Con el paso de los años, los gustos de uno van cambiando, expandiéndose, y por tanto las bandas van variando, algunas perdiéndose en el paso del tiempo, quedando relegadas a etapas pasadas. Pero hay otras que ya sea por sus letras, por su musica o por lo que significan para uno mismo, sobreviven inalterablemente, pudiendo escucharlas ya sea para rememorar la sensación que te transmitían cuando lo hacías por primera vez como para continuar hallando cosas nuevas. En mi caso hay muchos grupos que se quedaron como banda sonora de un determinado momento de mi vida, desinflándose conforme maduraba musicalmente. Pero también hay muchas otras que han sido mis fieles compañeras a lo largo de los años, una de ellas System of a Down, siendo su canción «Holy Mountains» la que nos ocupa hoy.
Si hay algo que ha marcado la carrera de SOAD desde su fundación ha sido el tener un mensaje claro que mandar. Los cuatro miembros de la banda son descendientes de supervivientes del Genocidio Armenio que lograron sobrevivir y emigrar a los EE.UU, marcando esto por completo sus letras y actitud como grupo. Es cierto que muchas de sus canciones se caracterizan por ser absurdas o rozar lo esperpéntico a veces, pero la gran mayoría se centran en criticar al gobierno de los EE.UU, o la degradación moral cada vez más acentuada que vive la sociedad americana. Serj Tankian, vocalista principal de la banda, en su carrera en solitario ha ido más allá, atacando directamente al capitalismo cono raíz del problema y mostrando su simpatía por la etapa socialista de Armenia. Y concretando en el tema que dio origen a la banda, el que provocó cierta polémica cuando se presentaron como candidatos por Armenia a Eurovision y el gobierno turco se opuso, encontramos en «Holy Mountains» las referencias más claras al genocidio armenio.
El Genocidio Armenio es considerado la segunda eliminación sistemática de un grupo étnico más importante de la era moderna, por detrás del Holocausto. Se originó en 1915, aunque ya existían precedentes en masacres perpetradas por sultanes en el siglo XIX. En ese contexto Armenia como nación todavía no existía, estando la población armenia integrada en el Imperio Otomano. En 1915, en pleno inicio de la Primera Guerra Mundial, el gobierno turco considero que los armenios estaban planeando una sublevación de corte nacionalista, y decidió comenzar una deportación masiva, dando inicio a las matanzas sistemáticas que se granjearon años más tarde alabanzas por parte de Adolf Hitler, que las aplicó en su propio exterminio.
En la letra de la canción no hace falta profundizar demasiado para encontrar el significado de la letra, que los mismos miembros han explicado en varias ocasiones.
Can you feel their haunting presence?
Liar, Killer, Demon
Back to the river Aras
Someone’s blank stare deemed it warfare
Liar Killer Demon
Back to the river Aras
Freedom, Freedom, Free, Free
Can you hear the holy mountains?
Liar Killer Demon
Back to the river Aras
Someone’s mouth said paint them all red
Liar Killer Demon
Back to the river Aras
Freedom, Freedom, Free, Free
They have all returned
Resting on the mountainside
We have learned that you have no
They have returned
Resting on the mountainside
We have learned that you have no
Honor, murderer, sodomizer
Back to the river Aras
They have returned
Resting on the mountainside
We have learned that you have no
Honor, murderer, sodomizer
Back to the river aras
Freedom, Freedom, Free, Free
Se encuentran las referencias en la canción con hacer un análisis superficial. La presencia obsesiva de la que hablan son los más de millón y medio de armenios asesinados en esas tierras [las «Montañas Sagradas»], cuando dice «mentiroso, asesino, demonio» es bastante probable que se refirieran a Tylot Pasha, el encargado de supervisar el genocidio. El rio Aras, nombrado varias veces en la letra, es el que marco la frontera de la Armenia independiente del Imperio Otomano, por ello es lógico que lo relacionen con la «libertad». Por último es obvio en los versos que dice «Hemos aprendido que no tenéis honor, asesinos sodomizadores», se refiere a los turcos.
Para acabar comentar que, ante la negativa de Turquía a reconocer como genocidio las masacres cometidas en 1915, Armenia esta intentando realizar presión con colaboración internacional, condenando el resto de Estados los sucesos acaecidos, habiéndolo realizado únicamente 20 países. Es encomiable que SOAD, y especialmente Serj Tankian en su carrera en soitario y como activista político, intenten a través de su música concienciar, intentar que se haga justicia y cerrar las heridas del pasado, algo con lo que nosotros podemos identificarnos aquí en España.