Hoy en día hay una tendencia musical en el underground extremo que esta cada vez más en auge, una tendencia que se dedica a recuperar los valores y el sonido de los grupos pioneros de la agresividad sónica, como lo eran Bathory, Celtic Frost o Helhammer. Ese sonido que mezclaba el vasto rock ‘n’ roll de Motorhead, la densa psicodelia de Black Sabbath y los incipientes coletazos de la música extrema.
Grupos como los extintos I, interesantísimo proyecto de Abbath, que con su debut «Between Two Worlds» ya insistían en 2006 en abusar a partes iguales del heavy metal más clásico y del black metal immortaliano. Algo mismo ocurría con el influyente álbum de Satyricon, «Now, Diabolical», del mismo año. Es algo que pareció ocurrir de forma aislada (a excepción de los siguientes álbumes de Satyricon), nadie se atrevía a seguir experimentando con esa mezcolanza de géneros, que a priori, eran incompatibles. Pero en la actualidad parece que el aclamado enfoque ha tomado fuerza. Bandas como Mantar, los famosos Kvelertak, The Ruins of Beverast o los discos más actuales de los míticos Darkthrone parecen recuperar este espíritu, que cada uno desarrolla en sus respectivos campos, a veces más sludge, otras veces tirando más al black o al death, e incluso al doom, pero todos ellos tienen en común varia cosas: el crudo sonido de las guitarras, la deliberante pesadez de sus riffs y la consciente simplificación de su sonido, más roto, más denso y más lento, para nada hacen exuberancia de sus grandes facultades técnicas, solo de una atmósfera opresora y de un gran sentido de la nostalgia musical extrema de principios de los 90.
Y hoy os traemos una banda, que en mi opinión, entra perfectamente dentro de lo descrito anteriormente: Los suizos Bölzer, formados en 2012 bajo la interesante propuesta de dúo (únicamente guitarra y batería). Con dos Eps bajo el brazo editan en 2016 su primer larga duración «Hero«, que a un servidor le dejó profundamente marcado. Influenciados notablemente por sus compatriotas Hellhammer, Bölzer hacen gala de un metal extremo fuertemente arraigado en los cánones del black/death más bruto. Pero en este «Hero» y especialmente en la canción que os presentamos hoy, «The Archer«, tintan sus sucios riffs con ligeras pinceladas tribales, muy folk, con un gusto exquisito por las melodías épicas de carácter primitivo, tremendamente evocadoras, que recuerdan inevitablemente a Sólstafir o a los irlandeses Primordial.
Es curioso como en un mundo donde prima lo vanguardista, lo moderno y sofisticado, siempre se acaba volviendo por mucho que uno quiera a los orígenes, que es al fin y al cabo donde radican las ideas más puras. Así pues te invitamos a sumergirte este domingo en la sugestiva y brava «The Archer», que te hará recordar nuestro salvaje y primigenio punto de partida.
Spreading the Sound 