Recuerdo una tarde en casa de mi compañero @andiros7, de esas tardes que enlazábamos videos de YouTube uno tras otro y nos íbamos recomendando los descubrimientos de la semana. Uno de esos videos resulto ser “Turbo Killer” de los franceses Carpenter Brut. En ese momento no le preste mucha atención, pero volviendo a mi casa aquella misma noche no podía sacarme de la cabeza aquel bailable sonido, esa estética, su potente estilo visual, y en cuanto llegue me puse la canción en bucle sin parar. Esa fue mi primera incursión en lo que más tarde descubrí que se llamaba synthwave, después grupos como Perturbator y Scandroid hicieron el resto.
Pero centrémonos en Carpenter Brut, que hace menos de un mes editaron por sorpresa su nuevo larga duración: “Leather Teeth”. En este nuevo lanzamiento el galo cuenta la historia de Halford, un estudiante que para conquistar a su amor de instituto crea la banda de heavy metal Leather Patrol, que él mismo lidera bajo el seudónimo de Leather Teeth.
En el inicio con “Leather Teeth” nos encontramos ya a unos Carpenter Brut más agresivos, más distorsionados y por que no decirlo, más metaleros. Las guitarras, que serán una constante a lo largo del álbum, se vuelven más importantes y recurrentes. “Cheerleader Effect” nos trae la primera colaboración vocal. Kristoffer Rygg, de los míticos Ulver, es el encargado de ponerle voz a uno de los temas más melódicos y especiales del álbum. Teclados suaves y guitarras con mucho feeling abren “Sunday Lunch”, que nos devuelve a ese terreno AOR tan buscado, que perfectamente podría haber sido sacada del “Agent Provocateur” de Foreigner, como nos revela ese saxofón metido con tanto gusto.
Un brusco corte da paso a “Monday Hunt”. Vuelven las guitarras duras y con uno de los riffs más hardrockeros del álbum nos lo hacen ver. Los Carpenter Brut más clásicos hacen acto de presencia con “Inferno Galore”, capas de sintetizadores se funden para conseguir ese trance que llega con el estribillo, tan característico de los franceses.
Un riff de lo más glam te hará pensar que te has equivocado de álbum, pero no es así. “Beware the Beast” es el himno absoluto del disco, de lo más bailable. El inglés Mat McNerney, con su tono grabe, que recuerda mucho a un joven Chris Isaack, presta su voz para darle ese toque gótico tan cautivador al tema. Lo más probable es que Frank Hueso, a la hora de crear este álbum, haya pensado en sus compañeros de directo, o mejor dicho, en como llevarlo íntegramente al directo con un formato rock. Veo un potencial enorme a la hora de interpretar estos temas en futuros conciertos y por eso la razón de que todo haya sido pensado de manera más “natural”, desde la presencia de las guitarras, pasando por los grooves de batería hasta las coreables melodías de teclado.
El enfoque tan hollywoodiense de “Hairspray Hurricane” se me presenta muy gratificante. Las bases y texturas electrónicas vuelven a unirse satisfactoriamente con guitarras y teclados que emulan a los grandes grupos-estadio. Un interludio al más puro estilo Journey lo deja todo claro. Aunque mi incuestionable favorita es la encargada de finalizar el álbum: “End Titles”. Nos encontramos aquí con los fraseos de guitarra y los teclados más interesantes del disco, se pasa de estados más ambientales a momentos de pura adrenalina, como ese reiterativo pero apoteósico final.
Carpenter Brut han optado en este “Leather Theeth” por un sonido no tan puramente electrónico, abrazando así influencias de estilos que inundaron los campos de fútbol en la década de los ochenta, como pueden ser el glam metal o el arena rock, y que les sientan tremendamente bien. Su música ha cobrado una nueva dimensión, más épica, más extrema e indudablemente más rompedora.
Spreading the Sound 