Puro talento… redescubriendo «Grace», de Jeff Buckley

Grace

Era necesario escribir sobre Jeff Buckley. Quería hacerlo, y necesitaba hacerlo. Cuando escribo para vosotros, escucho la música de otra manera. Presto atención a todos los detalles, trato de comprender las letras, leo biografías, devoro el artwork… en definitiva, adopto una nueva perspectiva que me permita contextualizar mejor la música, y en muchas ocasiones, redescubro artistas y temas que tenía olvidados. Puede que incluso cambie lo que significaban para mí, generalmente a mejor. La música de Buckley me acompaña desde hace muchos años, pero quería acercarme a ella de esta manera y que la ocasión sirviese para que celebremos Grace juntos o para que lo descubráis en caso de no conocerle.

Californiano e hijo del músico Tim Buckley, Jeff Buckley es todo un icono de los 90. Su vida fue breve, ya que murió a los 30 al ahogarse de manera accidental mientras nadaba en el río Misissippi (estaba grabando su segundo álbum), por lo que solamente publicó un LP de estudio, Grace, pero su discografía está repleta de directos, rarezas, caras B… Se han aprovechado de su legado hasta no poder más, pero lo cierto es que, a diferencia de lo que ocurre en otras bandas, en su caso merecen la pena estos lanzamientos. Temas inéditos o incompletos, demos, grabaciones previas o alternativas, y muchas versiones de otros artistas. De hecho la semana pasada de publicó You and I, el enésimo recopilatorio, esta vez compuesto de versiones y dos grabaciones propias inéditas. Mientras permita al artista  acceder a nuevas generaciones o audiencias, esta clase de lanzamientos me sirven.

Grace fue publicado en 1994, durante el auge del rock alternativo. Lo cierto es fue un éxito a nivel comercial, pero también tuvo mucho impacto en músicos contemporáneos (Chris Cornell o Thom Yorke entre otros). Diez temas de rock con sensibilidad pop en las melodías vocales, elementos de blues, country o folk, y un aire místico y distinto. Cuando se le presta atención se ve que es mucho más que rock. Va más allá. Hay un aura especial que envuelve el disco y hace que suene «diferente». Sin duda, hace que lo relacione con otros artistas de la época que no suenan para nada como él como puedan ser Soundgarden, The Smashing Pumpkins o Stone Temple Pilots. Todos tienen algo en común que trasciende al estilo, más bien la esencia de la música o su espíritu. Me cuesta explicarlo pero es posible que también lo percibáis, es esa frescura, la novedad, el arte más allá de la música, el misticismo.

Puesto que son diez temas y todos ellos son necesarios, creo que merece la pena dedicar unas líneas a cada uno de ellos:

Mojo Pin abre Grace, y mientras suena un arpegio de guitarra Jeff comienza a narrarnos un sueño, a través de las metáforas y una forma muy poética de escribir, nos describe a alguien, una mujer negra que se le aparece en un sueño y que crea en él deseo y anhelo. La música va subiendo en intensidad hasta llegar a un clímax que podría ser extraído de cualquier directo de los Led Zeppelin más ruidosos.

Grace es EL TEMA. Single por excelencia, es atractivo, oscuro, soñador y nos muestra todo el abanico de registros que puede cubrir Buckley con su voz. Según él mismo, nos habla sobre no sentirse tan mal ante la propia muerte gracias a sentir un amor verdadero por alguien. Muchas emociones combinadas en un sólo tema que dan lugar a una interpretación única. Se me han puesto los pelos de punta. Magia.

Last Goodbye, según leo fue el tema más exitoso comercialmente (¿más que Grace?). Habla sobre una ruptura sentimental y tiene un estilo de rock más directo (ahora entiendo…). La intro instrumental, con su slide y todo, me encanta. Lo bueno de Jeff Buckley es que si te gusta, todos sus temas tienen algo que te pueda llenar.

Lilac Wine es una versión de una balada de James Shelton en la que nostalgia y vino se entrelazan. Es un tema antiguo del que existen muchas versiones diferentes, y ésta incluye toda la emotividad que le puede aportar Jeff, haciéndolo suyo.

So Real también trata sobre ensoñaciones y amor (recurrente, ¿verdad?). Me gusta este tema porque es un claro ejemplo de cómo trabajan los grandes artistas: toman un tema, en este caso tranquilo, con una temática que tampoco es nueva, pero son capaces de crear una atmósfera especial en torno a éste, y en ese momento deja de ser «un tema más» para ser único. Desprende personalidad. Si conoces al autor puedes reconocer su obra aunque la escuches por primera vez. Como detalle, la grabación definitiva fue la primera toma y además, se capturó toda de un tirón.

Hallelujah es una versión de la conocidísima original de Leonard Cohen. Lo cierto es que según he visto, esta ayudó a disparar la popularidad del tema, lo que conllevó un aluvión de versiones y versiones. Nada que no se haya dicho hasta ahora, pero lo cierto es que la crítica reconoce que podría ser una de las mejores reinterpretaciones del tema, gracias a la sensibilidad y feeling de la voz, que se acompaña solamente de una guitarra eléctrica. Imprescindible.

Lover, You Should’ve Come Over, al igual que ocurría con Last Goodbye, está basado en su reciente ruptura sentimental con Rebeca Moore. No hay nada que yo pueda añadir a lo que expresan la letra y la interpretación vocal.

Corpus Christi Carol es una versión de un himno inglés del siglo XVI. Guitarra y voz desnuda en un tema precioso y diferente al resto del disco. Merece la pena porque ofrece un registro vocal muy distinto al mostrado hasta ahora. Si es que este hombre todo lo hacía bien…

Eternal Life es el tema más agresivo, tanto musical como letrísticamente. Hard rock altamente influenciado por Led Zeppelin, sigue la onda de lo que otras bandas contemporáneas como Soundgarden o Black Crowes hacían. Su mensaje es que la vida es demasiado breve como para complicarse la vida de uno mismo o de los demás.

Dream Brother fue una advertencia hacia un amigo para que pusiese fin a la espiral de autodestrucción en la que estaba sumido. El padre de Jeff Buckley murió tras una sobredosis, y éste le pide a su amigo en la letra de forma explícita que no se deje llevar, que no deje sola a su mujer embarazada para que su hijo no sufra del mismo modo que él. Un tema diferente, con toques orientales y aires algo psicodélicos, versioneado por Tesseract y que me recuerda a Renholdër de A Perfect Circle.

Forget Her es la joya extra que se grabó durante la sesión de Grace pero no fue incluída en la versión final, ya que se prefirió So Real.  Tranquilidad y desamor una vez más, al menos se incluyó en el re-issue (Grace Legacy Edition, 2004). Es el único tema del álbum que incluye un solo de guitarra. Sinceramente, me parece que le falta algo de chispa en comparación al resto del disco.

Este es Grace, un disco atemporal, uno de mis favoritos. Con sus guitarras, sus armonías y matices que lo hacen especial y diferente al resto. Más que un álbum redondo, es una colección de temas a la que se intentó dar un formato lo más compacto posible, pero todos ellos son buenos. Me gusta no escucharlo del tirón, si no saltando a los temas que más me gustan, pero aún así de vez en cuando la escucha completa es catártica. Un pequeño homenaje a uno de mis vocalistas y músicos favoritos, y espero que una puerta de entrada para todos aquellos que queráis adentraros en su maravilloso universo.

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