Continuando con la segunda parte de nuestros discos de la década, esta vez nos brindamos a compartir con vosotros los álbumes que más nos han marcado tanto a mí misma como a mi compañero XaviSan. No ha sido tarea fácil destacar los cinco más importantes de cada uno de nosotros pero desde luego la criba nos ha empujado hacia la reflexión más personal e íntima y yo la verdad es que valoro este tipo de concienciación y claridad mental. Sin más preámbulos, he aquí la música que nos ha hecho vibrar durante los últimos años y que a día de hoy sigue aquí, con nosotros, perenne.
Selección de 5 discos de Jessmorell
Cult of Luna – Vertikal (2013)
Quien bien me conoce sabe que durante estos últimos años suelo concebir la música con un ‘post’ estrechamente ligado a ella, un concepto del que no fui realmente consciente hasta principios de década cuando me decidí a darle la tan merecida oportunidad a Deftones. Después de años obviándoles por eso de las etiquetas, resultaron ser una de esas formaciones maestras que me han enseñado mucho. Chino Moreno me llevó a uno de sus proyectos paralelos, Palms, y cómo no, Palms me condujo a una de las mejores bandas de la historia: Isis, con la propuesta más heavy, densa y oscura que jamás yo había escuchado entonces. Hola post-metal, hasta pronto Isis, pues tristemente se separaron en 2010.
Junto con Neurosis o Godflesh, dieron vida hacia mediados de los 90 a este nuevo sonido con aires de cambio, una amalgama de metal extremo y experimental de una agresividad contundente y claros referentes para top bandas posteriores como los suecos Cult of Luna, la formación que se convirtió en mi predilecta a finales de 2015. Composiciones sombrías y profundas de duración infinita, riffs hipnóticos y estructura acentuada. Vertikal (2013), más terrenal, junto a su EP conjunto Vertikal II, y también Mariner (2016, en colaboración con Julie Christmas), más espacial, son deslumbrantes trabajos que desbordan la más pura y sincera creatividad artística.
Chelsea Wolfe – Abyss (2015)
Me rendí a los pies de esta mujer californiana en 2013 cuando los también americanos y pesos pesados del post-metal instrumental Russian Circles sacaron su disco “Memorial” y en su homónimo corte aparecía su candorosa voz, tan pura y sencilla, y que tan bien contrasta con su aspecto fúnebre, una estética que ha ido trabajando con la artista visual Jenni Hensler desde 2011. Chelsea Wolfe no sólo es capaz de componer temas que tan concienzudamente describen la angustia emocional más humana sino que además se recrea en el dramatismo más auténtico sin ningún pudor.
Si con Apokalypsis (2011) se ganó un buen puñado de seguidores de la escena más underground, Beauty is Pain (2013) desencadenaría un reconocimiento en constante auge y que la llevaría hasta el pico de su propuesta artística, su masterpiece Abyss (2015), caracterizado por paisajes atmosféricos envueltos de distorsión de guitarras eléctricas, drone, folk y acordes acústicos, una fusión experimental que deleitarán sin dudas al paladar más exquisito.
65daysofstatic – Wild Light (2013)
Me acuerdo del momento, en uno de esos casi planeadísimos y tan necesarios descansos del ArcTanGent Festival de este mismo verano pasado, cuando dos amigos y yo estábamos discutiendo sobre los 3 discos más representativos de nuestra vida, así como quien no quiere la cosa. Claramente sabía qué dos discos excepcionales marcaron mi pasado y siguen en mi presente –L’Enfant Sauvage (2012) de Gojira y Dead End Kings (2012) de Katatonia– pero el tercero no lo tenía nada claro. ¡Tanta música escuchada, tantos años! Tenía que ser sin duda una decisión deliberada y así lo dejé en el aire.
Ahora, con la excusa del final de la década y la intención de elaborar nuestro Top 10 (que después los redactores hemos tenido que reducir a 5 cada uno por cuestión de tiempo y espacio), he podido reflexionar más profundamente y decantarme por el Wild Light (2013) de los británicos 65daysofstatic. Un disco que realza la parte electrónica tan característica de su particular propuesta experimental de post-rock de inclinación más math. Un disco que descubrí por casualidad en Youtube poco después de su lanzamiento en septiembre de 2013 y que sin dudas me introdujo al post-rock junto a otras formaciones como If These Trees Could Talk. Post-rock, bendito seas tú.
Katatonia – Dead End Kings (2012)
A estas altura de la película, todos estaremos de acuerdo en que Katatonia no necesita ningún tipo de presentación pero si por el motivo que sea alguien anda un tanto descolgado, fear no more. Lejos de repetirme, os invito a que le echéis un ojo a este artículo en el que repasé con todo lujo de detalle la carrera profesional de estos suecos.
En 2009 su música se convirtió en banda sonora de mi vida y gran parte de la década pasada quedó contundentemente impregnada de ese toque melancólico de tendencia progresiva, sutil e intenso tan proprio de ellos. Dead End Kings (2012) es para mí su gran obra maestra, una estremecedora y cautivante pieza de arte en su totalidad y digna merecedora de encontrarse en el podio de mi lista personal. Nunca antes la oscuridad había sido ni tan bella ni tan dulce.
Gojira – L’Enfant Sauvage (2012)
Definitivamente Gojira es LA banda de la escena metalera actual y me alegra profundamente saber que no se trata de una formación de primera fila procedente de EEUU o Reino Unido como se podría anticipar sin demasiada dificultad, entendida la trayectoria musical más extrema. Sin embargo, Gojira proceden del sur de Francia, concretamente del área urbana de Bayona, a pocos kilómetros del País Vasco.
Después de ver que su semilla iba germinando poco a poco y que su nombre se iba haciendo un hueco de relativa importancia, la curiosidad despertó en mí. Fue entonces cuando opté por tantearles por allá el año 2011 con la canción “To Sirius”, procedente del disco From Mars to Sirius (2005), y desde entonces estos genios forman parte de mis básicos. Gojira gestaron su identidad en las entrañas del death metal y encontraron su particular fórmula de naturaleza técnica y progresiva desde muy temprana edad, tanto que su tan representativo sonido de guitarras es realmente único y especial. Como ellos mismos se autodefinen, una propuesta forjada en los extremos, donde la luz brilla más fuerte en medio de la oscuridad y la belleza se halla en lo más profundo. L’Enfant Sauvage (2013) es la mejor muestra de ello y sin titubeo alguno, el mejor disco que ha visto nacer esta década pasada.
Selección de 5 discos de XaviSan
Rosalía – El Mal Querer (2018)
Recuerdo el espanto que me produjo escuchar por primera vez algo de Rosalía, supongo que condicionado por el éxito, la turra mediática que envolvía todo lo relacionado con la cantante catalana, y como no los prejuicios que siempre acompañan a lo que uno no está habituado. Como aficionado al flamenco, hice un ejercicio de introspección escuchando con calma el disco completo, motivado por el fantástico análisis que hizo Jaime Altozano sobre El Mal Querer, donde explica con su habitual entusiasmo y desde un punto de vista objetivo los motivos por los cuales este disco es EXCEPCIONAL.
A todos los aficionados al rock/metal progresivo no nos sorprende encontrarnos con discos conceptuales: trabajos homogéneos, conceptos unidos unos tras otros que nos cuentan una historia… pero ya es más raro encontrarlo en trabajos fuera de estos géneros. Esto da aun más valor a este LP de 11 temas, correspondientes cada uno de ellos a los capítulos de una obra literaria llamada «Flamenca del siglo XIV» de autor anónimo, donde se nos cuenta la historia de una mujer maltratada, víctima de los celos de su marido, pasando por las diferentes etapas. En definitiva, un disco con una producción magnífica, lleno de detalles, colaboraciones sorprendentes, fusión, con un trabajo artístico y visual maravilloso y sobre todo, mucho talento y trabajo.
Enma Ruth Rundle – Some Heavy Ocean (2013)
Sin duda mi descubrimiento de esta década. Para un aficionado a la música, encontrarse con joyas como esta mujer es cada vez menos frecuente y uno lo disfruta como si fuera la última vez que fuera a descubrir nueva y emocionante música. Y así fue, lista de reproducción en modo bucle, horas frente al ordenador trabajando envuelto de las densas atmósferas creadas por Emma, su voz, guitarra casi siempre acústica y pocos elementos más, minimalismo emocional dirigido a lo más profundo de nuestro sistema límbico.
Como ya es costumbre en esta redacción, lo primero que uno hace cuando un artista aparece en escena creando tanta expectación, es buscar los directos de KEXP para disfrutar aun más de esa faceta que tanto define a un músico como es tocar en directo. Y no defraudó, tanto ese directo como los de Audiotree (tal vez menos conocidos que KEXP pero de calidad equiparable) me arrancaron el corazón para convencerme que estaba ante una artista con la que iba a disfrutar acompañándome durante mis largas jornadas de soledad.
Anathema – We’re here beacuase we’re here (2010)
Muy pronto apareció uno de los mejores discos de la década, pero claro, cuando uno habla de Anathema no se sorprende que un trabajo suyo esté en lo más alto de listas y/o recopilaciones de cualquier tipo. No concibo mi última década en mi vida sin un disco de esta banda, ha sido banda sonora de momentos tan emotivos y significativos que era imposible no incluir un disco de ellos en esta recopilación.
Un disco este, repleto de pasajes capaces de ablandar una piedra, así son estos alquimistas de las emociones llamados Anathema, que con solo los primeros acordes de «Thin Air» hacen que tu mente se transporte hacía un lugar maravilloso lleno de luz, extensas praderas de alta vegetación movidas por el aire, mientras alguien lo cruza corriendo a tu encuentro. Como exhibicionista emocional (involuntario) que me considero, no me da vergüenza decir todo lo que lloré en el concierto de esta gira, no podría describir todos esos sentimientos que son capaces de recrear en mi cabeza, me faltarían las palabras y creo que este mérito solo está al alcance de pocas bandas, por eso, mi elección para estar en esta lista de mejores discos de la década.
El Agente Naranja – Marathon (2013)
Tal vez pueda extrañar a mucha gente que haya incluido este trabajo en esta recopilación de los mejores discos de la década. Solemos tener la tendencia a ensalzar, elogiar y consumir música hecha en otros países, menospreciando y prestando poca atención a bandas como El Agente Naranja, formaciones que llevan un par de décadas haciendo cosas tan bonitas como este disco. Junto a ellos y entre otros, Supermosca y MorganaVsMorgana han dado visibilidad a la música made in Valencia durante esta década, devolviendo en parte ese prestigio que tenía nuestra ciudad en la década de los 80, y eso hay que ponerlo en valor.
«Marathon» nos ofrece un LP, oh sorpresa, conceptual de 10 canciones, una carrera de fondo donde la banda juega con las canciones, un inicio de disco enlazando sus primeros temas, mi banda sonora favorita para conducir de noche, efectos en bucle, detalles, ritmos obsesivos y siempre la desconcertante voz que tanta personalidad da a la formación. Un trabajo de mucho mérito, homogéneo y por supuesto y como viene siendo habitual en su trayectoria, capaz de hacer aflorar multitud de sentimientos mientras van cayendo los temas.
Max Richter – From Sleep (2015)
Max Richter es un genio contemporáneo. Ha reinventado la música clásica y la ha llevado a su terreno atreviéndose incluso a recomponer las Estaciones de Vivaldi en un fantástico disco publicado por Deutsche Grammophon, sello en el que publica sus discos, dando una vuelta de tuerca a uno de los clásicos más conocidos.
En este disco, el compositor alemán nos sorprendió con un disco conceptual basado en el estudio de la Neurociencia del Sueño, tratado que se estudia tanto en psicología como en medicina. El disco, en su formato original dura 8 horas y solo existe por razones obvias en formato digital. Nos evoca las diferentes fases del sueño por las que atravesamos cuando vamos a dormir. Dividido en 31 cortes, se basa en 5 composiciones de las cuales va realizando variaciones de las mismas, hasta alcanzar las supuestas 8 horas que deberíamos dormir. Este trabajo incluso se llegó a tocar en directo retransmitido para la radio británica desde la media noche hasta las 8 de la mañana, lo que supuso batir un record Guiness como retransmisión más larga de una única pieza. Todos mis intentos por escuchar entera esta obra maestra han acabado igual, dormido con los auriculares aplastando mis orejas (buen trabajo Max), por eso os recomiendo la versión que sacó a continuación, esta vez en soporte físico. From Sleep tiene una duración de una hora dividida en 7 cortes, que son básicamente en los que se basó para componer esa obra mastodóntica de duración nocturna. Piano, chelo, viola, violín, sintetizadores, voz de soprano, es todo lo que vais a escuchar en este disco imprescindible, un viaje al interior del subconsciente, el sueño hecho música.