 4 cortes que valen bastante la pena.
«We Do Not Mourn» comienza con atmósferas tan oscuras y tensas como los riffs en los que terminan desembocando, con aparición de la voz en registro melódico, enfatizando este alejamiento de los guturales -aunque sigue habiendo gritos- y dejando respirar la canción. Las guitarras compaginan el aspecto más riffero con elaborar texturas interesantes, habiendo espacio para los contrastes con una sección instrumental más calmada en un largo desarrollo de casi diez minutos. Lo mejor sin duda el mantra de la parte final y las melodías posteriores, manteniendo la tensión general. «Treasure This Pain» es más concreta y en la linea del anterior trabajo frente a un corte inicial en el que se permiten divagar más libremente. La producción general me parece menos elaborada de lo que nos tienen acostumbrados, incluso he llegado a plantearme si la batería está realmente interpretada por Florent o programada. No me parece una mala mezcla ya que sirve a la tónica general del disco a la perfección, pero si que se percibe un ligero bajón en el resultado final en comparación a sus anteriores trabajos.
Con «These Walls Don’t Tremble Anymore» vuelven a las estructuras largas, en este caso resultándome algo más pesada hasta que llegan al espectacular final instrumental, marcándose Adrien unos de los riffs más memorables de 2017, año que se caracteriza por tener una larga lista de riffazos en su haber. Y es precisamente «Red Oak Tree«, el corte más alejado del metal de los 4, contando incluso con la participación de una vocalista femenina, que terminan de conquistarme definitivamente con este EP. La cadencia más lenta y el ambiente medio bluesero e íntimo les sienta a la perfección.
Lo mejor de esta nueva etapa de Hacride es la libertad absoluta que van a tener para romper con lo que se esperaba de la banda y experimentar sin rendir cuentas a nadie, como ejemplifica la última canción. Si terminan limitándose a sacar únicamente disco de estudio, espero que al menos pongan en ellos todo su ingenio y creatividad, porque sin duda conservan ese toque que los hace diferente a cualquier otra banda del género. Porque continue siendo así muchos años más.