Havalina se encuentra dentro de esa clase de grupos que, aunque eres consciente de la calidad de lo que hacen, hay algo que evita que puedas conectar al cien por cien con su música. Pero al final llega un día en el que todo hace click, y finalmente puedes disfrutar de la experiencia plenamente. En el caso de Havalina lo que me atraía eran sobre todo los tintes shoegaze con los que endulzaban su estilo con raíces en el stoner; y lo que no terminaba de convencer, los fraseos y el tipo de voz en general. Por suerte al final pude superar esa barrera, y ahora mismo no me imagino al grupo con otro tipo de melodías o un registro diferente. Es más, me resultan hasta fascinantes.
El primer disco que escuché de ellos fue «H«, y se mantiene como mi favorito tras haber ahondado en la discografía de Manuel Cabezalí y compañía. La producción es sensacional, con el sonido espacial y natural marca de la casa. Y compositivamente toman la dirección que más me gusta de ellos, la de las guitarras cargadas de efectos, sabiendo compaginar los punteos y arreglos rebosantes de delay y reverb con riffs bastante contundentes.
Temas como «Norte», «Viaje al Sol» o «El Estruendo» se han convertido en clásicos de la banda por derecho propio, pero si prestas atención a temas menos convencionales del tracklist te encuentras con otras joyas que no tienen nada que envidiarles. Una de ellas es «Animal Dormido, Animal Despierto«. Con una duración de casi siete minutos, su título hace honor a la estructura de la canción. La primera se caracteriza por un sugerente arpegio acústico respaldado sólidamente por bajo y batería, evolucionando de forma lineal hasta llegar a un punto de inflexión en que el corte cambia de golpe para dar entrada al lado más guitarrero de Havalina. «Animal Dormido, Animal Despierto» refleja para mi la capacidad que tienen los madrileños para compaginar el crear canciones redondas con mantener un constante espíritu de experimentación. Porque de una forma u otra, se nota que en todos los discos el evitar caer en convencionalismos ha sido un principio que siempre han mantenido firmemente.