Con la inminente aparición del nuevo disco de Toundra, me he parado a pensar que va a ser ahora de Exquirla, mucho me temo que tengamos que esperar una buena temporada para escuchar algo nuevo de esta curiosa formación formada por el cuarteto madrileño de post-rock y El Niño de Elche.
Por si queda algún despistado que todavía que no ha escuchado el disco «Para los que aún Viven» puede leer mi particular visión en el artículo que le dediqué hace unos meses y donde me sigo manteniendo al asegurar que está dentro de los mejores 3 discos del 2017. El 18 de noviembre en el impresionante Teatre el Musical del Cabanyal de Valencia, una oda a la arquitectura y el buen gusto, pude gozar de uno de los mejores conciertos de mi vida, y créeme, he visto muchos y muy buenos en mis 40 años de existencia. Y tal fue el impacto que me produjo, que empecé a escribir una reseña y compartir así todo ese aluvión de sensaciones y emociones. Nunca antes me había afectado tanto a nivel emocional un concierto, nunca antes me había removido tanto las entrañas, nunca antes me hizo recapacitar tanto sobre mi estado sentimental, hasta llegar al punto de ser incapaz de acabar la crónica, me superaba el hecho de tener que revivir otra vez todo aquello y mi incapacidad para poder trasmitir con palabras tantas sensaciones, incluso ahora mientras escribo estas líneas escuchando de fondo el disco se me eriza la piel.
Me quería detener en una canción en concreto, «El grito del padre» y esta sección me brinda el espacio justo para poder hacerlo. Para mí la máxima expresión de lo que significa esta banda, contiene todos los elementos que hacen tan inconfundibles a todos los músicos que componen este trabajo, puedes escuchar los mejores arpegios, ritmos y melodías de Toundra y emocionarte con la portentosa capacidad de alcanzar la catarsis que tiene la voz de El Niño de Elche. Letra interpretable, no voy a valorar los textos de Enrique Falcó, que para un neófito en poesía como yo es complicado y pretencioso, pero desde luego no dejan a nadie indiferente, y sinceramente a veces es más necesario sentir que entender, y en eso, aquí hay unos auténticos especialistas.
Spreading the Sound 